¿Es posible divertirse resolviendo enigmas en grupo con un tiempo limitado sin tirarse de los pelos en el intento? Lo es, y precisamente en eso consisten las populares escape rooms, con una mecánica de juego muy sencilla: un grupo de personas en una habitación tiene 60 minutos para salir descifrando los enigmas que hacen falta para conseguirlo. Todo, mientras los organizadores controlan la partida para evitar que haya peligro alguno.
Las habrás visto de todo tipo de temáticas: históricas, futuristas, de terror, aventuras, investigaciones al más puro estilo Sherlock Holmes, sobre personajes literarios… Siempre que se pueda crear uno de estos peculiares puzles, cualquier idea es bienvenida. Pero claro, viendo la cantidad de centros que existen en la actualidad, hay que ser original e innovador si quieres que tu escape room destaque entre las demás. A eso se han dedicado en cuerpo y alma desde Scuba Escape, la primera escape room submarina.
La genial idea parte de dos instructoras de buceo y submarinismo profesional británicas, Leanne Clowes y Clare Dutton, que desde el pasado mes de abril han descubierto un nuevo mundo para los amantes de los acertijos.
El objetivo de ambas profesionales era combinar el buceo y sus técnicas con uno de los juegos más populares del mundo, sobre todo en estos tiempos en los que con la crisis sanitaria ha sido imposible ir a ningún sitio a bucear.
Ubicada en Vivian Quarry, en Snowdonia (Gales, Reino Unido), el lugar contiene nada menos que seis escape rooms entre las que los jugadores podrán elegir, y hay para todos los gustos: un robo, un asesinato misterioso, una amenaza nuclear, una búsqueda de tesoro pirata, el rescate de una princesa en apuros y hasta intentar sobrevivir en un apocalipsis zombie. Por unos 255 euros por persona, aproximadamente, se podrán disfrutar de todas las experiencias, incluyendo la experiencia submarina (para la búsqueda del tesoro pirata), lecciones de buceo, equipamiento y todo lo que puedas necesitar durante el día.
La cantera está ubicada entre colinas, y se trata de un antiguo asentamiento minero de la zona, que con el paso del tiempo terminó inundándose. Ahora, se ha convertido en un punto de referencia para los buceadores profesionales, que se sumergen entre 18-25 metros de profundidad, dependiendo de las condiciones meteorológicas.
Cada buceador podrá sumergirse entre 45-60 minutos para completar las dos pruebas requeridas para resolver el juego y poder ‘escapar’ de la cantera inundada. Las tareas irán desde intentar descifrar pistas a buscar objetos y llevarlos a la superficie. Eso sí, si quieres participar, tienes que tener algún tipo de acreditación profesional, aunque los que no tengan experiencia pueden certificarse completando el curso pertinente en el propio centro. A la hora de sumergirse, contarán con la ayuda de un instructor.
Este fenómeno, que llegó a España hace casi una década, continúa extendiéndose con éxito; y en la actualidad, hay decenas de este tipo de centros de juego repartidos por todo el país. El objetivo es claro: conseguir el aprendizaje a través de los juegos y la felicidad de los usuarios, lo que también se conoce como Teoría del Flow, desarrollada por el psicólogo húngaro Muhály Csíkszentmihályi, y que mantiene que si estás volcado en una actividad para tu propio disfrute, cuando hay un equilibro entre tus habilidades y los retos que te plantean, entras en un estado mental, donde todo fluye. En ese momento, el tiempo vuela y las ideas van surgiendo libremente en tu mente. Ahora llega la experiencia debajo del agua. ¿Estás preparado?