La violinista de fama mundial Anne-Shophie Mutter se encuentra en Barcelona para ofrecer (hoy, 20 h en el Palau de la Música Catalana) el Concierto de violín de Beethoven, el mismo que la hizo mundialmente famosa siendo prácticamente una niña. Aquellos eran tiempos en que el magno Herbert von Karajan tenía la potestad de erigirse en mentor. Y fue en parte y gracias a su apadrinamiento que esta extraordinaria figura alemana de la clásica pudo sobresalir y reproducirse artísticamente a través de lo que ya son casi cinco décadas.
Este martes, la magnética y muy humana Mutter (madre en alemán) dedicó la mañana a ensayar con la Orquestra Camera Musicae para este concierto que dará en calidad de solista de lujo en la sala modernista. Una cita que el director de esta formación catalana, Tomàs Grau, completará con la beethoveniana Sinfonía Heroica .
Justo después del ensayo, la artista fue invitada a un almuerzo con personalidades de la sociedad civil barcelonesa, como Guillermo Mora, consejero de la Orquestra Camera Musicae; el presidente del Cercle del Liceu, Francisco Gaudier; Maria Guasch, viuda de Marián Puig; el galerista Llucià Homs; el propio Tomàs Grau, o Guillem Mora Jr. y Jordi Gastó, colaboradores de la orquesta.
La estrella del violín fue invitada a un almuerzo tras ensayar con la OCM; hoy toca el ‘Concierto’ de Beethoven en el Palau
El chef del Alkimia, Jordi Vilà, preparó un menú carrusel de cocina catalana en versión sofisticada en el que no faltaron los espárragos con romesco, su buey de mar y sus sardinas curadas. Y del que Mutter cató una versión sin marisco... aunque “con doble ración de caviar”, una sugerencia del maitre Aleix Dotú que le arrancó una sonrisa.
Conversadora vital, la estrella del violín, que comparte con Grau el oído absoluto, explicó lo orgánico que le resultó tener por primera vez un violín entre las manos a los cinco años de edad: era como la pieza que faltaba del rompecabezas. Y se fue al otro extremo cuando comentó la edad “más temprana” a la que suelen retirarse los violinistas. Si bien los éxitos continuados de Roger Federer, que sigue batiéndose en el Roland Garros, le recordó que en todos los campos hay excepciones. Y no sería extraño en el caso de alguien que como Mutter aparenta veinte años menos.
Entre caldos de tierras catalanas, como ese de las Vinya dels Taus del Penedès con el que se abrió la veda –“apúnteme el nombre, por favor”, le dijo al sommelier Bernat Vilarrubla–, Mutter abordó el tema de su CD Across The Stars (2019) dedicado a John Williams. Lo suyo con el compositor hollywoodiense fue un flechazo cuando, viviendo aún ella en la Selva Negra de Suiza, vio la Guerra de las Galaxias .
–Recuerdo la impresión que me causó la música. Al cabo de 15 años le conocí, pero yo era muy tímida...
–No puedo creerlo –bromeó Gaudier.
–Sí, sí, y él también lo era. (Risas).
¿Su partitura favorita de Williams? Cinderella Liberty , de la que tocó dirigida por él propio compositor Nice to be around.
El intercambio de emails con Williams la ha mantenido despierta en esta pandemia, cuenta. Su primer Concierto de violín lo escribió el creador estadounidense en los setenta. Y el segundo viaja ahora de su mail al de la brillante violinista.