El Grec abrirá con un gran espectáculo de Baró d’Evel contra la pandemia
La cultura del verano barcelonés
El festival, que arranca el 30 de junio invitando a sanitarios a las gradas, contará con 48 espectáculos presenciales
Más allá. Es el lema del festival Grec de Barcelona de este año, que finalmente alzará el telón el 30 de junio y el 1 de julio con un espectáculo dedicado a los momentos que acabamos de vivir con la pandemia. Una propuesta de la gran compañía de circo Baró d’Evel titulada A tocar!, una ceremonia de reconexión con la vida y lo que importa en la que participarán Refree, Tortell Poltrona, Maria Muñoz, Imma Colomer y Frederic Amat. Un viaje por nuestra humanidad y por la gente que hace posible sentir orgullo de la condición humana en tiempos inciertos.
Para Cesc Casadesús, director del festival, “sólo podíamos inaugurar el Grec con poesía para explicar lo inexplicable. La poesía es un lenguaje que llega al alma, especialmente la del payaso, el único que se puede reír a la cara, poner una sonrisa frente a las desgracias”.
Al anfiteatro del Grec habrá que acceder escalonadamente según la hora que marque la entrada
La inauguración en el anfiteatro griego de Montjuïc tendrá como invitado a personal sanitario y de emergencias que han participado en la gestión de la crisis. Un anfiteatro al que ahora habrá que acceder por varias puertas y escalonadamente por turnos horarios según marque la entrada. Tampoco habrá ya bar en sus amplios jardines a la salida de los espectáculos, pero sí un autobús especial desde el Grec cada cinco minutos a las plazas España, Universitat y Catalunya. No harán falta las mascarillas en los espectáculos pero sí, reconoce Casadesús, paciencia para entrar y salir.
Sólo habrá 30.000 entradas a la venta, un tercio de las habituales, debido a los aforos reducidos
A tocar! será el sonado pistoletazo de salida de un festival que contra viento y marea finalmente se celebrará –se han cancelado la mayoría de grandes festivales europeos de verano, como Edimburgo y Aviñón– y que, manteniendo 3,3 millones de presupuesto, pretende ser un impulso para la ciudad que sale del confinamiento. Y, sobre todo, para la creación local, que ha realizado una travesía en el desierto que todavía dura y para la que supone hasta 8.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Todos los espectáculos costarán sólo 15 euros, excepto los familiares, que costarán 5
En total, 48 espectáculos presenciales –hay además un programa de propuestas en otros formatos– hasta el 31 de julio, con 30.000 entradas a la venta el viernes a las 9 de la mañana, muchas menos de las habituales por los aforos más reducidos: sólo se ocuparán 800 de las 2.200 de las entradas del anfiteatro griego y un tercio en el resto de teatros. Eso sí, las entradas serán a precios populares: todas a 15 euros y un precio reducido de cinco euros para los espectáculos familiares para un momento en el que, ha dicho Ada Colau en la presentación, hay angustia económica.
Será, dice el director del Grec, un festival de proximidad, espiritual, comprometido con los artistas y con una mirada sutil a las conexiones entre Barcelona y América Latina. De hecho, a América Latina, incluido su realismo mágico y sus espíritus, tenía que haber estado dedicado este año el certamen, y aún se refleja en los carteles que colgará por las calles: coloristas chamanes y trajes tropicales, incluido uno compuesto sólo por frutas y hojas de palmera que parece un sombrero de Carmen Miranda.
El festival ha logrado mantener la presencia internacional con Peeping Tom, el circo de la Compagnie XY o Tiago Rodrigues
Por supuesto, la programación internacional, dadas las dificultades este año, será mucho menor a la prevista, pero aún así existirá: el festival ha salvado la danza de los belgas Peeping Tom y el espectacular circo de la francesa Compagnie XY con Möbius, que actuarán en el anfiteatro Grec. Y también las propuestas del uruguayo Sergio Blanco (el irónico monólogo Memento mori y Covid-451, que creará en Barcelona con médicos reales que leerán sus textos en escena) o del inesperado trío de ases que forman el director portugués Tiago Rodrigues con dos animales escénicos como Matilde Monnier y La Ribot en Please Please Please.
