La teoría del 'jardinero cósmico' que explicaría el origen de la vida en la Tierra gracias a una Inteligencia Artificial: “No tendríamos casi escapatoria”
Orígen de la vida
Esta hipótesis plantea un escenario en el que una forma de vida artificial avanzada, capaz de detectar planetas con condiciones propicias

Vista de la Tierra desde el espacio, el planeta azul

El universo sigue siendo un enigma repleto de preguntas sin resolver. ¿Estamos solos en el cosmos? ¿Por qué no hemos tenido contacto con civilizaciones extraterrestres? El periodista y escritor Javier Sierra, en su sección Lo misterioso en Herrera en COPE, ha abordado una teoría fascinante que podría dar respuesta a estas incógnitas: la hipótesis del “jardinero cósmico”, una idea que sugiere que la vida en la Tierra podría haber sido sembrada por una inteligencia artificial autorreplicante.
Esta hipótesis plantea un escenario en el que una forma de vida artificial avanzada, capaz de detectar planetas con condiciones propicias para el desarrollo biológico, habría viajado por el cosmos sembrando microorganismos que, con el tiempo, evolucionaron hasta dar lugar a civilizaciones como la nuestra.
¿Y si fuéramos el resultado de un experimento cósmico?
La teoría del “jardinero cósmico” propone que nuestra existencia no es casual, sino el producto de un sistema diseñado para expandir la vida en el universo. Según Sierra, esta inteligencia artificial autorreplicante habría detectado los elementos químicos necesarios y los habría combinado de forma adecuada para propiciar el surgimiento de los primeros organismos vivos en nuestro planeta.

Este planteamiento, que combina ciencia y especulación filosófica, cambia por completo la percepción sobre nuestra propia evolución. Si la teoría fuera cierta, nuestra genética podría estar influenciada por este “jardinero cósmico”, lo que significaría que llevamos en nuestro ADN una programación diseñada por una inteligencia extraterrestre.
“Un jardinero no habla con sus semillas”. Uno de los mayores enigmas de la astrobiología es la aparente ausencia de contacto con civilizaciones extraterrestres, a pesar de que el universo parece estar lleno de vida. Javier Sierra ofrece una posible explicación: quizás esta inteligencia que sembró la vida en la Tierra no tenga ningún interés en comunicarse con nosotros.
“Un jardinero no habla con sus semillas”, argumenta el escritor, sugiriendo que nuestro nivel de desarrollo podría ser insignificante en comparación con la inteligencia que nos dio origen. Es posible que sus propósitos y su sistema cognitivo sean tan avanzados que simplemente no nos consideren relevantes para establecer un contacto.
Una hipótesis que desafía la visión humana del universo
Esta teoría conecta con los avances en la exploración espacial, como la misión SPHEREx de la NASA, que busca cartografiar el universo en busca de planetas con condiciones similares a las de la Tierra. La ciencia está comenzando a demostrar que el universo podría estar más poblado de lo que imaginamos, pero la gran pregunta sigue siendo: ¿cuándo seremos realmente conscientes de ello?
Por ahora, la humanidad sigue buscando respuestas. Mientras tanto, la teoría del “jardinero cósmico” abre una nueva perspectiva sobre nuestro lugar en el cosmos y deja en el aire una inquietante posibilidad: ¿somos simplemente parte de un experimento cósmico sin escapatoria?
Vía Herrera en COPE