Muere Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón

Obituario

El dibujante, creador también de Rompetechos y Pepe Gotera y Otilio, ha fallecido hoy a los 87 años

Francisco Ibáñez: “Estas historietas no son un tebeo más, son casi una joya literaria”

Muere Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón
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Muere Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón

Francisco Ibáñez, creador de Mortadelo y Filemón, ha fallecido hoy a los 87 años, según comunicó Penguin Random House Grupo Editorial. Sus dibujos y sus divertidas historietas han entretenido a varias generaciones de españoles. Ibáñez, adscrito a la llamada escuela Bruguera, fue también creador de los chapuzas Pepe Gotera y Otilo y del cegato Rompetechos que no veía no torta.  

Nacido en Barcelona en 1936, Ibáñez estudió para perito mercantil y trabajó en un banco, pero desde muy joven sentía la pasión por dibujar y consumía cómics y tebeos. También era fan del cine cómico estadounidense. Así que se puso a dibujar con solo 11 años y logró publicar algunas de sus viñetas cuando estaba en la veintena. Pronto vio que su afición y su futuro profesional eran compatibles. Dejó el banco y, a finales de los 50, ingresó en las filas de Bruguera.  

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Francisco Ibáñez (Mané Espinosa / Propias)

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Bruguera publicaba en aquellos tiempos tebeos semanales en los que se incluían las historietas por entregas. Los niños de los 60 y 70 se dejaban sus ahorros en esas revistas y, si tenían suerte, conseguían que sus padres los llevaran los domingos al quiosco y les compraran el nuevo ejemplar de Pulgarcito, Tío vivo o El DTT, las tebeos donde Ibáñez dibujaba a Mortadelo y Filemón. 

Y no solo a Mortadelo y Filemón, los agentes secretos más patosos de la historia, también a otros personajes igualmente simpáticos como el botones sacarino, un joven más bien gandul  y tendente a meterse en líos, que trabaja como asistente en un periódico, o Pepe Gotera y Otilio (chapuzas a domicilio), un par de operarios cuya intención era arreglar pequeñas averías, pero acababan invariablemente provocando grandes desastres como incendios, inundaciones o explosiones.    

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También en los 60, Ibáñez dio vida a la 13, Rue del Percebe, un vecindario súper loco, que solía publicarse en la contraportada de esas revistas gráficas tan demandadas por los jóvenes de la época. Los personajes y situaciones caóticas de ese vecindario sirvieron muchos años después como germen para las exitosas series televisivas Aquí no hay quien viva y La que se avecina

El dibujante con sus personajes

El dibujante con sus personajes

Archivo

A partir de los 70, el dibujante se dedicó en exclusiva a Mortadelo y Filemón, sus personajes de mayor éxito. Y empezó a publicar sus historietas en volúmenes completos, que los aficionados adquirían junto a las aventuras de Tintín o las de Astérix y Obélix, los grandes cómic de la época. El sulfato atómico, Los inventos del profesor Bacterio o Los gamberros son los títulos de algunas de esas historietas que triunfaron en todo el mundo, fueron traducidas a varios idiomas, convertidas en series televisivas de animación y llevadas al cine. 

En 1985, Ibáñez dejó Bruguera para incorporarse a Grijalbo y tuvo que dejar atrás a sus famosos personajes al carecer de los derechos de autor que conservó la editorial. Un cambio legislativo le permitió recuperar a Mortadelo y Filemón, los torpes espías de la TIA, a finales de los 80. 

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Francisco Ibáñez retratado junto a Mortadelo y Filemón en la sede de Penguin Random House

Terceros

El dibujante, que estaba casado desde 1966 con Remedios Solera, era padre de dos hijas. El próximo lunes a las 12.30 se celebrará una ceremonia de despedida abierta al público en el tanatorio de Sancho de Ávila de Barcelona.

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