'Baig cooking': aquí tienes el menú para la semana del 11 de octubre

Primero el timbre, después un toc toc en la puerta. Quien toca así, o es de la familia, o trae un asunto muy urgente. Ligeramente preocupado, abro tan rápido como puedo y me encuentro a un post-adolescente con buena actitud y poca melanina que me trae la compra que hice online en el supermercado. No voy a negar que el sistema tiene sus ventajas. Por menos de lo que cuestan un bocadillo y un café, cada semana me dejan en la puerta de casa las cosas que seleccioné unos días antes en mi portátil en menos tiempo de lo que me tomaría comerme un bocadillo y beberme un café.

Es de esas cosas que empezamos a hacer con la pandemia y que ya son costumbre. Un día cualquiera de la semana, mientras ves cualquier cosa en la tele, vas escogiendo el pollo, la col, las alubias y los tomates que te comerás la semana siguiente. Sin embargo, le falta la magia de lo presencial. La berenjena de mi portátil es todas las semanas la misma. La que llega a casa, no. No solo no es igual a la de la foto, es que además no la escogiste tú, sino el joven pálido que la dejó en la puerta de casa u otro como él.

Por eso, de vez en cuando, hago un poco de terapia y voy a los mercados de verdad. No a un súper, a un mercado municipal, un mercadillo de agricultores, o a uno de estos de productos bio y de proximidad, aunque me duela más el bolsillo. Pero me hace falta. Necesito coger las verduras con la mano, darles vuelta, olerlas, conversar con la persona que las vende (¿de dónde son? ¿cómo se preparan? ¿con qué otros nombres se conocen?) mientras mis hijos adolescentes entornan los ojos y se preguntan por qué le dedico tiempo a hablar con extraños.

A veces solo paseo, admirando los puestos, disfrutando los colores, tratando de descifrar cómo se prepara ese pescado con dos ojos en el mismo lado, qué cosas ricas se podrían hacer con esos fresones rojo intenso, qué condimento le pondrán a ese chorizo color naranja radioactivo. Y me hace feliz, muy feliz. Es, como dije antes, una terapia. Para los sentidos y para el alma. Como también lo es cocinar. Con lo que traigas del mercado, o con lo que te deja en la puerta el joven pálido que toca primero el timbre y después la puerta.

La lubina de esta semana, por ejemplo, la compré en un mercado, y con ella vamos a completar las dos raciones de pescado que siempre pongo en el menú. También hay tres raciones de legumbres, una opción vegetariana al día, y frutas y verduras a saco. ¡Que aproveche!

La lista de la compra

Para 4 personas

Lácteos

300 grs de queso fresco

1 lt de leche

1 lt de yogurt natural sin azúcar ni edulcorante

150 grs de queso de fundir

Frutas y verduras

4 o 5 kgs de fruta de temporada

1 kg de tomate

1 kg de cebolla

1 kg de zanahoria

2 kg de patatas

1 calabaza mediana

5 o 6 puerros

4 o 5 tallos de apio

4 o 5 pimientos verdes y rojos

2 cabezas de ajo

2 calabacines

2 berenjenas

1 bandeja (200-300 grs de champiñones)

4 boniatos medianos

1 trozo de jengibre fresco

Dos limones

Perejil

Cilantro

300 grs de frutos secos

100 grs de pipas tostadas sin sal

Pescados y mariscos

8 filetes de lubina

Carnicería y charcutería

4 contramuslos medianos de pollo con piel y hueso

8 muslitos de pollo

Botes, conservas, empacados y congelados

1 bote grande de lentejas

1 bote grande de alubias rojas

250 grs de arroz integral

250 grs de avena en hojuelas

250 grs de pasta integral

1 lata de atún (150 grs)

1 bote de hummus

⅕ kg de masa de pizza

Harina de trigo

Levadura en polvo

12 huevos

Panadería

1 kg de pan gallego o de payés rebanado

1 bolsa (6 unid) de pan de pita (árabe)

Condimentos y otros

Aceite de oliva

Vinagre balsámico

Orégano

Pimienta negra

Pimienta blanca

Pimentón en polvo

Romero seco

Nuez moscada

Canela

Esencia de vainilla

Hojas de laurel

Sal

Paso a paso

1. Enciende el horno a 180 ºC.

2. Prepara la receta del pan de calabacín (desayuno del miércoles) siguiendo estos pasos. Tienes de 45 a 55 minutos para seguir con lo demás.

3. Condimenta y prepara la “cama” de los contramuslos de pollo siguiendo las indicaciones de esta receta.

4. Condimenta con sal y pimienta los filetes de lubina y sepáralos en dos grupos de cuatro.

a. Al primer grupo le vamos a hacer una “cama” de cebolla, tomate, pimiento rojo, laurel, sal, pimienta, cuatro dientes de ajo y aceite de oliva.

b. A los otros cuatro les haremos una “cama” de cuatro dientes de ajo, una cebolla, los champiñones cortados en láminas, sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva.

