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¡No pinches mi música!, músicos que no quieren ser utilizados

Cultura, no política

Neil Young, los Rolling o R.E.M. han exigido a Trump que no use sus temas en campaña; Coque Malla le envió un mensaje a Vox

Coque Malla, Mick Jagger y Neil Young

LV

Si desde hace 80 años Walter Benjamin ya no puede defenderse de los intentos de apropiarse de su figura, otros creadores sí están combatiendo en estos momentos su uso por ideologías con las que no están de acuerdo. El martes el cantante Neil Young anunció que llevaba a los tribunales la campaña de Donald Trump por el uso de sus temas Keep on rockin’ in the free world y Devil’s sidewalk en el fracasado acto de Tulsa, Oklahoma, saboteado por miles de adolescentes. “En conciencia no puedo permitir que su música sea empleada como tema principal para una campaña divisoria y antiamericana de ignorancia y odio”, ha afirmado Young, que se ha declarado seguidor del izquierdista Bernie Sanders.

Sus cuitas con Trump, a cuya campaña ha exigido entre 750 y 150.000 dólares por cada infracción de derechos de autor, vienen de lejos. Desde el 2015, cuando el magnate presentó su candidatura presidencial usando ya Keep on rockin’ in the free world . Entonces Young dijo que Trump no tenía permiso, pero el mánager de la campaña afirmó que aunque habían comprado los derechos respetarían su deseo de no usarla. Y Trump tuiteó “para los incrédulos” una foto estrechando la mano de Young en su despacho y le llamó “hipócrita total”, asegurando que había acudido a pedirle dinero para un proyecto y le había invitado a un concierto.

Las cosas entre ambos han empeorado. Young, un canadiense que desde hace más de medio siglo vive en Los Angeles, asegura que se ha nacionalizado estadounidense este año para poder votar contra Trump, al que califica como “incapaz” para el cargo tras negar la influencia del cambio climático en los fuegos que arrasaron California en 2018 quemando su propia casa. Este febrero hizo pública una carta en la que llamaba a Trump “desgracia para mi país” y le señalaba que no podía usar sus temas. Lo que no fue óbice para que Trump los empleara de nuevo en el Monte Rushmore el 4 de julio –Young tuiteó que él estaba de lado de los Lakota Sioux, en cuyas tierras se cinceló el enorme monumento– y en Tulsa.

Pero Young no ha sido el único en amenazar a Trump por el uso de su música: lo han hecho ya los Rolling Stones o la familia de Tom Petty. Michael Stipe, de R.E.M., le espetó en 2015 que no usara sus temas para su “imbécil farsa de campaña”, en la que sonaba It’s the end of the world as we know it (and I feel fine) .

Tom Petty en una imagen de 2008

Jeff Haynes / Reuters

Una lista larga

Sin duda la lista de personajes históricos utilizados con intenciones políticas incluso contrapuestas es extensa. Desde Don Pelayo, el Cid y Jacint Verdaguer por el franquismo, que colocó al poeta catalán en los billetes de 500, a una Juana de Arco que ha acabado privatizada por el Frente Nacional francés. O Abraham Lincoln simbolizándolo casi todo en su país, tanto para los progresistas durante la Gran depresión como para los conservadores desde los setenta y con Obama nombrándolo como su presidente favorito y usando su Biblia para jurar el cargo. Simón Bolívar, el libertador nacido en la aristocracia caraqueña, ha sido utilizado por el duro dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez y luego por Hugo Chávez, que denominó su movimiento “bolivariano”.

El cantante Coque Malla durante un concierto del ciclo de las Noches del Malecón

Marcial Guillén / EFE

Pero el trasiego ideológico resulta más complejo cuando los utilizados pueden hablar. Y con sorpresas: en el famoso mitin de Vox en Vistalegre en 2018 los de Santiago Abascal hicieron sonar con éxito el tema No puedo vivir sin ti , de Los Ronaldos. Coque Malla respondió en Facebook que “no sé si Vox sabe que media España piensa que es una canción dedicada a la cocaína... Pero no se preocupen, la otra media sabe la verdadera inspiración de la canción, que no es otra que la relación homosexual entre dos amigos gays muy queridos, que lo pasaron realmente mal por culpa de la intolerancia y de la estupidez homófoba (...) Como me cuesta trabajo pensar que ustedes apoyen nada que tenga que ver con la cocaína, me inclino a pensar que por fin han abierto sus mentes y han abrazado la causa homosexual. Si es así, les felicito sinceramente”.