Es significativo, además de otras consideraciones de índole comercial y de estrategias de marketing, que la materia prima que haya utilizado Raphael para celebrar discográficamente sus sesenta años de carrera profesional, Raphael 6.0, sean duetos con artistas de variada edad estilística de la escena española y latina.
Una decisión que entronca plenamente en la conexión que Rafael Martos ha tenido siempre con otros artistas, y a la vez, con la reivindicación de su figura por parte de estos. Desde esta perspectiva, Raphael, además de personaje, ha devenido artista transgeneracional que con el paso de los años y de los cambios de usos y costumbres está adquiriendo una dimensión de leyenda muy cercana y de carne y hueso.
Un incondicional
Andrés Calamaro canta con Raphael ‘Jugar con fuego’ en su nuevo álbum
Un ejemplo muy reciente fue la entrevista que se pudo ver este miércoles en el nuevo programa B.S.O. que conduce Emilio Aragón en Movistar+. Será también en esta cadena donde se estrenará en noviembre una serie sobre su vida laboral y personal con aportaciones documentales inéditas y con la participación por primera vez de su familia, para acercarlo a otros ámbitos de espectadores de generaciones más jóvenes.
El listado de cómplices en la docena de dúos que compone el álbum Raphael 6.0 refleja una mirada amplia estilística y generacionalmente: Manuel Carrasco, Luis Fonsi, Vanesa Martín, Pablo López, Gloria Trevi, Pablo Alborán, Natalia Lafourcade, Alejandro Fernández, Izal, Mon Laferte, Omara Portuondo y Luciano Pereyra.
"Yo me siento muy a gusto con cómo soy y cómo estoy. Soy buen compañero, y ellos lo saben"
Entre las canciones incluidas –elegidas entre “centenares de canciones que siempre me han gustado y nunca había grabado”– hay una que puede llamar la atención, Lucha de gigantes , el clásico del desaparecido Antonio Vega. Así lo explica él: “Rindo homenaje a una persona con la que lamentablemente nunca pude cantar, porque llevábamos dos caminos totalmente diferentes. Ahora me he resarcido y para mí ha sido un placer además hacerlo con Izal, que aparte de ser un amigo canta muy bien. De todos modos, lo que hacía Antonio Vega en cualquiera de sus formatos siempre me gustó mucho”.
Porque la gente se sorprendería mucho, repite a lo largo de la conversación, de la música y los artistas que me gusta. Y a la inversa también ocurre. Ya es conocida la profunda interconexión que existe desde hace años entre él y Enrique Bunbury y Andrés Calamaro. Con éste hay una relación fluida de colaboración cuya última muestra ha sido su álbum Dios los cría, publicado por Calamaro hace dos semanas y en donde incluye Jugar con fuego , que canta a medias con Raphael.
Pero quizás una de las primeras señales de que la tendencia había cambiado y de que la profesión de generaciones más jóvenes –bueno, más o menos– no tenía reparos en mostrar su admiración (y deuda, sin duda), fue cuando en 2016 vio la luz el álbum Infinitos bailes . Allí Raphael se nutrió de canciones escritas expresamente para la ocasión por Manuel Carrasco, Vega, Vanesa Martín, Iván Ferreiro, Pablo López, Dani Martín, Mikel Izal, Jorge Marazu o Rozalén,
Raphael lo ve como algo lógico. “Yo me siento muy a gusto con cómo soy y cómo estoy. Y me encuentro muy a gusto departiendo con los demás, porque soy muy buen compañero de todos y ellos lo saben. Y cuando ellos necesitan alguna cosa, también acuden a mí”.