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Marqués-Marcet ahonda en las contradicciones

Festival de Cine de Málaga

El director barcelonés presenta en el Festival de Cine de Málaga ‘Els dies que vindran’, una de las apuestas fuertes del certamen, con Maria Rodríguez y David Verdaguer como pareja protagonista de una historia ficticia a partir de la gestación auténtica de ella

Carlos Marques-Marcet (en el centro) posa con los actores David Verdaguer y María Rodríguez Soto

Jorge Zapata / EFE

El relato sobre las dudas y los miedos de una pareja con apenas un año de relación ante el embarazo no planeado de ella sirve al barcelonés Carlos Marqués-Marcet para profundizar en las contradicciones de su generación y para lanzar preguntas sobre nuestra sociedad en El dies que vindran , una de las apuestas fuertes del Festival de Cine de Málaga. La historia es ficticia pero la gestación y la pareja son reales. La madre es la actriz Maria Rodríguez Soto y el padre, su compañero David Verdaguer.

Los personajes de Lluís (Verdaguer), de 32 años, y Vir (Rodríguez), de 30, ni siquiera las tienen todas consigo como pareja cuando el súbito embrazo de ella les plantea el dilema de ser padres o renunciar al bebé. Y una vez se ponen de acuerdo en seguir adelante, su decisión no es precisamente la llave de la felicidad sino más bien de territorio ignoto con obstáculos que les hacen dar giros en direcciones jamás previstas por ninguno de ellos.

Los futuros padres discuten con frecuencia y muestran graves dificultades para comprenderse. Y a sus problemas de entendimiento mutuo se suman otros que la sociedad les impone, sobre todo cuando Vir pierde el empleo a causa de su nuevo estado, y algunos más que la inexperiencia y los prejuicios más recónditos les acaban creando. Este último es el caso de Lluís cuando, sin encomendarse a nadie ni consultarlo con Vir, acepta un empleo que no le gusta al sentirse obligado a ganar más dinero: un impulso sin duda relacionado con el instinto patriarcal y el reflejo de “hacer algo, lo que sea”, que le hace precipitarse.

La película tiene un interés político en la medida en que explora el papel de nuestra ideología respecto a las cuestiones de pareja y de género”

Carlos Marqués-MarcetDirector

“Creo que la película tiene un interés político en la medida en que explora el papel de nuestra ideología respecto a las cuestiones de pareja y de género”, explica el realizador a La Vanguardia. Porque “los de treinta y pico nos pensamos que hemos superado ciertas cosas y determinados clichés cuando de pronto algo tan natural pero brutal como tener un hijo nos mete de lleno en roles supuestamente antiguos”. Entonces “nos vemos “arrastrados a un papel dentro de las estructuras sociales, el Estado y la familia, que no hubiéramos pensado en asumir”. Y al mismo tiempo “eso nos lleva a replantearnos nuestra relación con la generación anterior”, añade.

‘Els dies que vindran’ da continuidad a los dos largometrajes anteriores de Marqués-Marcet: ‘10.000 kilómetros’, triunfadora en Málaga hace cinco años, y ‘Tierra firme’

Els dies que vindran da continuidad a los dos largometrajes anteriores de Marqués-Marcet: 10.000 kilómetros, con el que ganó hace cinco años la Biznaga de Oro a la mejor película y la Biznaga de Plata a la mejor dirección en el propio Festival de Málaga, y Tierra Firme, estrenada en el 2017. La primera aborda una difícil relación de pareja marcada por la distancia y la segunda trata sobre la construcción de un hogar y la decisión de tener un niño, también en circunstancias conflictivas.

Me gusta ir de lo íntimo a lo más general a fin de indagar en determinadas cuestiones sociales”.”

Carlos Marqués-MarcetDirector

“Me interesa profundizar en historias corrientes y cotidianas que a la vez son las más esenciales en nuestras vidas”, continúa el cineasta. “Y me gusta ir de lo íntimo a lo más general a fin de indagar en determinadas cuestiones sociales”.

Verdaguer y Rodríguez Soto subrayan su implicación plena y desde el primer momento en el proyecto de la película presentada este miércoles en Málaga: no sólo por la obvia razón de que el filme se base en el embarazo real de ella, sino por su identificación con el sentido y significación del relato ficticio al que dan vida.

Los dos actores enriquecieron el guión inicial de Marqués-Marcet con algunas improvisaciones y otros aportaciones sustanciales

Los dos actores enriquecieron el plan trazado por Marqués-Marcet en el guión mediante algunas escenas improvisadas, como la de la elección del nombre de la criatura (Zoe), y otra aportaciones sustanciales. La más decisiva fue la del vídeo del embarazo de la madre de Maria, Laura Soto, y el alumbramiento de la ahora madre primeriza. Estas imágenes lo cambiaron todo cuando Maria iba ya por el octavo mes de gestación. “Carlos se volvió loco de contento cuando apareció el vídeo, y le dio un vuelco a la película”, recuerda Verdaguer.

El filme también recoge el parto de la propia protagnista, Vir, pero en este caso la escena está tomada de otro nacimiento. “Desde el principio acordamos ciertas líneas rojas con el director, y ésta era una de ellas”, dicen los dos actores. Su relación en la vida real, sin embargo, fue clave para facilitar las secuencias más íntimas. “Nos resultó más fácil grabar las escenas de cama que algunas de las discusiones”, aseguran.

La proyección de la cinta de Marqués-Marcet, rodada en catalán a lo largo de año y medio tras concienzudos ensayos de los actores –primero por separado y luego juntos– ha tenido una muy positiva acogida entre los informadores y críticos presentes en el certamen de Málaga. El largometraje suena como uno de los favoritos para los grandes premios del festival.

Otro filme recibido con grandes aplausos en Málaga es La Banda, ópera prima del valenciano Roberto Bueso protagonizada por el actor novel Gonzalo Fernández junto a la actriz Charlotte Vega. La película plantea el dilema de los jóvenes entre las mayores posibilidades de labrarse un futuro fuera y las ventajas de quedarse en la propia tierra: unos encuentran su sitio lejos y otros encajan mejor fuera, pero para averiguarlo a veces son necesarias algunas experiencias, y para decidirlo, algunos sacrificios.

La banda destaca por su frescura, su dulzura y su naturalismo, así como por las convincentes interpretaciones de los actores. Al tímido protagonista, Edu, lo encarna de manera sorprendentemente eficaz el igualmente retraído pero inexperto Gonzalo Fernández. Él y los otros actores no profesionales se apoyaron lógicamente en Charlotte Vega y el resto de artistas más o menos experimentados del elenco, y la combinación funciona.