El pasado viernes 5 de enero por la noche, un avión de la compañía Alaska Airlines que viajaba de Portland a Ontario perdió una de las puertas de emergencia al desprenderse minutos después del despegue. Un accidente que obligó a llevar a cabo un aterrizaje de emergencia y sembró el pánico entre los pasajeros.
Caída. Afortunadamente, ninguno de los 171 pasajeros que viajaban a bordo del avión resultó herido, pero algunos de sus objetos personales sí fueron succionados a través del gran agujero que dejó el desprendimiento de la puerta y cayeron aproximadamente a 5.000 metros de altura, incluyendo un iPhone que, sorprendentemente, sigue funcionando.
IPhone hallado. Sean Bates, un residente de Washington, informó el domingo en Twitter que había encontrado un iPhone al lado de la carretera. El dispositivo, aún en modo avión, tenía media batería y estaba abierto en una reclamación de equipaje del vuelo ASA1282 de Alaska Airlines, implicado en el incidente del viernes.
El estado del móvil. "Aún estaba bastante limpio, sin rasguños, debajo de un arbusto", explica Bates, mientras añade que "Y no tenía bloqueo de pantalla, así que lo abrí y estaba en modo avión con confirmación de viaje y reclamo de equipaje para Alaska 1282".
Revisado. La Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) confirma que se han encontrado dos teléfonos, uno en el camino y otro en un jardín. Dos dispositivos que serán revisados y devueltos a los pasajeros. Curiosamente, el teléfono descubierto por Bates no presentaba daños evidentes, a excepción del cable del cargador que estaba arrancado.
Más objetos succionados. El iPhone hallado junto a la carretera no es el único objeto que fue succionado por el agujero que dejó el desprendimiento de la puerta de emergencia, también voló un panel del fuselaje, reposacabezas, un respaldo de asiento e incluso una bandeja.
Los Boeing 737 Max 9 en el punto de mira
Tras el accidente, los Boeing 737 Max 9, han sido puestos en tierra por la FAA hasta que la agencia esté "convencida de que son seguros". Hasta ayer lunes 8 por la mañana, se cancelaron más de 300 vuelos de Alaska Airlines y United Airlines, las dos únicas aerolíneas de pasajeros en EE.UU. que utilizan este tipo de aeronave.