Utensilios de cocina que nunca deberías meter en el lavavajillas
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Gracias a los avances tecnológicos cada vez dedicamos menos tiempo a las tareas domésticas y disfrutamos más de las horas libres. A ello contribuyen grandes inventos que facilitan nuestra vida, como el lavavajillas, un electrodoméstico que puede ser muy útil y duradero si lo empleamos adecuadamente.
Quizás pienses que sabes perfectamente cómo usarlo, pero para conservarlo como es debido no basta con enjuagar los platos. Factores como qué utensilios podemos lavar en él también juegan un papel clave en su durabilidad y la de los objetos que limpiamos. Hoy te explicamos cuáles son los elementos de tu cocina que deberías desterrar de tu lavaplatos y cuál es la forma ideal de limpiarlos según los expertos.
1. Utensilios de madera
Son ideales para dar un toque rústico a nuestras cocinas y están prácticamente en todos los hogares españoles, pero su porosidad y tendencia a retener la humedad los convierte en un material perfecto para que se asienten todo tipo de bacterias. Por esta razón la química y divulgadora científica Deborah García asegura que lo peor que podemos hacer es meterlos en el lavavajillas.
“Lo normal es que los dejemos ahí más tiempo, con la puerta abierta, humedad y calor, es decir, con las condiciones perfectas para que proliferen las bacterias”, alerta la experta. Según García, si favorecemos la acumulación de estos microorganismos podemos llegar a poner en peligro nuestra salud. “En estos utensilios se puede crear biofilm, unas colonias de bacterias organizadas por jerarquías que son muy difíciles de eliminar y que, en el peor de los casos, pueden provocar una intoxicación alimentaria”.
“El lavavajillas alcanza temperaturas muy elevadas que pueden dañar fácilmente el barniz de estas piezas de madera”
Lluis Riera, director de la consultora SAIA, explica que por muy bueno que sea el barniz que cubre estos objetos, el deterioro acabará siendo el mismo. “El lavavajillas alcanza temperaturas muy elevadas que pueden dañar fácilmente el barniz de estas piezas de madera”, insiste. Una vez se ha desgastado esta capa protectora, si no las secamos correctamente, es muy fácil que las bacterias se asienten.
La humedad y las altas temperaturas no serían lo único que podría dañar la madera. “El detergente químico que se usa para el lavavajillas también puede estropearla. Son productos demasiado fuertes para este tipo de material”, explica Rubén Durán, Product Manager de lavado de Sammic, empresa integrada en la Federación Española de Asociaciones de Fabricantes de Maquinaria para Hostelería (FELAC).
“El detergente químico que se usa para el lavavajillas también puede estropear la madera. Son productos demasiado fuertes para este tipo de material”
Deborah García añade que tampoco deberíamos poner en el lavavajillas tenedores con mangos de madera. “Para evitar estos problemas es mejor optar por la cubertería de metal de una sola pieza. Es más funcional y podemos lavarla sin problemas en el lavavajillas”, apunta.
2. Táperes de mala calidad
Deborah García recomienda que nos fijemos en si los táperes son aptos para lavavajillas. “Los que tienen impreso en sus paredes el icono de ‘Apto para alimentos’ (un tenedor acompañado de una copa) suelen estar preparados para lavarse de este modo. Algunos lo indican directamente con un pequeño dibujo de un lavavajillas”, apunta la experta.
Si el táper no es apto para lavavajillas y lo limpiamos de esta forma, estaremos contribuyendo también al desgaste del material y por lo tanto a reducir su vida útil. Del mismo modo, si lo exponemos a temperaturas para las cuales no está preparado, el recipiente se deformará y envejecerá antes. Esto ocurre con todos los elementos de nuestra cocina que sean de este material.
“La planta baja del electrodoméstico alcanza temperaturas más altas que la superior. Si colocamos allí los táperes es más fácil que se deformen”
Lluis Riera nos explica que nuestros recipientes plásticos también pueden estropearse si no los colocamos en el espacio adecuado del lavavajillas. “La parte baja del electrodoméstico alcanza temperaturas más altas que la superior. Si los colocamos allí es más fácil que se deformen o que desprendan sustancias tóxicas que pueden dañar nuestro lavaplatos”, explica Riera.
