El entusiasmo era generalizado esta mañana de lunes en el Gran Teatre del Liceu. El maestro Gustavo Dudamel, que está en pleno proceso de ensayos de la ópera Otello de Verdi en el coliseo de la Rambla de Barcelona, había sido galardonado de madrugada (hora española) con el Grammy a la mejor interpretación orquestal por el álbum Charles Ives: Complete Symphonies al frente de la Filarmónica de Los Ángeles de la que es titular.
El director de orquesta venezolano se encontraba este lunes por primera vez con la Simfònica del Liceu, a la que ya había dirigido en octubre pasado en otro Verdi, Il trovatore. "Otello es una obra que desde el primer compás ya necesita de mucha energía -recuerda el director artístico del teatro, Víctor Garcia de Gomar-, energía que Gustavo Dudamel desprende ya con su presencia". El anuncio del Grammy debió de amplificarla en el ensayo que tenían esta tarde por primera vez en el escenario.
Energía
El premio amplificó el entusiasmo con el que comenzó ayer el encuentro de Dudamel y los músicos de la Simfònica del Liceu
La gala virtual, debido a la pandemia, se celebraba desde el Staples Center de la ciudad de Los Ángeles. Y fue justamente cuando se anunciaron los ganadores en las categorías latinas que se conoció el galardón otorgado a Dudamel. El mencionado álbum que incluye la integral de sinfonías del innovador compositor estadounidense Charles Ives (1874-1954) ofrece una nueva visión de la música de un pensador radical.
Leonard Bernstein decía de Ives que había realizado “su propia revolución musical privada”. Y de la interpretación de estas obras por parte de la Filarmónica de Los Ángeles en el Walt Disney Concert Hall, dirigidas por Dudamel, recibieron críticas muy favorables. “Dudamel encontró el equilibrio preciso entre lo viejo y lo nuevo aquí haciendo que cada línea, cada trozo de contrapunto, cada melodía de flauta enterrada o pizzicato de cuerda repentina llame la atención, una topografía musical en la que cada detalle tiene una historia que contar”, decía Los Angeles Times.
Galardones
Es el tercer Grammy que se lleva Dudamel con la formación californiana, tras un Brahms y el 'Sustain' de Andrew Norman
Este no es ni mucho menos el primer Grammy que se lleva Gustavo Dudamel. Ya había logrado dos con la misma formación orquestal: el primero fue en el 2012, por una grabación de la Sinfonía núm. 4 de Brahms y el segundo en la pasada edición pasada, por la interpretación de Sustain del compositor Andrew Norman.
Dudamel lleva desde el 2009 al frente de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles, con la que ha trabajado en repertorios y programas innovadores para acercar a nuevas audiencias a la música clásica. Y de finalizar su nuevo mandato, que acaba de firmar el pasado enero, finalizaría su titularidad en la temporada 2025-2026. Habrían sido 16 años de carrera con la troupe de Los Angeles, el periodo más largo después de su antecesor Esa-Pekka Salonen.
Habrá que ver cómo compagina su labor con la formación californiana con la dirección musical de la Opéra de Paris, si se acaba confirmando Dudamel ocupará este puesto en sustitución de Philippe Jordan. La batuta venezolana no prevé abandonar la Filarmónica de Los Ángeles.
A pesar de su juventud (40 años recién cumplidos), Gustavo Dudamel lleva una intensa carrera a sus espaldas como director de orquesta. Comenzó sus estudios en esta materia en 1995, primero con Rodolfo Saglimbeni, después con el maestro José Antonio Abreu, el fundador del Sistema de orquestas venezolano. Durante muchos años fue concertino de la Sinfónica Infantil de Venezuela, y se destacó desde muy temprano como compositor de pequeños ensambles.
En 1999, lo designaron director de música de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar y de la Orquesta Sinfónica Nacional de la Juventud de Venezuela. Su energía y su manera vibrante de dirigir le llevó en sus giras y viajes a ser muy celebrado y solicitado. Los desencuentros con el gobierno venezolano, no obstante, han llevado al joven maestro a distanciarse por el momento del proyecto de la Simón Bolívar.