‘Baig cooking’: aquí tienes el menú para la semana del 27 de septiembre

Los chistes son como las recetas: cuando son de tu propia creación, a ti te parecen una maravilla, aunque el resto de la humanidad no les vea la gracia. Estoy seguro de que ese es el caso que comparto a continuación. Además, ya es un ritual, porque lo cuelgo en Facebook el mismo día todos los años. Dice así: “El 28 de abril de 1857, el joven Edgar Degás le da un disgusto mayúsculo a su padre al anunciarle que piensa dedicarse a la pintura impresionista, y no al lucrativo negocio de las cocinas que llevan el apellido familiar”.

Me he acordado del chiste porque yo siempre fui un defensor de las cocinas a gas (o Degás). En mi concepción del universo, cualquier cocinillas que se precie sabe que la auténtica cocina se hace quemando combustibles fósiles bajo tu propio techo. Las cocinas eléctricas, de inducción o de vitrocerámica me parecían esperpentos del demonio, pijadas sin ningún sentido, manipulaciones absurdas de las transnacionales de los electrodomésticos para hacernos comprar un trasto que se ve bien en Instagram, pero no sirve absolutamente para nada.

Pero me mudé. Una casa preciosa. Cuatro dormitorios de tamaño decente, dos baños, una enredadera voluptuosa que cubre con su sensual manto verde toda la parte trasera, una cocina azul marino con topes de madera de verdad… y una cocina de vitrocerámica. El primer día nos miramos con desconfianza (sé que no me creerán que la cocina me miraba, pero tenían que haber estado ahí), el segundo día aprendí que calienta lento, pero quema rápido, el tercer día me hice un huevo frito: tenía mucha hambre.

A la semana ya le estaba dando un uso, digamos, regular. Todavía no muy convencido de qué tenía ella que no tuvieran las otras. Hasta que llegó el momento de limpiarla. El terrible momento de limpiar la cocina. Cualquier persona normal preferiría recibir 27 descargas eléctricas en el paladar en vez de tener que limpiar una sola vez una cocina de gas. Con su millón y medio de piezas, sus recovecos imposibles y esas pecas misteriosas que no salen con nada, la complejidad de limpiar una cocina a gas daría fácilmente como para hacer una tesis doctoral en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.

Pero las cocinas de vitrocerámica no. Simplemente pasas una bayeta húmeda y ya. A veces, solo a veces, una mancha rebelde pide un poquito de esponja ligeramente enjabonada, pero eso es todo. He leído que en ocasiones necesitan una limpieza más profunda. Pero hasta en esos casos, encuentras en el super un producto que en la etiqueta pone “para limpiar cocinas de vitrocerámica”. Se me ocurren pocas cosas más fáciles en la vida.

Esto no es, ni mucho menos, una recomendación de que tengas una cocina de vitrocerámica o de cualquier otro tipo, sino más bien una reflexión de cómo a veces nuestros prejuicios nos impiden disfrutar experiencias que pueden hacernos la vida más fácil. En la cocina y en la vida. Mientras tanto, tenemos que cocinar para la familia. Ojalá que también con la familia. Esta semana, otra vez, tres raciones de legumbres, dos de pescado, una opción vegetariana al día y montones de frutas y verduras. ¡Que lo disfrutes!

La lista de la compra

Para 4 personas

Lácteos

1 lt de yogur

300 grs de queso fresco

1 lt de leche

50 grs de queso parmesano

Frutas y verduras

4 o 5 kg de frutas frescas de temporada

1 kg de patatas

1 kg de zanahoria

1 kg de cebolla

1 y ½ kg de tomate

1 calabaza mediana

6 calabacines medianos

4 o 5 pimientos rojos y verdes

2 berenjenas

2 chirivías

1 col mediana

1 cabeza de hinojo

1 pepino

2 o 3 boniatos

2 o 3 ramas de apio

1 naranja

2 manzanas

1 cabeza de ajo

1 trozo de jengibre

1 cabeza de ajo

50 grs de avellanas

1 manojo de perejil

1 manojo de cilantro

2 limones

Pescados y mariscos

4 filetes (½ kg) de emperador (pez espada)

