Después de Naomi Watts o Emma Corrin, Kristen Stewart se une al club de las actrices que han interpretado a Diana de Gales con la nueva película Spencer , una de las más esperadas del festival de Venecia, que se ha estrenado este viernes en el Lido. En ella Stewart retrata a una solitaria y obsesiva Diana durante tres días en las fiestas de Navidad en Sandringham House en los que decide divorciarse del príncipe Carlos. Diana los accede a pasar de mala gana, mientras su matrimonio se hace añicos y ante la presión de los paparazzi que estudian todos sus movimientos.
El artífice de la película es el realizador chileno Pablo Larraín, celebrado por su retrato elegante de Jackie Kennedy con Natalie Portman, nominada al Oscar a la mejor actriz por ése papel. Sin embargo, toda la atención ha estado concentrada en Stewart, que para hacer de Diana ha tenido que aprender a impostar el acento de una británica de clase alta y a hacer una reverencia de forma correcta. Durante el rodaje hasta había consejeros reales que les iban indicando si algo no era realista. La actriz de Crepúsculo o Café Society –que sorprendió a la industria del cine al revelarse que había sido elegida para este papel– se ha esmerado en estudiar los dejes y la languidez de la princesa del pueblo, aunque tal vez excesivamente. El objetivo, según ha dicho, no era ofrecer nueva información sino imaginar los sentimientos de la princesa durante esos días.
Stewart ha tenido que aprender el acento británico o a hacer correctamente una reverencia
La película retrata a una cada vez más aislada Diana, que apenas interactúa con la Reina o con su marido y que sólo se siente cómoda con sus hijos y con una sirvienta de confianza. Ahogada entre las tradiciones de la familia real –como pesarse antes y después de las Navidades para demostrar que se ha comido bien–, Diana está constantemente haciendo esperar al resto de comensales o escapando de las habitaciones para vomitar debido a su trastorno alimentario. Mientras, y pese a que la relación extramatrimonial del príncipe Carlos estaba en boca de todos, la familia real mantiene su agenda de elegantes cenas o salidas de caza.
Stewart ha dedicado la presentación de la película a hablar maravillas de lady Di. “Cuando miro fotos de ella siento que la tierra tiembla, pero también veo que estaba desesperada por conectar con alguien, es chocante que fuera capaz de hacer sentir tan bien a la gente sintiéndose ella tan mal”, ha contado sobre la princesa, fallecida en un accidente de coche en 1997. Preguntada por la fascinación que sigue generando su figura tantos años después de su muerte, la actriz ha sostenido que era algo natural para ella porque “hay gente que tiene una energía que te penetra”.
Kristen Stewart saluda a los fotógrafos en su llegada al festival
Para este proyecto Larraín ha decidido repetir la estética oscura que ya se pudo ver en Jackie, e incluso recurre al fantasma de Ana Bolena, –decapitada por una supuesta infidelidad– para explicar la desesperación de la princesa. En el biopic de Kennedy Larraín también decidió centrarse en un periodo muy concreto para explicar la complejidad del personaje, el momento justo después de que asesinaran al presidente estadounidense. “Cuando miras a alguien en una crisis, puedes conocer a esa persona muy bien. Ha sido una gran oportunidad recrear un cuento de hadas con una estructura diferente”, ha contado el director en la rueda de prensa de la película. “Esta es la historia de una princesa –ha continuado– que decidió abandonar la idea de convertirse en reina porque quiere ser ella misma”.