El Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo, sigue siendo un desafío sin cura definitiva. Sin embargo, recientes investigaciones sugieren que el ejercicio aeróbico regular podría ser una herramienta poderosa para reducir los marcadores de esta enfermedad y proteger el cerebro del envejecimiento.
Un estudio innovador realizado por científicos de la Universidad de Bristol y la Universidad Federal de São Paulo ha arrojado luz sobre cómo la actividad física puede influir positivamente en el cerebro. Los resultados, obtenidos a partir de experimentos con ratones, ofrecen una nueva esperanza en la lucha contra el Alzheimer.
Impacto del ejercicio en el cerebro
El estudio. Publicado en la revista Brain Research, revela que el ejercicio aeróbico regular no solo protege las células cerebrales sanas, sino que también ayuda a restablecer el equilibrio en un cerebro envejecido. Los investigadores observaron una reducción significativa en los marcadores clave del Alzheimer, como las placas amiloides y los ovillos de tau, así como una disminución en la acumulación de hierro en las células productoras de mielina.

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Doctor Augusto Coppi. El profesor titular de Anatomía Veterinaria en la Universidad de Bristol y uno de los autores principales del estudio, destaca: “Esta investigación subraya el potencial del ejercicio aeróbico como una piedra angular en las estrategias preventivas para el Alzheimer”.
Beneficios adicionales del ejercicio aeróbico. Además de su impacto en los marcadores del Alzheimer, el ejercicio aeróbico mejora la salud general del cerebro. Se observó un aumento en el número de oligodendrocitos protectores, una reducción de la inflamación cerebral y una mejora en la comunicación entre las células cerebrales. Estos cambios contribuyen a mantener el equilibrio crítico en la función cerebral a medida que envejecemos.

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Recomendaciones para integrar el ejercicio en la vida diaria. Los investigadores sugieren que incorporar el ejercicio aeróbico regular en la rutina diaria podría desempeñar un papel crucial en la prevención o ralentización del Alzheimer. Actividades como caminar rápido, correr, montar en bicicleta, nadar o bailar son ejemplos efectivos de ejercicio aeróbico. Se recomienda realizar estas actividades durante 20 a 30 minutos al día, asegurándose de que sean lo suficientemente intensas para elevar el ritmo cardíaco.

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Próximos pasos en la investigación
De cara al futuro, los científicos planean llevar a cabo ensayos clínicos en humanos para confirmar los efectos protectores observados en los modelos de roedores. Además, están explorando medicamentos que actúen sobre el metabolismo del hierro y la muerte celular como posibles tratamientos para el Alzheimer.