De Raphael a los Beatles. De Rusia a Hollywood. Joana Biarnés recorrió el mundo siempre con su cámara en mano para retratar los frenéticos años 60. El periodista Jordi Rovira la conoció hará unos siete años y quedó "enamorado de su personalidad y de su obra". De ese entusiasmo brotó en 2016 Joana Biarnés: una entre todos, un documental sobre la catalana que revolucionó el fotoperiodismo. Pero a Rovira le quedaron muchas cosas en el tintero y ahora las ha sacado a la luz en No serà fàcil (La Campana), una biografía repleta de anécdotas de Biarnés y de muchas de sus inolvidables fotografías.
Los Beatles, antes del concierto en Las Ventas en 1965
Nicaragua
La fotógrafa visitó, junto a Raphael, al dictador Anastasio Somoza y este "se propasó con Biarnés, le tocó el culo". Al día siguiente, el cantante y ella abandonaron el país
"Joana empezó a hacer fotos gracias a su padre, que trabajaba los fines de semana para un diario deportivo. Un día tenía que ir a fotografiar una cueva rupestre recién descubierta y no podía. Así que mandó a su hija, que entonces era una adolescente. Le gustó lo que hizo y la fichó como su ayudante", relata Rovira. Biarnés y la cámara se hicieron entonces inseparables casi de por vida, pero su gran oportunidad llegó unos años después cuando "conoció en un avión a un redactor del diario Pueblo, quien pensó que era modelo; ella le sacó de su error: 'Soy fotógrafa". También hubo fichaje. En esta ocasión por parte de Emilio Romero, director de ese rotativo.
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Empezó así una carrera rutilante en la que la joven "fotografió y también hizo amistad con las grandes estrellas de la música, del cine, de la moda y del famoseo de la época". Aunque su trabajo no fue ni mucho menos solo un retrato de la frivolidad de los 60, "porque Joana bajó a las minas de uranio y destapó casos controvertidos como el de los abusos sexuales en el internado de San Fernando. Su obra es el reflejo del mundo en casi todas sus vertientes", explica su biógrafo.
Hollywood
Cuando le presentan a Clint Eastwood, este le dio un apasionado beso en los labios. "Ella le había contado a su contacto que estaba colada por el actor y hubo chivatazo"
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Biarnés, que reinó en un mundo de hombres, pasó también por algunos momentos complicados como cuando acompañó de gira a Raphael. El cantante y la fotógrafa pasaron por la Nicaragua de Anastasio Somoza "y tuvieron que salir rápidamente". El dictador los invitó a una fiesta "donde se propasó con Biarnés, le tocó el culo. Así que Raphael le dijo 'no te separes de mí' y a la mañana siguiente ambos se fueron del país".
Dalí, Miguel Bose, Amanda Lear y Luis Miguel Dominguín en Portlligat
El mal trago no acabó ni mucho menos con las ansias viajeras de la fotógrafa que, tras dejar el diario Pueblo, montó una agencia de fotografía y "se marchó a México para trabajar en los rodajes de películas". Eso, y un contacto en la Warner, la llevaron a Hollywood donde cubrió las galas de los Oscar y recibió como regalo "un beso en los labios de Clint Eastwood". "Ella le había contado a su contacto que estaba colada por el actor y hubo chivatazo, porque cuando Clint la vio se acercó y sin dudarlo, la besó".
El productor Glyn Johns y Bill Wyman, de los El Rolling Stones, en el atelier de Juanjo Rocafort, Madrid, 1967
La anécdota de Eastwood se queda pequeña al lado de la de los Beatles, que desembarcaron en España el 1 de julio de 1965. La fotógrafa se fue al aeropuerto, que era un hervidero de fans, e hizo sus fotos, "pero supo enseguida que no eran las definitivas, así que ni corta ni perezosa consiguió un billete para su vuelo y se metió en el avión donde también tomó un montón de instantáneas y de nuevo supo que no eran las definitivas, de modo que descubrió en qué hotel se alojaban, se coló, su metió en el montacargas, subió y llamó a la puerta de la habitación. Abrió Ringo, a quien le hizo gracia su perseverancia, y la dejó pasar. Allí sí tomó las fotografías definitivas".
La fotógrafa egarense Joana Biarnés en el comedor de su casa, repasa con una lupa las hojas de contacto. Viladecavalls
No será fàcil está repleto de anécdotas protagonizadas por Biarnés, fallecida en 2018, que retrató a Audrey Herpburn en casa de Lola Flores, a Salvador Dalí, Miguel Bosé, Amanda Lear y Luis Miguel Dominguín en Portlligat, a Ava Gardner en los toros y que acompañó a Massiel a Eurovisón. Pese a su carrera de éxito, Biarnés no acabó su vida laboral como fotógrafa: "Cuando se cansó, colgó las cámaras y montó un restaurante en Ibiza, Ca Na Joana, que como era de esperar se convirtió en hogar de estrellas y famosos del mundo entero".