La edad es solo un número. En los últimos días hemos conocido a dos mujeres que le han dado más sentido que nadie a esta frase. Por un lado, Ruthie Shuster, una trabajadora de McDonald’s que sigue al pie del cañón a los 100 años. Ahora os presentamos a Maria Koltakova, una veterana rusa de la Segunda Guerra Mundial que está batiendo todo tipo de récords de longevidad.
A sus 99 años se acaba de convertir en la persona más mayor en ponerse en frente de los mandos de un caza de combate. Su instructor de vuelo, el teniente coronel Andréi Diachenko, quedó sorprendido de las habilidades de Maria. Tanto que la animó a realizar algunas acrobacias aéreas. “No quería soltar el control”, explica.
La rusa Maria Koltakova de 99 años, es veterana de la Segunda Guerra Mundial que consiguió un Récord Guinness al realizar su primer vuelo de entrenamiento en un simulador de avión SU-34 con efecto de inmersión total en realidad virtual. Detalles de @actualidadrt #NoticiasTVN pic.twitter.com/vQGsfmGNnF
— TVN Noticias (@tvnnoticias) March 26, 2021
Al ser preguntada por la experiencia, la autodenominada como ‘abuela de hierro’ aseguró que había disfrutado de lo lindo con el vuelo y que no le resultó nada difícil el manejo del simulador de avión SU-34. Esta no es la única hazaña que ha realizado últimamente, también se ha atrevido a pilotar un tanque T-72 B3.
La heroína de la Gran Guerra Patria María Koltakova en un carro de combate T-72 B3 ruso a sus 99 años. pic.twitter.com/5zMKgrzm3C
— Алексей Човеров (@Com_AChoverov) March 13, 2021
Otro de los récords que tiene en su haber es el de persona de mayor edad en saltar en paracaídas. Esta mujer parece no tener límite.
WW-2 war veteran 93 yr old Russian Maria koltakova jumps in Crimea with a parachute pic.twitter.com/QjTiue5QMe
— ויקאס פנדיטה (@TORUKH_MAKTO) February 19, 2018
Maria Koltakova participó en la gran batalla de Kursk en 1943 contra la Alemania nazi resultando herida en combate y ayudó a salvar a más de 300 soviéticos heridos. Además, también estuvo presente en las liberaciones de Polonia, Ucrania y Checoslovaquia. El mote de ‘abuela de hierro’ le viene como anillo al dedo ya que parece que no tiene ninguna intención de echar el freno.