Los escritores senior de la literatura catalana, la cantante de country Dolly Parton y el escritor fantasma de Mario Vargas Llosa se han juntado esta semana en Barcelona. Este último en realidad es el editor gallego Eduardo Riestra quien, en su último libro, El negro de Vargas Llosa (Pepitas de Calabaza) asegura que el escritor peruano le pidió continuar uno de sus libros ya empezados pues él, tras recibir el Nobel, tuvo innumerables compromisos sociales y no llegaba a todo. “Hay más de uno que creerá que es verdad”, bromeó durante la presentación de la novela en la librería Nollegiu de Poblenou.
Su editor fue uno de los primeros en creer de principio a fin toda la historia. “Me pidió que aportara fotos juntos, que sería un buen libro. Tuve que decirle que no tenía”, confesó al escritor Ignacio Martínez de Pisón, que le acompañó en la presentación y que a lo largo de la tarde fue contando anécdotas sobre diversos autores del Boom latinoamericano. La preocupación no se hizo esperar: “esto podía tener acciones legales, así que decidí escribir al propio Mario. Esperé a que se acercara la fecha de publicación y me puse en contacto”.
Esto podía tener acciones legales, así que decidí escribir al propio Mario. Esperé a que se acercara la fecha de publicación y me puse en contacto”
Los nervios ante una posible denuncia estuvieron presentes a lo largo de toda la escritura. Sin embargo, Riestra decidió apostar fuerte por esa idea de libro que le surgió “donde surgen todas las ideas buenas, en la ducha”. Al cabo de unos días llegó un correo electrónico. Era Mario Vargas Llosa. “Estoy desconcertado”, le reconoció. Pero eso no impidió que se conocieran en persona. Le invitó a una fiesta que dio en la finca El Jaral de la Mira, en El Escorial, y allí sí, le intercambió personalmente sus sensaciones. “Me dijo que le había encantado y que el desconcierto era porque sé cosas de él que él mismo había olvidado. Respiré tranquilo”.
Lejos de lo que pueda parecer su título, el libro de Riestra es un homenaje al escritor peruano, pues recorre gran parte de sus obras, la mayoría de las cuales “he tenido que releer, descubriendo así nuevas miradas que no capté en su momento”. Un ejercicio que también ha hecho Beatriz Navarro pero con las canciones de Dolly Parton. La periodista de La Vanguardia fue sometida a algunas de las preguntas de La Contra que le hizo su compañero Lluís Amiguet en La Casa del Libro de Rambla Catalunya el pasado martes. Allí explicó por qué ha dedicado un libro a la famosa cantante de country.
“Cuando llegué como corresponsal a Estados Unidos, al país acababa de llegar Trump y el contexto era de crispación. Sin embargo, Dolly Parton se convirtió en un símbolo, pues atraía a las dos Américas. La querían tanto los votantes del magnate, como los roqueros, los drag queens o las feministas. Ser un ídolo en esos momentos no era nada fácil, y ella lo logró sin dificultad”. La pregunta en este caso se la hizo el presentador de TV3 Xavi Coral, con quien compartió corresponsalía en Bruselas, y que reconoció no saber hasta el momento lo mucho que a Navarro le atraía el personaje de Parton. Tanto, que un fin de semana fue con sus hijos a Dollywood, el parque de atracciones que tiene la artista. “Probablemente ellos hubieran preferido ir a Disneyland, pero de mayores me agradecerán haber visitado este sitio tan particular”.
Navarro reconoció que hacía tiempo que venía pensando en escribir sobre Dolly. “Quizás se esperaba que hiciera otro tipo de libro más político o de análisis pero era este el tema sobre el que realmente me apetecía investigar. Considero que antes de empezar ya sabía más sobre ella que la media, pero he averiguado cosas fascinantes, lo he pasado bien. Me interesaba conocer mejor a esta mujer que al principio nadie tomaba en serio pero que creyó en sí misma y alcanzó el cielo. Con sus canciones encontró la libertad para hablar de sexo en una época en la que no era común y con su look demostró que no importa como una vista para abrazar el feminismo”.
Me interesaba conocer mejor a esta mujer que al principio nadie tomaba en serio pero que creyó en sí misma y alcanzó el cielo”
Otra presentación literaria, aunque muy distinta a las anteriores, merece ser destacada esta semana en Barcelona: el homenaje a los escritores seniors de la literatura catalana que tuvo lugar en la Sala Pompeu Fabra del Palau Marc, en la Conselleria de Cultura. Una recepción a la que acudieron la Consellera de Cultura, Natàlia Garriga, y la directora de la Institució de les Lletres Catalanes, Izaskun Arretxe.
La institución reconoció la labor que han aportado a las letras y cultura catalanas algunos autores que este año celebran su 80, 85 o 90 cumpleaños, como Joan Adell, Josep M. Jaumà, Jordi Pàmias, Angelina Vilella, Jesús Bonals, Antón Carrera, Rosa Delor, Joan Guasp, Jordi Vintró y Assumpció Cantalozella. Esta última aseguró estar "muy contenta por este reconocimiento a toda esta generación, muchos de los cuales continuamos escribiendo".
Jordi Pàmies, por su parte, se alegró de poder estar reunido "con otros escritores que hace tiempo que nos peleamos con las letras y que siempre hemos querido crear una obra. Todos nos sentimos muy agradecidos de poder hablar de ello en momentos clave de una vida avanzada", concluyó.