Por qué el precio del aguacate está en su máximo histórico (y no es probable que vuelva a bajar)
Materia prima
¿Hay tanta fruta para abastecer un consumo masivo?
Hace tan sólo unos años ver un aguacate en una ensalada era raro, muy raro. Ahora parece que jamás pueda faltar.
Ni en la ensaladas, ni en las tostadas matutinas de los locales más hipsters, ni en el guacamole que hemos heredado de la cocina mexicana, ni en los makis de sushi recién llegados del Japón. El aguacate, señores, es la nueva fruta de moda.
Es por eso que su consumo se ha disparado tanto como su precio. Según datos de MercaMadrid, desde este verano el precio medio en el mercado mayorista ha crecido un 34% el kilo.
Lo que se relaciona estrechamente con otro dato: “El número de kilos comercializados en octubre de este año, respecto al mismo mes de 2015, también ha aumentando un 34%”, explica Ainhoa García, responsable de comunicación de MercaMadrid.
Las razones por las que no sólo nosotros, sino también el resto del mundo, consumimos mucho más aguacate que nunca son bastante claras.
“Primero, porque se percibe como un producto sano tanto entre los consumidores europeos como americanos, segundo, porque ahora está de moda en casi todas las recetas que salen por televisión, y tercero, porque los propios productores nos hemos preocupado de promocionarlo en los mercados”, explica Alejandro Clavero, de TROPS, la empresa número uno en producción de aguacates y mangos de España.
El principal problema es que, como casi siempre las modas suelen pillarnos por sorpresa, ahora no estamos preparados para resolver la situación: “El consumo se ha disparado a nivel mundial de una forma tan bestial (entre un 7 y un 10%) que no hay fruta para abastecer a toda Europa”, cuenta Pablo Jiménez, de Plátanos López, una empresa mayorista de MercaMadrid.
El aguacate es una fruta muy delicada que no aguanta los cambios bruscos de temperatura ni las lluvias intensas o escasas y, es por eso que, en la Cuenca Mediterránea no hay muchas zonas donde se pueda cultivar, “sólo en la costa de Málaga y Granada en España, en un punto específico del norte de Marruecos, en una pequeña zona de Israel y en un lugar de la isla de Creta”, añade Clavero.
Pero no sólo es un problema europeo, sino global, los principales productores de aguacate del mundo también están sufriendo la crisis.
México, por ejemplo, exporta ahora el 80% de la producción de esta fruta a los EE.UU, donde parece vivirse una auténtica fiebre por el aguacate. “El día de la Super Bowl es el día que más aguacate se consume en el mundo – dice Clavero –, se ha puesto de moda tomar guacamole con los amigos mientras se disfruta del partido”.
Entonces, si el mayor país exportador sirve casi únicamente a EE.UU, ¿quedará aguacate para los demás? “Los precios seguirán siendo altos y a largo plazo se intentará mejorar el rendimiento del cultivo para que la productividad por hectárea sea más grande”, afirma Calvero. Jiménez opina similar: “habrá que poner más plantas para poder abastecer a todo el mundo”.
Con estos datos, ahora que la campaña del aguacate español está por comenzar– va desde diciembre hasta mediados de mayo –, lo que está claro es que este año nadie nos librará de pagar esta fruta a precio de oro. ¿Quién sabe qué pasará cuando la moda se acabe?