Cómo reconocer una mala receta en Internet

Al día 

No vuelvas a fallar con los consejos que te chivamos a continuación 

Anthony Bourdain tendrá un nuevo biopic y parece que ya se sabe qué actor le interpretará

Una mujer siguiendo una receta vista en Internet

Una mujer siguiendo una receta vista en Internet 

Getty Images

Quien más quien menos ha elaborado en algún momento de su vida una receta procedente de redes sociales o blogs y no le ha salido bien (también ocurre con algunos libros de cocina de poca calidad). Sobre todo en el caso de TikTok e Instagram, es fácil dejarse seducir por vídeos resultones y bien hechos que muestran cómo hacer en un santiamén recetas que a primera vista parecen la mar de apetitosas, con pocos ingredientes y sin apenas ensuciar la cocina. 

Tal vez los pioneros en esta tendencia fueron aquellos mugcakes que triunfaban hace más o menos una década y que prometían preparar un bizcocho en el microondas, sin necesidad de hornearlo, en apenas diez minutos y con ingredientes como galletas o cacao soluble. Quien haya intentado preparar uno en alguna ocasión sabe que el resultado suele dejar mucho que desear y que siempre es mejor dedicar unos minutos a amasar y, por supuesto, acabar con un golpe de horno, que aventurarse con alguna receta que entra por los ojos pero que va a acabar con un resultado desastroso.

Mugcake de chocolate

Mugcake de chocolate 

CLV

Dado que a menudo no es fácil discernir entre una receta solvente y otra que puede acabar saliendo mal, es conveniente fijarse en algunos detalles que, a primera vista, nos pueden indicar si los pasos que tenemos ante nuestros ojos son o no de fiar.

Desconfiar de los clones

La directora de la escuela de cocina La Patente, en Barcelona, Àngels Puntas, opina que, en el caso de las recetas virales, hay que desconfiar de aquellas que son clónicas. “Cada cierto tiempo se ponen de moda recetas en Instagram o Youtube y muchos prescriptores las comparten hasta que acaban haciéndose virales. Si tenemos entre manos una de ellas, lo mejor es buscarla unas cuantas veces y comprobar si siempre tiene los mismos ingredientes, los mismos gramajes, las mismas técnicas de cocción y, si es así, desconfiar”, explica la cocinera. Para Puntas, cuando una receta pasa por manos de un cocinero experimentado este siempre aporta algo de su propia cosecha: modifica una cantidad, añade o quita algún ingrediente o ajusta algún tiempo. Si no es así, es porque estamos ante un corta-pega que no ha sido contrastado y, por tanto, nos arriesgamos a que el proceso acabe en fiasco.

La receta de la pasta carbonara crea mucho debate dentro del mundo de la gastronomía

La receta de la pasta carbonara del chef Koldo en TikTok 

TikTok / @chefkoldo

En busca de la inteligencia artificial

Hoy en día, la inteligencia artificial es la responsable de muchas de las recetas que encontramos en páginas web y redes sociales. Pese que a primera vista pueden parecer sencillas y atractivas, en muchas ocasiones están llenas de errores (ingredientes que aparecen en el listado pero luego no están en la receta y viceversa, pasos que se omiten, temperaturas imprecisas, etc.), así que en todos los casos conviene revisar bien que todos los ingredientes del listado aparezcan en la ejecución y que los pasos tengan sentido. Si no lo comprobamos, es probable que detectemos el error cuando estemos con las manos en la masa y entonces sea demasiado tarde. “La inteligencia artificial puede ser de gran ayuda a la hora de confeccionar recetas, pero requiere siempre la revisión y el pulido por parte de un profesional que sepa acabar de rematarla y corregir posibles errores, que siempre los hay”, advierte Puntas. La cocinera señala que últimamente se ha encontrado con muchísimas recetas que son “absolutamente inviables, y basta un vistazo para darse cuenta”. ¿Algunos ejemplos?

“Sin ir más lejos, he encontrado varias que pretenden montar una mousse sin grasa o sin texturizantes. Es imposible, no quedará bien”.

Fijarse en la redacción

Cómo está redactada una receta nos dice mucho de si nos encontramos ante una creación genuina o un sinsentido procedente de diversas fuentes. “En ocasiones, en un mismo texto te encuentras expresiones típicas del castellano combinadas con giros correspondientes a países latinoamericanos”, explica Puntas. Estos batiburrillos no suelen dar buenos resultados. Además, es conveniente mirar “si el redactado es lógico, si se utilizan bien las conjunciones, los tiempos verbales… Hay detalles que revelan que el autor no sabe lo que está escribiendo”.

