"Emocionante, estremecedor, histórico”. Estos fueron solo algunos de los calificativos que se aproximaban a las emociones que sintieron aquellos que tuvieron el honor de asistir al concierto homenaje a Taylor Hawkins en Londres.
El batería de la banda estadounidense Foo Fighters falleció el pasado 25 de marzo a los 50 años a los pocos días de dar una concierto en el festival Estéreo Picnic, en Bogotá, Colombia. Tras esta trágica y prematura pérdida de Hawkins la banda suspendió inmediatamente la gira hasta la pasada noche, momento en el que organizaron un concierto homenaje en el estadio Wembley de Londres.
Un espectáculo a la altura de las circunstancias, que brilló con estrellas de la talla de Paul McCartney, Stewart Copeland (The Police), Brian Johnson (AC/DC), Kesha, John Paul Jones (Led Zeppelin) y otros nombres que agotan todas las entradas de los estadios más importantes del mundo.
Pero si hubo un nombre protagonista -y del que Hawkins no podría estar más orgulloso- fue el de su hijo Shane. El joven de 16 años se subió al escenario para tocar la batería y rendir homenaje a su padre junto a Foo Fighters mientras sonaba el tema My Hero.
Los flashes de las cámaras se disparaban a la velocidad de la luz para inmortalizar un momento histórico y muy emotivo para todos los fanáticos del baterista. Antes, el líder del grupo, Dave Grohl, no pudo contener las lágrimas de emoción durante la interpretación de Times Like This. “En momentos como este aprendes a amar de nuevo¨, dijo.
Y añadió: “Estamos aquí para celebrar la música, la vida y el amor a Taylor. Él estaba siempre haciéndote sonreír. Nadie reía, bailaba y cantaba como él. Estoy seguro de que sentisteis lo mismo todos vosotros que lo admirasteis desde lejos. Así que hoy vamos a cantar, bailar, reír, llorar y gritar. Vamos a hacer algo de maldito ruido para que Taylor pueda escucharnos”, concluyó.
Vamos a hacer algo de maldito ruido para que Taylor pueda escucharnos"
Hawkins falleció en Bogotá, a los pocos momentos de sentir un fuerte dolor en el pecho. El estudio forense practicado al artista dictaminó que en su cuerpo se encontraban diez tipos de sustancias diferentes, lo que le provocó un fallo cardíaco.
Además, el tamaño de su corazón era el doble del volumen normal, llegando a pesar 600 gramos, cuando lo normal son 250 gramos.
Los forenses concluyeron que el rockero murió por un “colapso cardiovascular” provocado por una sobredosis de heroína, sumado a un cóctel de otras sustancias que le imposibilitaron la entrada de oxígeno a los tejidos del cuerpo.