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El Prado expone el papel clave de Nápoles en el Renacimiento español

Bajo la influencia de Rafael

El museo abre ‘Otro Renacimiento’, que muestra cómo la ciudad italiana recién conquistada fue una suerte de 'Erasmus' para los artistas hispanos

‘Dios padre bendiciendo y ángeles’ (1519) , de Pedro Machuca 

Dani Duch

En 1503 Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, derrota al ejército francés y entra triunfante en Nápoles, que pertenecerá por dos siglos a la monarquía hispánica. El viaje de Fernando el Católico a la ciudad (1506-7) será un acontecimiento, recibido con grandes esperanzas, arquitecturas efímeras y pinturas que celebran su triunfo a la manera de los emperadores antiguos. Comienza una nueva época en una ciudad cosmopolita, la segunda mayor de Europa tras París, que ya había experimentado un gran auge cultural en las décadas anteriores: había sido tomada en 1442 por Alfonso el Magnánimo –tío-abuelo de Fernando–, quien durante sus 16 años al frente sería gran patrón de las artes, y antes se habían instalado allí muchos humanistas.

Una panorámica de 'Otro Renacimiento', en el Prado

Dani Duch / Propias

Y esa Nápoles vibrante de esa Italia del Renacimiento en la que Rafael, Leonardo, Bramante y Miguel Ángel han alumbrado la “maniera moderna”, acogerá, señala el director del Museo del Prado, Miguel Falomir, “otro Renacimiento singular y muy poderoso”. En el que serían decisivos artistas españoles formados en Florencia, Milán, Venecia o Roma que luego llevarían el lenguaje renacentista, con su admiración por la Antigüedad clásica, a una España a la que alejaron del gótico. Ahora ese momento al que no se le ha dedicado nunca una exposición, señala Falomir, aterriza en el Prado en Otro Renacimiento. Artistas españoles en Nápoles a comienzos del cinquecento .

'Sagrada Familia con Rafael, Tobías y san Jerónimo (Virgen del pez', de Rafael (1512-13)

Museo del Prado

Una muestra que reúne 75 obras entre cuadros, esculturas, libros y un retablo de la catedral de Girona y que Falomir asegura que es “de las más importantes hechas por el museo en los últimos años porque muestra la importancia que Nápoles y la experiencia napolitana tendrán para los grandes artistas del Renacimiento español, más importante que Florencia o la misma Roma para ellos”. Artistas como Pedro Machuca, Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloe, Pedro Fernández o Alonso Berruguete, que tras formarse en el norte y centro de Italia podrán realizar allí sus primeras obras monumentales con el lenguaje de la figura viva y la naturalidad del arte del primer Renacimiento.

La conquista de Nápoles en 1503 por el Gran Capitán abrirá la puerta a un ‘Erasmus’ de artistas españoles

'La Virgen y las ánimas del Purgatorio' (1517), de Pedro Machuca

Dani Duch / Propias

Andrea Zezza, comisario con Riccardo Naldi de esta muestra que luego irá al Museo di Capodimonte napolitano, recuerda que Nápoles “no tiene gran escuela pictórica como Florencia, sino que es un gran puerto donde todo se reelabora, y al convertirse en española los españoles vienen a hacer algo así como su Erasmus allí y además muere el papa Borgia en Roma y se hace menos acogedora para ellos”.

El ‘Retablo de la visitación’ (1508-10) de Pedro Fernández 

Dani Duch / Propias

A ella llegan pintores como Pedro Fernández, de Murcia pero con un pincel típico de Lombardía y que introduce en la ciudad partenopea novedades viajando a Roma, donde verá las estancias vaticanas de Rafael. De hecho en el centro de la muestra está la Virgen del pez , única obra de Rafael para Nápoles, “una virgen –dice Zezza– que compagina sentimientos, gestos de Leonardo, grandiosidad del arte antiguo... Conjunta todos los elementos en algo que parece muy sencillo y eso crea escuela en la ciudad”, gobernada entonces por el virrey Ramon Folch de Cardona en unos de los años más felices del reino.

'San Sebastián' (1526-32), de Alonso Berruguete

Museo del Prado

Tras esa obra todo lo que sigue en la muestra está influido por Rafael, con gente como el toledano Pedro Machuca, colaborador en Roma del pintor y que cuando llega a Nápoles en 1517 hará “un rafaelismo extremo más pasional, contundente, dramático, una pasionalidad que se construye en Nápoles y no es una característica milenaria española, este gran expresionismo pertenece a la cultura italiana”, afirma Naldi. Y tras su Erasmus en Nápoles, serán en España embajadores del nuevo Renacimiento.