Ni el “rey divino”, mediador entre dioses y hombres, tuvo suficiente poder para evitar el colapso. El poderoso Imperio Maya empezó a desmoronarse durante los siglos IX y X, derritiéndose como un azucarillo en un café. Fue el fin del periodo clásico, el de máximo esplendor, el de las grandes ciudades-estado, esplendorosos monumentos y el desarrollo intelectual y artístico. Una severa sequía bastó para desestabilizar a toda una superpotencia precolombina.
Investigadores de las Universidades de Cambridge y Florida han desarrollado un método para medir los diferentes isótopos del agua atrapada en el yeso, un mineral que se forma en tiempos de sequía cuando baja el nivel hidrográfico, y lo han aplicado en el lago Chichancanab, en la Península de Yucatán, el centro de la cultura maya.
La precipitación anual disminuyó entre el 41 y el 54% respecto a la actualidad durante el colapso maya
Estas mediciones han permitido a los expertos concluir que la precipitación anual disminuyó entre el 41 y el 54% respecto a la actualidad durante el colapso de la civilización maya, con períodos de reducción de lluvia que alcanzaron hasta el 70% en momentos de sequía máxima, según explican en un estudio publicado en la revista Science .
La humedad relativa -la cantidad de vapor ade agua presente en una masa de aire- también disminuyó del 2 al 7 por ciento, comparado con hoy en día. La severidad de las condiciones, indican los científicos, tuvo un peso muy importante en la caída de una de las grandes civilizaciones del mundo antiguo.
”El papel del cambio climático en el colapso del periodo clásico de la civilización maya es algo controvertido, en parte porque los registros anteriores se limitan a reconstrucciones cualitativas. Es decir, cosas como por ejemplo si las condiciones eran más húmedas o más secas”, explica Nick Evans, autor principal del análisis, en un comunicado.
La civilización maya se divide en cuatro períodos principales: el Preclásico (2000 a.C. - 250 d.C.), clásico (250 - 800), terminal clásico (800 - 1000) y posclásico (1000 - 1539). Durante el siglo IX, hubo un gran colapso político en la región maya central. Sus famosas ciudades de piedra caliza fueron abandonadas y se acabaron las dinastías hereditarias para dejar paso a un consejo de gobierno.
Durante el siglo IX, hubo un gran colapso político en la región maya central
El centro de actividad se trasladó a las tierras bajas del norte y las tierras altas mayas. El pueblo maya sobrevivió, pero su poder político y económico se había agotado. Las hipótesis clásicas vinculaban el colapso a las invasiones, la guerra, la degradación ambiental y el derrumbe de las rutas comerciales.
Pero desde que los investigadores reconstruyeron, en la década de 1990, los registros climáticos de ese período, encontraron que se correlacionaba con un período prolongado de sequía extrema. Ahora los científicos han utilizando un método geoquímico más avanzado para medir el agua encerrada dentro del yeso de Chichancanab.
Analizaron los diferentes isótopos del agua atrapada dentro de la estructura cristalina del yeso para determinar los cambios en la lluvia y la humedad relativa durante la caída de los mayas. Midieron tres isótopos de oxígeno y dos de hidrógeno para reconstruir la historia del agua del lago entre los años 800 y 1000.
“Cuando se forma el yeso, las moléculas de agua se incorporan directamente en su estructura cristalina, y este líquido registra los diferentes isótopos que estaban presentes en el agua del lago antiguo en el momento de su formación. Es un método altamente preciso y es casi como medir el agua en sí”, apunta Evans.
Midieron 3 isótopos de oxígeno y 3 de hidrógeno para reconstruir la historia del lago entre los años 800 y 1000
En períodos de sequía, se evapora más agua de lagos como Chichancanab. Los isótopos más ligeros se evaporan más rápido, por eso el agua se vuelve más pesada. “Una mayor proporción de isótopos pesados, como el oxígeno-18 y el hidrógeno-2, indicaría condiciones de sequía”, señalan los expertos.
Estos datos climáticos cuantitativos pueden utilizarse para predecir mejor cómo estas condiciones climatológicas extremas pueden haber afectado a la agricultura, incluidos los rendimientos de los cultivos básicos de los mayas, como el maíz.