El coronavirus no puede con Rafael. Pese a los temores por si la emergencia sanitaria forzaría el retraso de la apertura, el prestigioso espacio de las Scuderie del Quirinale de Roma inaugura hoy su más ambiciosa exposición: la dedicada al genio de Urbino, que con más de 200 obras, entre pinturas, dibujos originales, documentos, esculturas, tapices y proyectos arquitectónicos es la mayor muestra jamás organizada sobre el renacentista. La guinda italiana para conmemorar el 500 aniversario de la muerte de Rafael Sanzio, el 6 de abril de 1520.
“Nunca en todo el mundo había existido una exposición así sobre Rafael”, subraya a La Vanguardia Eike Schmidt, director de la Galería de los Uffizi de Florencia, que ha organizado la muestra junto a las Scuderie y ha prestado alrededor de cincuenta obras. Además del museo florentino, espacios de todo el mundo, como el Louvre, el Metropolitan de Nueva York, la National Gallery de Londres o el Museo del Prado han puesto su grano de arena para homenajear a un artista que murió con sólo 37 años, pero que es considerado uno de los grandes maestros del renacimiento italiano.
Más de 200 obras
Los Uffizi, el Louvre, la National Gallery o el Prado han participado con préstamos
Precisamente es su prematura desaparición el punto de partida de la muestra, titulada “Raffaello, 1520-1483”. Las salas recorren su vida a la inversa, comenzando por una recreación de su tumba en el Panteón de Agripa y siguiendo por sus once intensos y prolíficos años en Roma, los últimos y más importantes de su carrera. Estuvo al servicio de los papas Julio II y León X, cuyos famosos retratos están expuestos, el segundo por primera vez después de una restauración de tres años. Rafael vivió desde 1509 en la ciudad de la curia, de los mecenas pontificios y de los humanistas, una etapa que lo consagró junto a Miguel Ángel como el principal maestro del Renacimiento maduro. El camino culmina con su etapa de aprendizaje en Florencia o en la natal ciudad de Urbino.
Según cuenta a este diario la directora del comité científico encargado de la muestra, Sylvia Ferino, con esta inusual organización pretenden “incitar a hacer entender hasta qué punto fue devastadora la prematura muerte de Rafael”. “Estaba en el mejor momento de sus creaciones. Tenía proyectos en Villa Madama o la reconstrucción de San Pedro. La gran pregunta que nos hacemos todos es qué hubiese pasado si hubiese vivido 50 años más, como sí hizo Miguel Ángel”, mantiene.
Un camino a la inversa
La muestra recorre desde sus últimos años en Roma hasta su etapa en Florencia o Urbino
La exposición hace un guiño indirecto a la histórica rivalidad con Buonarrotti al exponer uno de los grandes tapices que Rafael diseñó sobre la vida de los apóstoles para la Capilla Sixtina. Después de permanecer durante una semana en la capilla pontificia, el lugar original para el que fue diseñado –las malas lenguas dicen que fueron relegados a los sótanos del Vaticano por los celos de Miguel Ángel–, ahora uno de ellos, El sacrifico de Lystra , se puede admirar en las Scuderie del Quirinale.
Además han viajado a Roma tres obras que no habían estado en Italia en siglos: la Madonna Alba (de la National Gallery of Art de Washington), la Madonna della Rosa (del Prado), y la Madonna Tempi (de la Pinacoteca Antigua de Munich). Todas comparten espacio con obras maestras del genio renacentistas, como la Fornarina , la Santa Catalina de Alejandría o el Retrato de Baltasar Castiglione . “Ver juntas estas obras nos da una posibilidad de estudio, pero también el placer de belleza que nos hace recorrer el proceso creativo de Rafael”, señala Schmidt.
Estudio de la roma antigua
Una carta a León X muestra cómo sentó las bases de la tutela del patrimonio
Uno de los puntos más interesantes de la exposición es la famosa Carta a León X , un documento que Sanzio envió al entonces papa en 1519, y que según los expertos, sienta las bases de la actual tutela de la antigüedad. En el texto, que permaneció oculto durante dos siglos, Rafael dedica unas palabras al pontífice con respeto, pero con firmeza, para reclamar la salvaguardia del patrimonio de la antigua Roma. Según Forini, es una carta “increíble” porque explora el estado deplorable de monumentos antiguos de los cuales extraían el mármol para otros edificios como la basílica de San Pedro. “Rafael se da cuenta de lo grande que era la antigua Roma, por lo que escribe al Papa, casi retándolo, para urgir a que se prohibiese continuar con esa destrucción”, señala la experta. Además, en la carta Sanzio realiza un estudio arquitectónico de los restos romanos con un respeto nunca visto por las ruinas de la ciudad eterna.
Organizar una retrospectiva de este nivel ha llevado a que decenas de personas y comisarios de varios museos hayan trabajado codo con codo durante tres años. La muestra, que en un principio se alargará hasta el 2 de junio, ha generado un gran interés del público y ya se han vendido 70.000 entradas. Sin embargo, el coronavirus que atemoriza Italia también llega al Quirinale y ya ha habido varias cancelaciones, que siguen la estela de la Roma vacía de turistas que se puede ver estos días, pese a que el principal foco de atención está en el norte de Italia. Según Schmidt, los visitantes deberían tomarse la emergencia sanitaria “como una oportunidad positiva”. “La experiencia seguramente es mucho mejor que una muestra con largas filas y gente que empuja para ver las obras maestras”, apunta. Además, el museo señala que el número reducido de entradas cumple con las recomendaciones del Gobierno de permanecer a un metro de distancia de otros visitantes, por seguridad.