El experto añade que en el cajón inferior también es donde los utensilios entran más en contacto con los productos de limpieza. “Son productos muy agresivos que cuanto menos estén en contacto con los táperes, mejor”.
3. Artículos de aluminio y cobre
Rubén Durán, Product Manager de lavado de Sammic, explica que tampoco debemos lavar de este modo los artículos de aluminio y de cobre. “La disolución del agua y el jabón pueden dañar estos materiales”, explica. Con los pucheros de hierro esmaltado sucede lo mismol. Si los metemos en el lavavajillas, lo más probable es que se acaben oxidando o que les salte el esmalte.
4. Sartenes y ollas antiadherentes
A no ser que en el etiquetado indique lo contrario, no es recomendable poner en el lavaplatos todas aquellas ollas y sartenes que tengan un recubrimiento antiadherente. “Los jabones que usamos para este electrodoméstico son tan agresivos que podrían dañarlas y hacer que desprendan trozos con el uso”, explica Riera.
Lo mejor para limpiar este tipo de utensilios es pasarles un bayeta suave y un poco de jabón. “Son materiales fáciles de limpiar y no hace falta frotar demasiado. A veces, si no tienen mucho aceite, pasándoles un papel de cocina es suficiente”, puntualiza el experto. Deborah García añade que sobre todo debemos evitar limpiar estos cacharros con el estropajo para que no se deterioren con mayor rapidez.
5. Cerámicas o arcillas mal barnizadas
Por el mismo motivo que los utensilios de madera, los recipientes cerámicos no deben ir al lavaplatos. “Aunque la mayoría están barnizados, no siempre lo están por los dos lados y al ser un material poroso puede desprender trozos”, explica García. Una vez deteriorada la capa protectora es muy fácil que se introduzcan patógenos y sobre todo si los sometemos a altas temperaturas y a ambientes húmedos. “Lo mejor es lavarlas a mano con un jabón suave y secarlas muy bien”, recomienda García.
6. Artículos sobredimensionados
“Parecerá obvio, pero es muy importante no introducir artículos sobredimensionados en nuestro lavavajillas”, explica Rubén Durán. Según el experto, si descuidamos este punto, podríamos estropear el electrodoméstico y dañar el artículo que pretendíamos lavar. “Debemos fijarnos bien en que el utensilio no entorpezca el giro de los brazos de lavado”, insiste.
7. Tapa de la olla a presión
También debemos andar con cuidado con todos los utensilios con accesorios de goma, como las ollas a presión o las piezas de robots de cocina. “Es importante no meter estas gomas en el lavaplatos porque, al igual que sucede con los recipientes plásticos, se pueden deformar y perder efectividad”, nos cuenta Riera. Además, si usamos detergentes en polvo pueden quedar partículas atrapadas dentro de los conductos de estas válvulas y, como consecuencia, obstruirse.
8. Cuchillos afilados y cristales finos
Los cuchillos grandes y afilados que usemos en cocina (y no la cubertería de diario) tampoco deben lavarse en el lavavajillas. “Estos utensilios están tratados para cortar más y tienen un filo bastante exquisito. Si los limpiamos de este modo pueden desafilarse debido a las altas temperaturas que alcanza el electrodoméstico”, nos cuenta Durán. “Y el mango también podría dañarse si es de madera o de un plástico que no aguante el calor”, añade.
Entre otros materiales delicados, Lluis Riera señala las copas de vidrio fino. Para evitar que se nos rompan dentro del lavavajillas, el director de la consultoría SAIA aconseja que las lavemos a mano con una esponja suave.
9. Utensilios sucios, etiquetas o pegamentos
Los platos con trozos de comida, los cacharros con etiquetas y los utensilios con pegamentos tampoco deben ir al lavaplatos. En el caso de los primeros, con retirarles lo más gordo con los cubiertos y enjuagarlos un poco es suficiente para que el filtro no se obstruya. Con las etiquetas sucede lo mismo. Por no retirarlas podríamos estropear nuestro lavavajillas.
En cuanto a los utensilios con pegamentos, la respuesta es simple. “El lavavajillas alcanza temperaturas muy altas y puede deshacer los pegamentos, separando las piezas que une”, explica Riera.