Qué es lo verde del Roscón y por qué los pasteleros insisten en la fruta escarchada

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Tiene tantos detractores como roscones se venden, pero allí sigue, alegrándonos las fiestas

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Hoy es día de Reyes y, por suerte para algunos, o desgracia para otros, termina la Navidad. No sin antes haber comido el Roscón, ese bollo relleno de crema o nata (también, los hay que lo prefieren a secas) que pagará quien encuentre el haba dentro de él en cada casa.

Un dulce que siempre se adorna con fruta escarchada, aunque normalmente ésta suela terminar en la basura. ¿Por qué los pasteleros se siguen empeñando en ponerla en el Roscón si no acaba de gustar?

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Así lo preparan en la famosa pastelería Del Pozo en Madrid

Pablo Blazquez Dominguez / Getty

Cuenta Xavier Canal, propietario de las pastelerías Canal de Barcelona, que ante la revolución contra ella que parece que ahora se vive se están tratando de buscar otras alternativas: “cambiarla por golosinas o por frutas de Niza, aunque todavía el problema no está resuelto porque no acaban de pegarse tan bien al Roscón como la fruta escarchada”.

Tradicionalmente las piezas de fruta se adhieren cuando el bollo aún está crudo, por lo que quedan compactas formando parte del dulce al cocinar. Con las golosinas no ocurre lo mismo, ya que el calor puede derretirlas, el único remedio es ponerlas después y todavía el sistema para hacerlo no acaba de funcionar.

“Las piezas verdes de fruta no son más que trozos de melón teñido , las rojas de sandía y de cerezas y las naranjas, obviamente, de naranja”

Las piezas verdes de fruta no son más que trozos de melón teñido, las rojas de sandía y de cereza y las naranjas, obviamente, de naranja. “Casi todas las pastelerías suelen comprar ya la fruta escarchada preparada para ponerla en el Roscón, aunque a veces, se pasan un poco con el tinte”.

Cuenta la leyenda que la fruta confitada representa las gemas y esmeraldas que los Reyes de Oriente llevaban en sus túnicas, de estos colores rojos y verdes. Lo que no queda claro es cuando se introdujo la idea de poner estos adornos en los roscones que comemos hoy. “Estos bollos llegaron de Francia, y allí no llevaban fruta, simplemente eran un roscón de brioche azucarado”, explica Canal.

“Aquí antiguamente siempre se han comido tres tipos de torteles (roscos): de hojaldre y nata, de brioche y mazapán, y de hojaldre y cabello de ángel”, cuenta el pastelero. Eso, en Cataluña. En Madrid, por ejemplo, antes de que llegara el moderno Roscón de Reyes lo que se tomaba de postre ese día era una especie de flan hecho a base de compota de manzana y huevos.

Pero volviendo a hoy, aunque todavía no sabemos a quien se le ocurrió la idea de decorarlo con la dichosa fruta, lo cierto es que los pasteleros ta han comenzado a tomar medidas para sacar del disgusto a todos sus detractores en un día tan especial como el de Reyes. Veremos cómo será, en un años, el Roscón del futuro.

“Cuenta la leyenda que la fruta confitada representa las gemas y esmeraldas que los Reyes de Oriente llevaban en sus túnicas , de estos colores rojos y verdes”

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