Nadie (o casi nadie) sabe quién es realmente Bansky, pero sus obras llevan un sello tan propio que a simple vista se puede saber si él está detrás o no. Este jueves apareció un nuevo mural en Bristol (al oeste de Inglaterra), ciudad de la que se cree que es originario el artista, y ya ha sido interpretado como su regalo por San Valentín.
Nada más aparecer la nueva pintura hubo quien dudaba de la autoría porque estas obras nunca van firmadas. Bansky suele reivindicar que son suyas al compartirlas en su cuenta oficial de Instagram y esa publicación finalmente llegó durante la madrugada. El grafitero ha compartido una galería en la que se ve el mural desde dos ángulos diferentes y no añade ningún comentario.
Inocencia y violencia
La niña dispara con un tirachinas a un objeto volador rojo
Por el momento este mural no tiene nombre. La protagonista es una niña pequeña, en blanco y negro, armada con un tirachinas que ha disparado contra un objeto volador rojo, que ha explotado y ha dejado una mancha de flores. Algunos de esos pétalos rojos han caído sobre el letrero de la calle Marsh Lane.
La obra mezcla la inocencia de una niña con la violencia. También se puede interpretar como que la pequeña lo que ha destrozado es un corazón que iba flotando, uno de esos tan típicos que se dibujan por San Valentín. Esta joven parece estar bien con su tirachinas y no necesita amor en su vida.
Este artista callejero suele llamar la atención siempre al pintar sobre cuestiones sociales y agregar elementos de oscuridad a escenas que de otro modo serían alegres. Una de sus últimas obras fue la que pintó en Birmingham el pasado diciembre sobre la problemática de la vivienda. Dibujó dos renos voladores tirando de un hombre sin hogar en un trineo que era realmente un banco de la calle.