Carnicería y charcutería

4 contramuslos deshuesados y sin piel

8 salchichas de cerdo

Botes, conservas, empacados y congelados

1 bote de bonito en conserva (400 grs)

1 bote pequeño de alubias rojas

1 bote grande de lentejas

1 bote grande de garbanzos

1 brick de leche de coco

½ kg de espaguetis integrales

Mayonesa (la puedes hacer en casa con esta receta)

Ketchup

Mostaza

Harina integral

Una docena de huevos

Crema de cacahuete

Panadería

1 kg de pan de payés o gallego

8 panes de perritos calientes

Condimentos y otros

Sal

Aceite de oliva

Vinagre balsámico

Orégano

Pimienta negra

Pimienta blanca

Romero seco

Eneldo seco

Pimentón

Laurel

Sal

Paso a paso

1. Enciende el horno a 180 ºC.

2. Corta cuatro patatas en cubos y aderézalas con sal, aceite de oliva, dos dientes de ajo machacados y una cucharadita de romero seco. Colócalas en una bandeja de horno, preferiblemente metálica.

3. Corta en rodajas una berenjena, un calabacín y tres zanahorias. Corta un pimiento y ½ cabeza de hinojo en tiras. Adereza con aceite de oliva, y un poco de sal. Coloca las verduras en una bandeja de horno.

4. Lleva los boniatos enteros y sin pelar, las patatas y las verduras al horno, unos 30-35 minutos, o hasta que las verduras estén cocidas, y las patatas estén ligeramente doradas. Los boniatos pueden tardar un poco más. Las verduras serán la base para la ensalada (cena del lunes), a la que le agregarás un diente de ajo machacado, aceite de oliva, vinagre balsámico y un puñado generoso de avellanas (la puedes servir fría o a temperatura ambiente). Las patatas acompañarán al pez espada en salsa (comida del martes). Los boniatos (pelados y cortados en rodajas) acompañan la cena del miércoles.

5. Mientras tienes las verduras y las patatas en el horno, corta en cubos pequeños dos cebollas, un pimiento rojo, cinco dientes de ajo y seis tomates, para hacer un sofrito que dividirás en cuatro:

a. Para el guiso de garbanzos

b. Para la salsa del pez espada

v. Para el curry de lentejas

c. Para la salsa de bonito

6. Guiso de garbanzos. A ¼ del sofrito le vas a agregar dos zanahorias en rodajas, dos patatas en cubos, una hoja de laurel (o dos), una cucharada de pimentón molido y una taza de agua a fuego medio/bajo. Una vez que las patatas estén cocidas (unos 20 minutos), agrega el bote de garbanzos sin escurrir. Condimenta con sal y pimienta y deja cocer unos cinco minutos más para que se integren los sabores.

7. Salsa de pez espada. Coloca ¼ del sofrito en una sartén ancha a fuego medio bajo. Encima del sofrito vas a poner los trozos de pez espada previamente aderezados con sal y pimienta. Tapa y deja cocer a fuego medio/bajo unos 15 minutos. Para servir, puedes decorar con perejil picadito.

8. Curry de lentejas. A ¼ el sofrito, en una olla mediana, le vamos a agregar dos zanahorias en rodajas, dos patatas en cubos y ¼ de la col cortada en tiritas. Removemos y dejamos cocer a fuego medio/bajo unos dos o tres minutos para que se integren los sabores. Añadimos la leche de coco, una cucharada de curry en polvo, y el líquido (¡solo el líquido!) de las lentejas. Si hace falta, añade un poco más de agua hasta que las verduras queden apenas cubiertas. Deja cocinar a fuego bajo unos 10 minutos, y añade ½ calabacín cortado en cubos. Deja cocer unos 5 o 10 minutos más, hasta que las patatas estén cocidas, pero firmes. En este momento, añade las lentejas, y adereza con sal. Deja cocer unos cinco minutos más para que se integren los sabores.

