El duelo de Pattinson y Dafoe en ‘El faro’ seduce en Sitges
Duelo interpretativo
La cinta participa en la sección oficial Fantàstic fuera de concurso
El director estadounidense Robert Eggers deslumbró a público y crítica con La bruja (2015), brillante debut terrorífico con sabor a cine de autor que dejó a todos con ganas de más. Tras pasar por el festival de Cannes y el de San Sebastián, los incondicionales del fantástico pudieron degustar y aplaudir ayer con entusiasmo en Sitges su nuevo trabajo, El faro , que lleva a unos demacrados y superlativos Robert Pattinson y Willem Dafoe a vigilar un faro perdido en la inmensidad del océano sin más compañía que la de unas gaviotas que pueden sacar de quicio a cualquiera y el indomable azote de una naturaleza caprichosa.
Todo ello en el marco de una misteriosa isla de Nueva Inglaterra a finales del siglo XIX donde el mal rollo entre el viejo lobo de mar y su joven ayudante, agravado por el hastío de una solitaria rutina que sólo apacigua el consumo masivo de alcohol, hará aflorar visiones oníricas de seres procedentes de leyendas mitológicos y elevar la locura a límites insospechados. Inmortalizada en una fotografía en blanco y negro, la intensidad del duelo interpretativo Pattinson-Dafoe es de lo mejor que se ha visto hasta ahora en el festival. La cinta participa en la sección oficial Fantàstic fuera de concurso.
La que sí compite es The room , otra inquietante propuesta en formato de thriller dramático que también se pudo ver ayer con Olga Kurylenko –presente en el festival– en el papel de una mujer que, junto a su marido ( Kevin Janssens), dejan Nueva York para trasladarse a una enorme casa fuera de la ciudad. Durante las tareas de reforma dan con una habitación secreta que hace realidad todos los deseos. Huelga decir que si además de cosas materiales pides un bebé, la situación puede acabar muy mal.