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La petición de Trump a los chefs de la Casa Blanca de imitar la comida de McDonald’s

Al día

Un ex miembro del cuerpo de seguridad del presidente ha confesado algunas de las extravagancias de Trump

Donald Trump hablando por teléfono

AP / AP

Desde que Donald Trump asumió hace un año la presidencia de los Estados Unidos, conocemos aún mejor sus gustos culinarios: le encanta el bistec muy hecho con ketchup y el helado, pero lo que verdaderamente le apasiona es la comida rápida, preferentemente la de McDonald’s, para la que incluso grabó algún anuncio en la década de los 90.

Es tal el amor que profesa a la cadena, que incluso lo utilizó durante su campaña como herramienta de promoción política. Y esta semana, mientras el presidente visita Asia –donde los dirigentes de los países que recorre tratan de agasajarle con platos alejados del pescado crudo– la revista Politico ha publicado un artículo en el que se da voz a Keith Schiller, ex miembro del cuerpo de seguridad de Trump hasta el pasado mes de septiembre, quien fue nombrado Director de Operaciones de la Oficina Oval.

A Donald Trump le apasiona la comida rápida, preferentemente la de McDonald’s

Schiller cuenta a la publicación que una vez tuvo que ir corriendo a un establecimiento de McDonald’s porque lo que prepararon los cocineros de la Casa Blanca, a quienes el presidente había ordenado personalmente imitar algunos platos específicos de la gran marca de comida estadounidense, no le satisfacía.

Obligado a acatar órdenes, el miembro de seguridad tuvo que ir al McDonald’s de New York Avenue para comprar dos hamburguesas de cuarto de libra, sin pepinillos y con extra de ketchup, y una tarta de manzana frita.

Trump comiendo unas patatas y una hamburguesa de McDonalds en su jet privado durante la campaña electoral

Instagram

Como explica Politico, durante la campaña electoral sucedieron también hechos similares. Trump pidió en varias ocasiones que alguien fuera al McDonald’s más cercano para comprar un Egg McMuffin, frecuentemente para desayunar, o dos hamburguesas y una ración grande de patatas mientras él esperaba en la limusina.

Tras conocerse el secreto, algunos medios se han preguntado cómo puede ser que Donald Trump cuestione el trabajo de los chefs de la Casa Blanca, altamente cualificados, y que les pida recrear una comida de baja calidad.