9. La salsa de bonito. El último ¼ de sofrito, lo vamos a colocar en una sartén ancha y calentar unos dos minutos a fuego bajo. Añade 1 berenjena en cubitos y el ½ calabacín que te sobró de la receta anterior, también en cubitos. Deja cocer a fuego medio-bajo hasta que la berenjena esté totalmente cocida. Añade el contenido del bote de bonito (previamente escurrido), desmenúzalo un poco con un tenedor y mézclalo con el resto de los ingredientes. Condimenta con sal, pimienta, orégano y una cucharadita de vinagre balsámico. Deja cocer dos minutos más. Apaga e incorpora los espaguetis integrales preparados según las indicaciones del envase. Mezcla todo muy bien.

10. Mientras preparas la pasta, también puedes hacer el arroz integral (acompaña la comida del miércoles) siguiendo las indicaciones del envase. Normalmente “pide” un poco más de agua que el arroz blanco. Al retirarlo del fuego, le puedes poner un chorrito de aceite de oliva y separarlo un poco con un tenedor.

11. Corta los contramuslos de pollo en tiras más o menos delgadas. En una sartén amplia, o un wok, sofríelos con dos o tres cucharadas de aceite de oliva. Cuando comiencen a dorar, agrega dos dientes de ajo machacados, dos cucharaditas de jengibre rallado, un pimiento, una cebolla y la ½ cabeza de hinojo que te sobró de las verduras asadas cortados en tiritas muy finas. Cuando las verduras comiencen a ablandar, pero estén todavía brillantes y de color intenso, añade un par de cucharadas de salsa de soja, mezcla bien, y apaga inmediatamente.

12. Vamos con las ensaladas:

a. Col rallada y zanahoria (acompaña la comida del martes): ralla ½ col y dos zanahorias. Adereza con sal, ½ cucharadita de azúcar, una cucharadita de vinagre balsámico y dos o tres cucharadas de mayonesa. Si tienes, a esta ensalada le queda muy bien un puñado de pasitas y otro de nueces.

b. Alubias rojas (cena del miércoles): corta dos tomates, una cebolla, ½ pimiento y una rama de apio en trozos pequeñitos. Agrega las alubias rojas totalmente escurridas. Condimenta con sal, aceite de oliva, zumo de limón y cilantro picadito.

c. Verduras asadas con avellanas (cena del lunes): la he explicado antes, pero va de nuevo para estar organizados. Toma las verduras asadas, agrega un diente de ajo machacado, aceite de oliva, vinagre balsámico y un puñado generoso de avellanas. Mezcla todo muy bien (la puedes servir fría o a temperatura ambiente).

13. Ahora las cremas. Comienza con un sofrito de dos cebollas y dos dientes de ajo. Cuando la cebolla esté bonita y transparente, divídelo en dos:

a. Crema de calabacín, yogur y eneldo (cena del martes): al sofrito, añádele un tallo de apio y los cuatro calabacines cortados en trozos. Cubre con ¾ lts de agua o caldo y una taza de yogur. Añade sal y pimienta blanca. Deja cocer hasta que el calabacín esté muy blando. Agrega ½ cucharadita de eneldo, y procesa con licuadora o pymer.

b. Crema de calabaza con frutas (cena del jueves): al sofrito, agrégale una manzana cortada en trozos, una naranja pelada cortada en gajos, dos zanahorias y la calabaza pelada y en trozos (unas 4 o 5 tazas). Cubre todo con 1 lt de agua o caldo. Condimenta con sal y deja cocer hasta que la calabaza esté muy blanda. Procesa con licuadora o pymer.

14. Las tortitas americanas (pancakes), se preparan con esta receta. Una vez listas, las puedes refrigerar hasta una semana y congelar hasta un mes.

15. Prepara las salchichas de los perritos calientes (cena del viernes) a la plancha. Las puedes conservar en la nevera hasta el momento de consumirlas. Para prepararlos (justo antes de servir), calienta las salchichas, ponlas dentro de los panes, y colócales encima una mezcla de col y zanahoria rallada (y cilantro picadito, si te ha sobrado). Adereza con mayonesa, ketchup y mostaza.