Estos son los estrenos que llegan a las pantallas de cine este 1 de diciembre:
Calificaciones
★★★★★obra maestra
★★★★ muy buena
★★★ buena
★★ regular
★ mala
Noche de paz (★★★)
Dirección: John Woo
Intérpretes: Joel Kinnaman, Catalina Sandino Moreno, Scott Mescudi
Producción: EE.UU., 2023. Thriller. 104 minutos
Vuelve el huracán Woo
Por Jordi Batlle Caminal
John Woo vuelve al cine norteamericano veinte años después de Paycheck. Seguía en activo, en China y Hong Kong, pero, en estos dos decenios, en nuestros cines solo se había estrenado el filme de época (y de épica) Acantilado rojo. Es, pues, motivo de celebración para toda la parroquia adicta a su cine la llegada de Noche de paz, que contiene lo mejor de John Woo sin llegar a ser, ni mucho menos, una de sus obras maestras. Veamos.
¿Qué falla en Noche de paz? En primer lugar, la trama, una clásica historia de venganza personal insignificante, sin sustancia, en la que el espectador ha de poner mucho de su parte para tragarse que el héroe, un tipo corriente (y, además, un actor sin carisma), llegue a convertirse, tan solo entrenándose unas semanas en su garaje, en una máquina de matar infalible, capaz de enfrentarse y liquidar a un centenar de criminales. En segundo lugar, un sentimentalismo flácido, oleaginoso. Que en el huracanado universo fílmico de Woo habita un sentimental ya era cosa conocida, pero aquí abusa del sentimiento, por ejemplo en las reincidentes imágenes del padre recordando al hijo a través del minúsculo artefacto musical. El tercer hándicap puede revertir en virtud: la ostensible falta de medios (esto no es Face of, no es Windtalker) otorga al producto unos efluvios de serie B de buena ley.
Pero donde brilla Noche de paz en todo su esplendor es en su ejecución. La publicidad recalca que la película es obra del productor de la saga John Wick. Pista falsa: en la magnífica tetralogía protagonizada por Keanu Reeves, casi cada plano contaba con efectos digitales, mientras que, aquí, la acción es tremendamente física, sin aditivos. Acción que ruge en el prólogo (diez minutos de gran cine) y, tras una inesperada pausa de tres cuartos de hora, estalla de nuevo en un clímax excitante, planificado y montado con maestría. El mayor desafío de Woo, sin embargo, es habernos contado toda la película casi sin diálogos, apoyado en la fuerza visual de las imágenes, de endiablado poder cinético. Truffaut dijo en su día que, si el cine de repente volviera a ser mudo, todos los cineastas deberían buscarse un nuevo oficio, salvo Hitchcock. La frase sigue vigente, solo que cambiando Hitchcock por Woo.
Los delincuentes (★★★★★)
Dirección: Rodrigo Moreno
Intérpretes: Esteban Bigliardi, Daniel Elías
Producción: Argentina, 2023 (180 min)
Drama.
El cine mutante
Por Philipp Engel
Pese a las aviesas circunstancias que amenazan su rutilante porvenir, el cine de autor argentino continúa en lo más alto: si hace unos meses nos seducía Trenque Lauquen, de Laura Citarella, una película de 250 minutos dividida en doce capítulos que se ramificaba en un sinfín de historias, Los delincuentes, candidata al Oscar de Habla no Inglesa, es a la vez similar y totalmente distinta. Las dos comparten a la ya icónica actriz Laura Paredes y una duración inhabitual, transitan por una gran variedad de géneros por el mero placer de fabular, y gastan un humor similar, entre absurdo y juguetón, que desactiva cualquier atisbo de la pompa que el espectador desprevenido podría atribuir, a priori, a obras cinematográficas de tan larga duración. Ambas son películas mutantes, gozosos laberintos narrativos, en los que no queda más remedio que dejarse llevar.
