“No tengo palabras”: La decepcionante razón por la que esta científica fue elegida para una comisión
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Una profesional con su trayectoria reúne todos los requisitos para el puesto, pero parece que nada de eso importa para ser elegida
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Las profesionales de ciencia y tecnología todavía tienen que 'depender' en la discriminación positiva para poder acceder a según qué puestos.
Sociedades científicas, médicas y académicas llevan años advirtiendo lo obvio: se necesita una mayor inversión en ciencia, tecnología e innovación. Nuestro país tiene científicos y profesionales de sobra, pero parece que muchos de ellos todavía tienen que luchar con dos inconvenientes de gravedad: la falta de fondos premeditada por parte de muchos gobiernos autonómicos, y en el caso de las pocas mujeres que trabajan en el sector, con una discriminación por el mero hecho de ser mujeres. A esto se ha querido referir Conchi Lillo, investigadora de la Universidad de Salamanca y del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca, que compartió un revelador correo electrónico el pasado fin de semana que no deja lugar a dudas de lo mucho que queda por hacer.
España solo destina un 1.24% del PIB a proyectos de I+D+I, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), de los que un mínimo porcentaje de los participantes son mujeres.
El correo en cuestión pedía a la neurobióloga que aceptara formar parte de una comisión para evaluar a una serie de aspirantes para un puesto. Su trayectoria no deja lugar a dudas de que Lillo está de sobra preparada para afrontar esa responsabilidad, pero parece que esa no es la razón por la que la eligieron, sino que porque necesitaban a una mujer para completar el equipo.
“Los cuatro investigadores de la UIC (Unidad de Investigación Consolidada) somos varones y nos han dicho desde la AGI (Agencia de Gestión de la Investigación) que tenemos que proponer a una mujer para la comisión. Hemos pensado en ti porque estás familiarizada con la mayoría de las técnicas”, le escriben.
Lillo compartió el mensaje con sus seguidores de Twitter para llamar la atención sobre lo sucedido, algo habitual en la comunidad científica. La publicación se convirtió en viral en apenas unas horas, con miles de usuarios dando su apoyo a la científica.
A pesar de la manera en la que se fraguó todo, la científica ha confirmado que ha aceptado el puesto por una sencilla razón: “Si no, justificarán así que no haya mujeres”. Lillo también aseguró que les había dejado claro lo ofensivo de las formas en que le habían pedido formar parte de la comisión y que ella estaba de sobra cualificada.
Sin embargo, reconoce que, lamentablemente, esto seguirá sucediendo si no se cambian las normas por las que funciona el sector, ya que las mujeres siguen ‘dependiendo’ de la discriminación positiva para poder acceder a según qué puestos, lo que demuestra de sobra cómo está la situación para todas aquellas mujeres dedicadas a la ciencia y la tecnología.