Los cocineros actuales luchan para proteger la receta y reivindicar el origen mexicano del platillo con fama mundial

Un hombre grabando una receta que se emitirá en redes sociales l

EFE

Desconfiar de los milagros

“Últimamente nos venden recetas saludables, rápidas y fáciles en un plis plas, y en muchas ocasiones lo que ocurre es que, más allá de si fallan o no, simplemente no están buenas”, señala Puntas. La cocinera se refiere a propuestas como por ejemplo “panes con legumbres remojadas que se cuecen cinco minutos en el microondas, que si bien pueden tener una apariencia apetitosa, al final simplemente no están buenas”. Ocurre lo mismo con muchos panes que se elaboran en el microondas. “¿Van a ser comestibles? Probablemente, pero no estarán igual de ricos que si se preparan siguiendo la receta tradicional y seguramente tampoco serán muy digestivos”, concluye la cocinera de La Patente. 

Para ella, “el boom de la cocina saludable, que nos llega en forma de vídeos cortos de recetas con pocos ingredientes, puede acabar confundiendo al consumidor, ya que, por ejemplo, una tortilla francesa elaborada con aceite de oliva puede ser más calórica que si no lo lleva, pero sigue siendo saludable. La moda de usar microondas y eliminar grasas como el aceite con la excusa de la salud no hace sino confundir a los consumidores”.

Pensar en las raciones

Para que no nos den gato por liebre, es importante tener en cuenta que una ración de cereal suele ser de 80 g por persona, de manera que si vemos cifras desorbitadas es que algo no va a ir bien cuando ejecutemos la receta. En este sentido, es importante fijarse en que las cantidades sean concretas. Es decir, desconfiar de chorritos, puñados y pizcas y confiar en gramos y litros. Otras medidas como la taza (muy habitual en otros países) también pueden dar lugar a errores, especialmente en recetas de repostería donde las cantidades tienen que ser muy precisas para que funcionen.

Ingredientes para elaborar la receta de pimiento del piquillo rellenos

Ingredientes para elaborar una receta de pimiento del piquillo rellenos

Ana Casanova

La foto importa 

En principio, conviene desconfiar de aquellas recetas que encontramos en webs o medios digitales que presentan fotos de archivo. Pese a que puede haber ocasiones en que no se disponga de foto propia, lo cierto es que para elaborar una receta en condiciones hay que prepararla siguiendo con rigor los pasos y eso conlleva acabar con una foto del resultado final. Cuando esta es inexistente cabe, como mínimo, dudar y revisar muy bien cada paso. Si aun así tenemos dudas, “lo mejor es buscar la misma receta en otros medios y contrastar, ver si falta o sobra algo o si se puede complementar. Así estaremos más seguros a la hora de la ejecución”, explica Puntas.

Reseñas y comentarios 

Quien más quien menos tiene sus páginas de confianza de aquellos cocineros que nunca fallan. Si vamos a probar alguna nueva fuente, lo mejor es asegurarnos de que se trata de una página solvente, que tenga buenos comentarios y reseñas y una comunidad activa de seguidores. En el caso de Instagram, es importante observar si las recetas están elaboradas “por profesionales que tengan solidez y experiencia, que no sea alguien que ha colgado ahí cuatro recetas sin sentido”, opina Puntas. Para ello, es importante fijarse no en los seguidores (una cifra que puede resultar engañosa), sino en el engagement (comentarios, likes, etc.). Algunos profesionales de Instagram compran seguidores, cosa que puede desorientar al usuario, pero luego estos no interactúan con la cuenta. Por tanto, significa que no tienen una comunidad activa y, por tanto, conviene ser cautelosos a la hora de preparar sus recetas.

El creador de contenido ha compartido esta increíble receta.

Un receta de croquetas promocionada por TikTok 

TikTok

Cuidado con los chefs con estrella

Los libros de cocina de chefs con grandes reconocimientos suelen ser una plaza difícil, ya que las recetas tienden a ser complejas y, en muchas ocasiones, a requerir material que no tenemos en casa, técnicas difíciles de llevar a cabo a nivel doméstico o ingredientes que resulta complicado conseguir. Lo mejor es optar siempre por recetas sencillas que podamos elaborar con los electrodomésticos que tenemos en casa y con productos que podemos encontrar sin problema en el mercado.

Cuantos más detalles, mejor

Quienes no son cocineros experimentados se sentirán más cómodos con las recetas en las que los pasos se explican con detalle. Por ejemplo, si la preparación incluye una bechamel, siempre es preferible optar por una que detalle las proporciones de los ingredientes y los pasos para su ejecución que aquellas que resuelven el asunto con un escueto “prepara una bechamel”.

Lee también

¿Qué es el sabor 'swicy' y por qué está de moda?

Laura Conde
Swicy, una combinación entre lo picante y lo dulce

Del mismo modo, siempre es mejor optar por las recetas que detallan exactamente cuántos minutos corresponden a cada cocción o, por ejemplo, cómo se deben cortar y preparar previamente los ingredientes (en láminas, en cubos, etc.). Las que incluyen trucos y consejos, así como posibles problemas que puedan surgir en el proceso y sus eventuales soluciones, también suelen ser de fiar.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...