Los creadores de Forever, único musical del mundo sobre Michael Jackson avalado por su familia pese a ser una producción española, no descartan dar el salto y presentarlo en Estados Unidos. Ese sueño rondaba hace tiempo por la cabeza de sus promotores, sorprendidos por el éxito internacional de un espectáculo que desde 2010 sigue en cartel tras girar por Europa e Iberoamérica, y que ha avivado el respaldo de La Toya Jackson, hermana de la estrella.
La Toya viajó a Barcelona hace meses para ver el espectáculo, que habían presenciado anteriormente otros parientes suyos como Joseph Jackson, padre ya fallecido de Michael, y declaró al caer el telón: “yo me imagino esto en Broadway”, ha destacado este martes su director, Jesús Sanz.
Yo me imagino esto en Broadway”
Al presentar en rueda de prensa en Las Palmas de Gran Canaria tres funciones de Forever programadas en el auditorio Alfredo Kraus los días 22 y 23 de febrero, Sanz ha admitido que, aunque de momento no hay planes al respecto, le haría ilusión presentarlo en Estados Unidos.
“Ojalá, ojalá”, ha dicho al preguntarle sobre esa posibilidad, si bien ha apostillado: “No sabemos hacia dónde va a crecer esto, lo que sabemos es que tenemos la sensación de que sigue hacia adelante”. Por esa razón ha aclarado que, si bien a todas las personas que participan en el montaje, casi medio centenar si se suman a las dos decenas de cantantes, bailarines y acróbatas que suben a escena los demás profesionales que trabajan en él, les gustaría llevarlo al país de su ídolo, eso no figura en sus planes actuales.
Puesto que, inmersos en una cadena de giras en las que, además de por gran parte del territorio español, han pasado por países como Francia, Italia, Alemania o Puerto Rico, repitiendo en más de una ocasión en varias plazas, por ahora “estamos viviendo el momento”, ha dicho el director. Jesús Sanz ha insistido, en esa línea, en recalcar el grado de satisfacción que han alcanzado ya los miembros del equipo de Forever con el reconocimiento logrado hasta el momento, que supera cualquiera de las expectativas que había cuando lo idearon.
Ya que entonces “no sabíamos ni lo que estábamos haciendo”, al asumir el reto, en principio de resultado incierto, de construir desde España un musical dedicado a un mito mundial y además en lengua inglesa, ha confesado. No obstante, ha precisado que sus dudas comenzaron a despejarse desde que en 2010 se puso en escena por primera vez en el teatro Lope de Vega de Madrid.
Entonces, cuando al sonar los acordes de clásicos números 1 de Michael Jackson, “escuché a la gente y no aplaudía, gritaba”, ha rememorado Sanz, que ha añadido que eso le convenció del acierto de su apuesta.
No sabemos hacia dónde va a crecer esto, lo que sabemos es que tenemos la sensación de que sigue hacia adelante”
Reforzada esa convicción con la supervivencia de un proyecto que va camino del décimo aniversario de su estreno el 10 de marzo próximo, el director ha querido destacar que el suyo, a diferencia de muchos musicales estadounidenses que se exportan como franquicias obligando a hacer copias exactas, es un espectáculo “en constante evolución”. Así, a lo largo de su historia se han ido modificando algunos números o partes de ellos y añadiendo o sustituyendo artistas.
De ello ha dado fe el bailarín Álex Blanco, que encarna a Michael Jackson en el ‘show’ ahora pero que, como ha recordado mientras lo presentaba ataviado y caracterizado para tener la apariencia del cantante, lo vio por primera vez como espectador años atrás, en una época en que ni sospechaba que acabaría siendo su protagonista.
Tanto él como Jesús Sanz y Yure Molina, bailarina originaria de Gran Canaria que trabaja en el montaje desde sus inicios y que ha querido acompañarles al visitar su tierra natal, han coincidido, en todo caso, en matizar que en “Forever” Álex Blanco no es el único que recrea a la estrella.
Porque el musical “no rinde un tributo de forma clásica, no se trata de un imitador que está en escena dos horas”, sino que propone revivir a Michael Jackson emulando su figura y sus ritmos pero de un modo diferente, poniendo sus temas en boca de diferentes cantantes o incluso de todo un coro de gospel, ha explicado.
“Es como si Michael se dividiera en nueve cantantes, doce bailarines, acróbatas y demás”, ha proseguido Álex Blanco, que ha opinado que eso se debe a que el espectáculo, más que un tributo, es “una celebración de la huella que nos ha dejado el Rey del Pop”.