5. Perfora la piel de los boniatos con un tenedor y colócalos en una bandeja de horno, junto a las dos berenjenas y dos pimientos untados con aceite de oliva.

6. Una vez esté listo el pan de calabacín, lleva al horno el pescado y los boniatos:

a. Pescados: 20 a 25 minutos.

b. Boniatos: 35 a 40 minutos. 

7. Mientras tanto, vamos a hacer un sofrito con dos cebollas, cinco o seis tomates, dos puerros (la parte blanca) y seis o siete dientes de ajo. Este sofrito lo dividiremos en dos:

a. Para el arroz integral con alubias (comida del lunes): Añade al sofrito dos tazas de agua y 1 taza de arroz integral, cuando el arroz esté cocido, pero aún firme, añade el bote de alubias rojas sin escurrir. Condimenta con sal, romero, laurel y pimienta. Deja cocer todo junto unos cinco minutos para que se integren los sabores.

b. Para el pollo guisado (comida del jueves): Dora los muslitos de pollo en una sartén muy caliente con un par de cucharadas de aceite de oliva. Una vez doraditos, resérvalos aparte. En la misma sartén, añade la segunda parte del sofrito, dos patatas y tres zanahorias en trozos como del tamaño de una nuez. Añade dos tazas de agua o caldo, y deja cocer hasta que las patas estén a medio cocer. Añade los muslos de pollo y deja cocinar tapado a fuego medio durante unos 15 a 20 minutos. Condimenta con sal, pimienta, dos hojitas de laurel y una cucharadita de vinagre balsámico.

8. Vamos con los purés y cremas. Para el puré de patata y zanahoria (acompaña la comida del miércoles), pon a cocer a fuego medio tres patatas y tres zanahorias apenas cubiertas de agua hasta que las zanahorias estén completamente blandas. Cuela el agua, y procesa con un pasapurés. Condimenta con dos cucharadas de mantequilla, sal, pimienta blanca y un toque de nuez moscada.

9. Crema de patatas y puerro (cena del lunes). Una cebolla, dos tallos de puerro (la parte blanca), tres patatas. Sofríe la cebolla con el puerro. Cuando estén translúcidos, añade las patatas cortadas en cubos. Cubre con tres o cuatro tazas de agua o caldo. Cocina a fuego medio hasta que las patatas estén muy blandas. Condimenta con sal y pimienta blanca. Procesa con licuadora o pymer.

10. Crema de calabaza y pipas (cena del miércoles). Prepara un sofrito con una cebolla, una cucharada de jengibre picadito y un par de ramas de apio. Cuando la cebolla esté traslúcida, añade la calabaza cortada en trozos, y la mitad de las pipas. Añade tres o cuatro tazas de agua o caldo. Condimenta con sal y pimienta negra. Cocina a fuego medio hasta que la calabaza esté muy blanda. Procesa con licuadora o pymer. Usa el resto de las pipas como decoración al momento de servir.

11. Las ensaladas. Para la de pasta (acompaña la comida del martes), preparar la pasta siguiendo las indicaciones del envase, cuela, mezcla con un chorrito de aceite de oliva y deja enfriar. La puedes combinar con tomate, zanahoria rallada, un poquito de apio y trocitos de pimiento. Adereza con sal, vinagre balsámico y aceite de oliva.

12. Para la ensalada de lentejas (cena del jueves), usa verduras crocantes: zanahoria, apio, pimiento crudo, y un par de tomates. Puedes agregar un puñado de frutos secos y unas pasitas. Adereza con sal, zumo de limón y aceite de oliva.

13. La coca de verduras la puedes preparar en el momento. También la puedes hacer con anticipación y guardarla congelada. Corta la masa de pizza en cuatro partes iguales, estira cada una y coloca encima tiras de berenjena y pimiento horneados. Condimenta con sal y un poquito de romero. Llévalas al horno durante unos 10-15 minutos. Al sacarlas, agrega unos trocitos de atún en lata y un chorrito de aceite de oliva. Si has decidido hacerlas para congelar, obvia este último paso y hazlo justo antes de servir.

14. Las gachas de avena (desayuno del martes) las preparas usando partes iguales (por volumen) de avena, agua y leche. Es decir, para tres tazas de avena en hojuelas cruda, tres de agua y tres de leche. Mezcla, añade una pizca de sal, una cucharadita de canela, otra de vainilla, ralladura de naranja o limón, y deja cocer a fuego medio bajo hasta que comience a espesar. Apaga y deja reposar. Al servir, la puedes endulzar con azúcar, agave o miel.