Propuestas estas últimas que se verán en otros espacios del festival, que se concentra en la montaña de Montjuïc –Teatre Lliure, Mercat de les Flors, MNAC–, pero que también llegará al TNC, el CCCB, el Born, el Museu Marítim, La Pedrera o el Palau de la Música. Presencialmente no habrá en cambio, pese a que era lo habitual, ningún teatro privado barcelonés en esta edición.
Una edición en la que escénicamente destacan las propuestas de algunos de los creadores locales más internacionales: Angélica Liddell con La letra escarlata, la Agrupación Señor Serrano con The mountain y La Veronal con Sonoma en el MNAC.
Un año en el que habrá mucha música –lo menos problemático de programar en estas circunstancias– con nombres que van desde Omara Portuondo al Petit de Cal Eril, los Stay Homas, Sílvia Pérez Cruz y Marco Mezquida, Manel, Els Amics de les Arts, El Pot Petit o Mayte Martín. Habrá además noches de tango, de música urbana, un homenaje a Xavier Cugat (I sing a song about bananas, por el Taller de Músics) y clásica en el Palau con Xavier Sabata y Núria Rial o con la Orquesta del Liceu con Eulàlia Valldosera.
En danza, cuyas propuestas se verán en el Mercat de les Flors y en varios museos, y para los que muchas compañías se han encerrado juntas durante el confinamiento para poder estrenar, estarán desde Mal Pelo a Núria Guiu o Pere Faura. Y en el Born estará la instalación Dimonis de Cabosanroque sobre Jacint Verdaguer y sus exorcismos. En la Sala Tallers del TNC habrá otra instalación para un solo visitante por turno: Sílvia Delagneau ha transformado la obra de teatro que preparaba en una propuesta sobre el mundo de los hongos y los insectos.
En teatro, Carme Portaceli, que tenía que estrenar la adaptación de La casa de los espíritus –la presentará en el próximo Grec– llevará finalmente al anfiteatro griego un montaje con lecturas, coreografías y audiovisuales sobre otros momentos de peste en la historia que resaltan la importancia de la cultura: No passa cada dia que algú ens necessiti (de fet no és gens habitual que algú ens necessiti).
Habrá más circo con las instalaciones de hierro de Joan Català y 5100 m/s, con Alba Sarraute en Desdèmona y con Joan Ramon Graell y Estat d’emergència, y en la programación familiar estarán desde los Farrés Brothers, con Orbital, a la premiada Marie de Jongh con Ikimilikiliklik.
Pero además el festival crea el Grec en Obert, 36 propuestas que van desde retransmisiones en directo de los espectáculos a través de las redes o la televisión –quieren emitir hasta 20 montajes por BTV– a un cabaret en radioteatro o una pieza por Zoom, paseos por la ciudad o diálogos con creadores, incluido el proyecto Brasil secuestrado, con artistas de Brasil bajo el régimen de Bolsonaro.
Se crea el Grec en Obert, que emitirá obras presenciales y también nuevos formatos como un cabaret en radioteatro
En el Grec en Obert se intentará colocar en otros formatos el teatro que no se podrá estrenar por falta de ensayos estos meses de confinamiento. Se podrá ver el proceso de creación de espectáculos como El màgic d’Oz de David Selvas y Marc Artigau, o una lectura dramatizada del Pedro Páramo de Juan Rulfo adaptado por Pau Miró y dirigido por Mario Gas. Y se ofrecerán butacas virtuales para ver Assedegats, de Wajdi Mouawad, y habrá un espectáculo de Roger Bernat, Sodoma, 24 horas online.
Por último, para los espectáculos que no han podido estrenarse por falta de tiempo, el certamen crea la sección De Grec a Grec, 24 montajes que se irán estrenando a lo largo del año en otros teatros como parte del festival, como el nuevo proyecto de Pablo Messiez con Sílvia Pérez Cruz (Farsa). Otras propuestas, como la danza de DV8 Physical Theatre o la de Dimitris Papaioannou, pasan al Grec 2021.