Leyendas e historias de miedo en España que te harán pasar auténtico terror en Halloween

Para no dormir

Con el paso de los años, varias historias oscuras y leyendas se han popularizado en varios puntos de la geografía española

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Exterior del Hospital del Tórax

Wikimedia Commons/Vetranio

Es un mal año para aquellas personas a las que les gusta disfrazarse para acudir a alguna fiesta temática de Halloween. Nos encontramos en plena segunda ola de contagios por coronavirus y las medidas restrictivas para hacer frente a la pandemia impiden todo tipo de celebración. Sin embargo, aquellos a los que les gusta todo lo relacionado con el terror y las historias para no dormir podrán recordar algunas de esas leyendas que giran en torno a algunos puntos de la geografía española.

La chica de la curva

Es quizás una de las leyendas más populares en España. Según la versión más conocida, un hombre que volvía de trabajar por la carretera de las Costas del Garraf en una noche lluviosa vio a una chica vestida con un camisón blanco en uno de los márgenes de la calzada. El hombre detuvo el vehículo y la invitó a subir para que esta no se quedase esperando bajo la lluvia.

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Carretera de las costas del Garraf

Wikimedia Commons/Alex Guerrero

Esta subió al vehículo y se sentó en el asiento del copiloto. Mientras proseguía su viaje, el conductor intentó que la chica le explicase cómo había llegado hasta allí, pero ella esquivaba el tema. Finalmente, cuando se acercaban a una curva muy cerrada, ella le dijo que frenase y fuese con cuidado. El conductor le dio las gracias por el aviso y ella le dijo que era su “misión” ya que ella misma había perdido la vida en esa curva en una noche como aquella hacía 25 años. Tras decir esto desapareció. Esta historia tiene varias versiones y también se ha ubicado en otras carreteras de España como Mallorca o Girona.

El duende parlante

Arturo era un niño cuando entre 1934 y 1935 él y su familia, que por aquel entonces vivía en el número 2 de la calle Anselmo Gascón de Gotor en Zaragoza, empezaron a escuchar una voz que provenía de algún punto entre el primer y el segundo piso del inmueble. Muchos se han referido a esta voz como “el duende parlante”.

En una entrevista con El Heraldo en 2008, Arturo relató que podían escuchar la voz perfectamente desde su vivienda. Un día le dijo al duende que estaba chalado, a lo que este contestó “chalado, no, pequeño”. “Antes, habíamos oído las risas, porque solo estábamos tres familias en el bloque. Cuando llegamos a la nueva casa empezamos a escuchar algo. Mi padre llamó a la Policía y me acuerdo de una voz varonil que decía: ‘Cobardes, cobardes”, explicó Eduardo.

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El número 2 de la calle Anselmo Gascón de Gotor en Zaragoza

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Ante esta situación, la familia revisó todo el inmueble y hasta se plantearon derribar algunas paredes y parte del techo. Uno de esos días, cuando un operario fue a tomar medidas, la voz le dijo “no se moleste, son 87 centímetros”. Arturo cuenta que la voz dejó de sonar en 1935. Nunca supieron de dónde provenía.

Las brujas de Zugarramurdi

En el País Vasco hay numerosas leyendas y mitos en torno a las brujas y a sus rituales y tradiciones. Las cuevas de Zugarramurdi son el escenario de muchas de estas leyendas, donde se habla de aquelarres y de actos mágicos a los que no todo el mundo podía acceder.

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'El aquelarre' de Francisco Goya

Wikimedia Commons

Se hace referencia a Akerbeltz, un espíritu protector de los animales que se ha representado como un macho cabrío. Muchas de sus seguidoras eran mujeres, que fueron conocidas como sorginak y a las que se les atribuyeron poderes de magia y brujería. Actualmente se pueden visitar las famosas cuevas de Zugarramurdi.

Hospital del Tórax

Actualmente el Parc Audiovisual de Cataluña, en Terrassa, es famoso por albergar eventos televisivos y realitys de gran audiencia como es el caso de Operación Triunfo. Sin embargo, el lugar siempre ha sido conocido porque allí se construyó en 1952 el Hospital del Tórax; un centro destinado a tratar enfermedades respiratorias. Pese a que se escogió ese enclave para que los pacientes estuviesen rodeados de naturaleza y aire puro, su aislamiento se convirtió en un problema.

Poco a poco el hospital se fue llenando de pacientes con problemas de salud mental y con enfermos terminales que en muchos casos eran abandonados por sus propias familias. Llegó un punto en el que el Hospital del Tórax se convirtió en uno de los lugares de España con un índice más alto de suicidios.

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Exterior del Hospital del Tórax

Wikimedia Commons/Enric

Hay varias leyendas oscuras en torno al edificio que afirman que había una serie de actividades paranormales. Se escuchaban ruidos, movimiento de mobiliario e incluso grito en algunas plantas y nadie se explicaba de dónde provenían. En 2004 la policía detuvo a un joven que se coló dentro del edificio y que extrajo un feto conservado en formol. De ahí la leyenda de que en la planta 5 había un extraño laboratorio en el que había restos humanos.

En los últimos años el edificio ha servido de escenario para la filmación de varias películas de terror. Una de las más famosas fue Frágiles en 2006.

El Sillón del Diablo

En el Museo Provincial de Valladolid se encuentra el Sillón del Diablo, que pese a tener una apariencia bastante normal, es el objeto de una leyenda oscura que ha quitado el sueño a más de uno. La leyenda dice que las personas que se sientan en él pueden perder la vida. De ahí que en algunos momentos de su historia este sillón haya sido escondido para que nadie cometiera el error de querer descansar en él.

En el siglo XVI la Inquisición detuvo al médico Andrés de Proaza por un asesinato y porque decían que había hecho un pacto con el diablo. La desaparición de un niño de 9 años cerca de su vivienda es lo que produjo su detención por parte de las autoridades. Estas encontraron al niño muerto en el sótano de la casa de Proaza. Al parecer, le había practicado la autopsia en vida.

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¿Te atreves a sentarte en el terrorífico Sillón del Diablo?

Rastrojo (D•ES), CC BY-SA 4.0 / Wikimedia Commons

El médico confesó que había asesinado al niño, pero dijo que no tenía ningún pacto sobre el diablo. Sin embargo, explicó que cuando se sentaba en el sillón para redactar la autopsia, entraba en trance y percibía fenómenos paranormales. Solo así podía adquirir el conocimiento que buscaba. Dijo que la había recibido como parte de un regalo de un nigromante en 1527.

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