Joan Brossa por tierra, pared y sala
Poesía
El Centro de las Artes Libres inaugura la nueva muestra semipermanente dedicada al poeta
“Hemos querido abrir ventanas y posibilidades de lectura para que el visitante se deje seducir y llevar por Brossa”, explica Anna Llopis, comisaria de Joan Brossa. La sensació mental d’una felicitat completa, la exposición semipermanente sobre el poeta que se ha inaugurado este jueves en el Centre de les Arts Lliures de la Fundació Joan Brossa. La muestra expone 66 piezas de todo tipo para explicar que, a pesar de la diversidad, Brossa se definió siempre como poeta, ya fuera a partir de la palabra escrita como en poemas visuales, objetos, escénicos o parateatrales –como ya exploró la anterior Altres Brosses. Joan Brossa i la poesia d’acció, el parateatre –, pero también libros de artista, revistas, filmaciones diversas y grabaciones de sus poemas a cargo de cuatro poetas actuales: David Caño, Blanca Llum Vidal, Oriol Sauleda y Raquel Pena.
Es un despliegue artístico que no tiene fecha de cierre pero sí que será dinámica porque algunas de las piezas expuestas irán cambiando con el tiempo, por una parte porque el fondo brossiano es muy amplio y por otra porque algunas son muy frágiles y no pueden estar mucho tiempo expuestas al público, como es el caso de Escorça, un poema objeto de papel pintado que fecha de 1943 y que apenas se había visto mucho antes. En una estructura circular, la obra brossiana se despliega por la sala con la voluntad de que no haya ni jerarquías entre las diferentes piezas ni tampoco pedestales –teniendo en cuenta su libro El pedestal són les sabates –, y el visitante puede estar atento a la sorpresa de encontrar poemas proyectados en el suelo, o en las paredes a cualquier altura, o en medio de la sala en un expositor.
A partir de la importancia de J.V. Foix y Joan Miró se configura una obra poética muy diversa
Todo organizado en doce ámbitos diferenciados: poesía, sueño, fascinación, víspera, sombra, conciencia, esencia, libertad, revuelta, fuego, silencio y teatro.
Así, aunque el recorrido es libre, se ha intentado explicar desde el principio la importancia que tuvo en el creador su paso por la Guerra Civil y la opresión franquista para su compromiso con la libertad y la subversión de las fronteras entre las diversas artes, ya que a pesar de la diversidad de formatos él se consideró siempre poeta. Destaca la importancia que tuvieron J.V. Foix y Joan Miró en su desarrollo, así como posteriormente la amistad con el poeta y diplomático brasileño João Cabral de Melo, de quien tomó el carácter social de la poesía que lo confirmó en el “posicionamiento ante el hecho creativo a través de la transgresión de códigos para comunicar ideas”, según explica Llopis.
Entre los materiales desplegados también está la aproximación que Brossa hizo al erotismo, ya sea con los conocidos striptease de Christa Lem, pero también a partir de textos en que trata la liberación del cuerpo o la unión libre de las personas, o la publicación de 1979 Pol·len d’entrecuix, con textos entre otros de Quim Monzó. Una exposición para volver a aprender Brossa o releerlo en todos el formatos.