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La librería y residencia para escritores viajeros más famosa de París

Shakespeare and Co

El emblemático lugar ofrece hospedaje a cambio de trabajar unas horas en el negocio y cumplir unas normas específicas

Fachada de la librería parisina Shakespeare and Co

LVD

Borges decía que, “de existir, el Paraíso tendría forma de biblioteca”. Pero existe un paraíso terrenal para muchos viajeros y aspirantes a escritores que se encuentra justo en frente de la catedral de Notre Dame: la insigne librería Shakespeare and Company. Un lugar que todo amante de la lectura no debe dejar de visitar.

El que se adentra en este templo de la literatura se espera cruzar, al menos en espíritu, a Hemingway, Miller o Fizgerald. Y es que este lugar está especializado en literatura anglosajona. Fue precisamente aquí donde se publicó por primera vez Ulises, de James Joyce. A pesar de que el libro fue prohibido en Estados Unidos y en Inglaterra, su primera propietaria, Sylvia Beach, no dudó en publicar varias ediciones más del mismo. Por entonces, la librería se ubicaba en la calle L’Odéon.

Tanto Sylvia Beach como George Whitman lograron convertir el establecimiento en uno de los refugios literarios más famosos de la ciudad

Beach logró convertir el establecimiento en uno de los refugios literarios más famosos de la ciudad. Allí acudían escritores célebres y los amantes de la literatura podían conseguir libros censurados. Pero no solo se diferenciaba de otros lugares por vender literatura anglosajona, sino que también tenía otra característica que todavía se mantiene a día de hoy: se permite pasar la noche a los viajeros. Cabe especificar que se debe cumplir una serie de normas para ser aceptado, como mantener un mínimo de normas higiénicas y trabajar durante unas horas en la librería.

Todo parecía ir viento en popa, hasta que llegó el año 1941 y, con él, la ocupación alemana de París. Un oficial nazi entró en la librería e intentó comprar una copia de Finnegans Wake, la obra de ficción cómica de James Joyce. Beach se negó a vendérselo, alegando que era la única obra que poseía y que pertenecía a su colección personal. Dos semanas más tarde, el alemán regresó para anunciarle de que todos sus bienes serían confiscados. Las estanterías se vaciaron y la librera se esfumó con todos los ejemplares. Shakespeare and Co cerraba sus puertas.

Estantes repletos de libros en el interior de la librería Shakespeare and Co

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Por suerte, aquel no era un final definitivo, pues apareció el escritor George Whitman para darle una segunda vida. Whitman, apodado también como el Quijote del Barrio Latino, se instaló en la ciudad del Sena en 1948, después de recorrer a pie Estados Unidos y América Latina y de servir a su país en la segunda Guerra Mundial. Primero abrió una precaria biblioteca de intercambio en su cuarto sin ventanas del hotel Suez, cerca de la Sorbona, luego un pequeño quiosco y por fin una librería llamada Mistral, en homenaje a la poeta chilena Gabriela Mistral.

Whitman intentó negociar durante mucho tiempo con la propia Sylvia Beach para reabrir de nuevo el proyecto que emprendió en 1919. Lo cierto es que no acabaron haciendo negocios juntos, pero la librera le cedió el nombre de Shakespeare and Co al autor cuando ella murió. Nacía así una nueva etapa de la mítica librería, situada esta vez en el número 37 de la Rue de la Bûcherie.

El escritor de Nueva Jersey mantuvo la esencia y la magia que Beach brindó al lugar hasta que falleció a los 98 años. Se dice que dormía en un cuarto encima del local, que ahora ocupa de vez en cuando su hija Sylvia, bautizada con este nombre en honor a la primera dueña. Ella es quien se encarga ahora de sacar adelante este pequeño refugio parisino que hoy ocupa seis pisos y que cuenta con un café propio.

La librería parisina Shakespeare and Co. A la izquierda, su café

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Este pequeño refugio parisino hoy ocupa seis pisos y cuenta con un café propio