Los delincuentes, octavo largo del director de El custodio, empieza como una atemporal película de atracos, que puede recordar a clásicos americanos de los 70, como Testigo silencioso, en la que Elliott Gould también era un empleado bancario que planeaba saquear su propia oficina –aunque en realidad el director se inspiró en Apenas un delincuente (Hugo Fregonese, 1949)–, y evoluciona, por la vía de la road movie, hacia una comedia bucólico-pastoral que sólo podría filmar un enamorado del Renoir de Una partida en el campo (1946). Bresson y Godard son citados explícitamente en una memorable escena de cine dentro del cine (y también aparece un rodaje), para reivindicar no sólo el glorioso pasado cinéfilo, sino la posibilidad de seguir reinventándolo, una y otra vez. Una película extraordinaria con estupendos actores (Esteban Bigliardi en particular), e ingeniosas soluciones de puesta en escena, como un divertido revolcón, que también parece inconscientemente robado a otra película americana de los 70: esta vez a Cowboy de Medianoche. El cine siempre se retroalimenta.
En nombre de la tierra (★★★)
Dirección: DK y Hugh Welchman
Intérpretes: Julia Wieniawa-Narkiewicz, Andrzej Konopka, Miroslaw Baka
Producción: Polonia, 2023. 115 m. Drama
Drama pintado
Por Salvador Llopart
Hay que entrar en este filme como el que entra en un museo: buscando la experiencia. En este caso, la fusión de la mirada subjetiva de las artes plásticas con el dinamismo del relato audiovisual. Los datos técnicos de esta película -prácticamente hecha a mano- son apabullantes, como ya lo era en Loving Vincent, la anterior de los directores. Era aquella mandaba la contemplación. En nombre de la tierra es, en cambio, un drama rural desmelenado y cruel, como la misma tierra que habitan los campesinos.
Sobre todo de noche (★★★★)
Dirección: Víctor Iriarte
Intérpretes: Ana Torrent, Lola Dueñas
Producción: España, 2023 (108 min)
Drama.
Malas madres
Por P. Engel
Nuestro cine no deja de renovarse con películas como el brillante debut del polifacético Victor Iriarte, producido por Isa Campo e Isaki Lacuesta. A partir de un tema tan grave como los bebés robados del franquismo, la película, presidida por Ana Torrent y Lola Dueñas, huye del plomizo cine social y se convierte en un carrusel de referencias cinéfilas engarzadas con la gracia de un musical, incluida una inolvidable escena de danza en la que el chico con dos madres (Manuel Egozkue) expresa sus sentimientos.
Ocho apellidos marroquís (★★)
Dirección: Álvaro Fernández Armero
Intérpretes: Julián López, Irene Irureta, Michelle Jenner
Producción: España, 2023. Comedia. 97 minutos
Una de moros y cristianos
Por J.Batlle
Sin ningún vinculo con las dos comedias que sugiere el título, esta es una farsa casposa, ordinaria, que se ríe, con pretensiones didácticas, de la xenofobia, los fachas españoles, los moros, las pateras, etc. Su mentalidad carpetovetónica remite a los tiempos de Paco Martínez Soria, como si nada hubiera cambiado en los últimos sesenta años. Contiene algún gag aceptable (la escena de la boda) y un Julián López capaz de extraer de la idiotez buenas dosis de comicidad genuina.
Quest (★★)
Dirección: Antonina Obrador
Intérpretes: Enric Auquer, Laia Manzanares, Miquel Gelabert
Producción: España, 2023. 95 m. Drama
El sueño de la razón
Por S. Llopart
Un científico, marcado por la tragedia, llega a un lugar misterioso -en este caso una isla desierta- y empieza a ver cosas que no están ahí. ¿Es cosa de su mente torturada o el influjo del lugar? Podría estar hablando de Solaris, la verdad, pero hablo de Quest, el debut en la dirección de Antonina Obrador. Una propuesta austera, visualmente contenida, que descansa en la interpretación de Enric Auquer y Laia Manzanares. Donde el misterio no llega a prender en la imaginación. Cine lento. Ideas lentas.
Llegó a mí (★★)
Dirección: Rebecca Miller
Intérpretes: Marisa Tomei, Peter Dinklage
Producción: EE.UU, 2023 (102 min)
Comedia dramática
Adicta al amor
Por P. Engel
La hija de Arthur Miller se encontró a sí misma con El plan de Maggie (2015), curiosa deconstrucción de la rom-com para la que contó con la frescura de Greta Gerwig. Aquí intenta repetir jugada, en plan excéntrica, al colocar a Peter Dinklage entre una estirada Anne Hathaway y la siempre irresistible Marisa Tomei. Pero, aunque incluye un Romeo y Julieta centenial, la propuesta no deja de ser una desigual, blandita y muy trasnochada amalgama de tropos indie con actores famosos. En 2001, hubiese colado.