La irrupción de la pandemia de coronavirus obligó a una mujer a llevar su negocio, su pequeño emprendimiento familiar, a las redes sociales para tratar de sobrevivir. Ella, de 71 años, no estaba acostumbrada al mundo digital y él, un estafador con experiencia en el robo y la mentira, se aprovechó de ello.
La mujer, de Santiago del Estero (Argentina), creó una cuenta de Facebook para potenciar las ventas de la marca de ropa que tiene junto a sus hijos. Fue allí donde conoció a un hombre que rápidamente la cautivó. Le hablaba de su vida de lujo en Estados Unidos, de las ganas que tenía de ir a visitarla y de la ayuda que podría darle para salir de la crisis económica. Ella le creyó en todo momento.
Para ganarse su confianza el estafador dijo que le iba a enviar una valija con 900 mil dólares y así la ayudaría a salir adelante. Posteriormente, él viajaría para conocerla personalmente a la localidad de Los Juríes, en el departamento santiagueño de General Taboada. Sería el momento en que por fin se verían las caras y concretarían el "negocio" del que venían charlado hacía tanto tiempo.
La trampa estaba fructificando. La mujer de 71 años confió en la promesa del hombre, es por eso que no dudó demasiado cuando apareció en escena otro sujeto.
Este nuevo integrante de la historia le manifestó que la valija enviada desde Estados Unidos a su nombre estaba retenida en la aduana y que para poder recibirla necesitaría cumplir con algunos requisitos.
Las cosas empezaron a complicarse. A partir de ese momento le exigió dinero para que las trámites avanzaran. Le solicitó que le transfiriera dinero a una cuenta bancaria para "destrabar" el envío de la valija que supuestamente portaba los billetes estadounidenses.
Ella estaba convencida de que el hombre no le fallaría, no dudaba de que el envío se cumpliría. De modo que cumplió con los pagos en reiteradas oportunidades. Hizo todas las transferencias financieras, con cifras que iban desde los 165.000 pesos hasta los 480.000. Pero el tema nunca avanzaba.
Cuando reaccionó ya era tarde
En total fueron seis transferencias (dos en agosto y cuatro en septiembre) hasta llegar a una suma total de un millón y medio de pesos (más de 13.000 euros). Con el paso del tiempo entendió que la valija nunca existió y que aquel hombre que la enamoró por las redes sociales era simplemente un ladrón que le había vaciado la cuenta.
Humillada y furiosa, la estafada hizo lo único que podía hacer ante la estafa sufrida: llevó el tema a la justicia y realizó una denuncia penal. La representante de la Circunscripción Añatuya del Ministerio Público Fiscal, Dra. Florencia Garzón, ordenó que los expertos del Departamento de Delitos Económicos se hicieran cargo de la investigación.