El código secreto de hace 2.700 años que señalaba el nombre de un usurpador del trono asirio

Arqueología

Los “símbolos misteriosos” aparecían en varios templos de la antigua ciudad de Dūr-Šarrukīn, en Irak

Los símbolos del águila y el toro publicados por el arqueólogo francés Victor Place en el siglo XIX

Los símbolos del águila y el toro publicados por el arqueólogo francés Victor Place en el siglo XIX

Biblioteca Pública de Nueva York

Un misterio sobrevoló los templos de la antigua ciudad de Dūr-Šarrukīn, actual Khorsabad (Irak), durante más de un siglo. En varios de estos edificios, construidos hace unos 2.700 años y repartidos por distintos lugares de la urbe, aparecía una secuencia de “símbolos misteriosos” que tenía totalmente desconcertados a los expertos.

Las imágenes estaban a la vista de todo el mundo, pero nadie sabía qué significaban. La serie, que se dio a conocer por primera vez en el mundo moderno a través de dibujos publicados por arqueólogos franceses a finales del siglo XIX, estaba compuesta normalmente por cinco iconos: un león, un águila, un toro, un árbol y un arado.

La fortaleza de Sargón

Desde hace más de cien años ha existido una avalancha de ideas sobre su significado, pero ninguna ha convencido a los académicos. Al menos hasta que el doctor Martin Worthington, un asiriólogo del Trinity College, ha llegado a la conclusión que los emblemas hacían referencia al rey Sargón II.

Dūr-Šarrukīn (“la fortaleza de Sargón” en asirio), ubicada a unos 16 kilómetros de Nínive, se inauguró en el año 706 a.C. cuando aún no estaba del todo terminada ni había sido completamente poblada. Estaba totalmente amurallada y su destino era convertirse en la nueva capital del Imperio pero fue abandonada tras la muerte del rey.

Bajorrelieve del palacio de Dūr-Šarrukīn en el que aparece el rey Sargón II (d) junto a su hijo, el príncipe Senaquerib

Bajorrelieve del palacio de Dūr-Šarrukīn en el que aparece el rey Sargón II (d) junto a su hijo, el príncipe Senaquerib

Wikipedia

Aunque se reivindicó como hijo de Tiglatpileser III, la verdad es que la mayoría de historiadores creen que comandante Sargón fue un usurpador que se hizo con el poder gracias a la violencia tras la muerte de Salmanasar V y gobernó Asiria del 721 al 704 antes de Cristo.

Su reinado fue un punto y aparte respecto al pasado, ya que en ninguna de sus inscripciones se hace referencia a sus predecesores. Ya en el poder se convirtió en un gran conquistador y fue el fundador de la dinastía más poderosa de gobernantes asirios, con los que el Imperio consiguió sus mayores logros. Pero volvamos a los “símbolos misteriosos”.

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Varios investigadores los han comparado con los jeroglíficos egipcios, entendidos como reflejos del poder imperial y se sospechaba que representaban el nombre del rey, pero nadie sabía cómo. Hasta que el doctor Worthington, especialista en los idiomas y civilizaciones de la antigua Mesopotamia, propuso una solución en un artículo publicado en la revista Bulletin of the American Schools of Oriental Research.

El experto sostiene que las palabras asirias para los cinco símbolos (león, águila, toro, árbol y arado) contienen, en la secuencia correcta, los sonidos con los que se obtiene la forma asiria del nombre “Sargón” (šargīnu). Incluso en los murales donde solo aparecen tres imágenes (león, árbol, arado) se hace referencia al rey siguiendo principios similares.

El árbol y el arado

El árbol y el arado

Biblioteca Pública de Nueva York

“El estudio de lenguas y culturas antiguas está lleno de acertijos de todas las formas y tamaños, pero no es frecuente en el Antiguo Próximo Oriente que uno se enfrente a símbolos tan misteriosos en la pared de un templo”, asegura en un comunicado el especialista del Trinity College.

No es solo que los iconos hagan referencia al monarca. El doctor Worthington también apunta que cada uno de ellos puede entenderse como una constelación. El león representa a Leo y el águila a Aquila (nuestras propias constelaciones son heredadas en gran medida de Mesopotamia, a través de los griegos, por lo que muchas de ellas son iguales). La higuera sustituye a la constelación de “la Mandíbula”, (que no tenemos hoy en día), sobre la base de que iṣu (“árbol”) suena similar a isu (“mandíbula“).

El león

El león

Biblioteca Pública de Nueva York

”El efecto de los cinco símbolos fue afirmar que el nombre de Sargón estaba escrito en los cielos, para toda la eternidad, y también asociarlo con Anu (señor de los dioses) y Enlil (señor de los cielos y de la tierra), a quienes estaban vinculadas las constelaciones en cuestión. Una forma inteligente de hacer inmortal. Y, por supuesto, la idea de individuos grandilocuentes que escriben su nombre en los edificios no es exclusiva de la antigua Asiria“, dice.

La antigua Mesopotamia, o el Iraq moderno y las regiones vecinas, fue el hogar de babilonios, asirios, sumerios y otros, y hoy en día se investiga a partir de escritos cuneiformes, que sobreviven en abundancia. De hecho, la escritura probablemente se inventó allí alrededor del 3400 antes de Cristo.

Reconstrucción del palacio de Sargón II en Dūr-Šarrukīn

Reconstrucción del palacio de Sargón II en Dūr-Šarrukīn

Wikipedia

”No puedo probar mi teoría –reconoce Worthington-, pero el hecho de que funcione tanto para la secuencia de cinco símbolos como para la de tres, y que las imágenes también puedan entenderse como constelaciones culturalmente apropiadas, me parece altamente sugerente. Las probabilidades de que todo esto no sea casualidad son (perdón por el juego de palabras) astronómicas”.

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