Green Book ha dado la sorpresa final de la noche de los Oscar al alzarse con el premio más importante de la ceremonia, la de mejor película, que ha sido entregado por una sonriente Julia Roberts. El filme dirigido por Peter Farrelly ha logrado tres estatuillas doradas de las cinco a las que competía: película, guión original y actor secundario (Mahershala Ali) y ha acabado imponiéndose contra todo pronóstico a la Roma de Alfonso Cuarón, que prometía hacer historia en esta 91ª edición. La carta de amor del realizador a su nana ‘Libo’ Rodríguez y a su infancia en el México de los años setenta ha logrado tres de los diez premios a los que aspiraba: película de habla no inglesa, director y fotografía.
Peter Farrelly ha salido al escenario del teatro Dolby de Los Ángeles con todo el equipo de la película y ha agradecido especialmente al protagonista Viggo Mortensen su participación en esta entrañable historia de amistad basada en hechos reales entre el músico negro Don Shirley (Mahershala Ali) y el chófer italoamericano Tony Lip (Mortensen) que le llevó de gira por el sur de Estados Unidos a mediados de los sesenta. “Sin ti no hay película”, ha dicho el realizador, que también ha querido recordar a la actriz Carrie Fisher. Green Book ya se llevó el premio del público del festival de Toronto, tres Globos de Oro y fue elegida como el mejor filme por el Sindicato de Productores (PGA).
Mahershala Ali y Viggo Mortensen se saludan en el teatro Dolby
La favorita, de Yorgos Lanthimos, que optaba a otras diez estatuillas, solo ha podido materializar el premio a la mejor actriz para la británica Olivia Colman, y ha sido una de las grandes derrotadas. Colman, que borda el papel de la reina Ana Estuardo en el primer filme de época del cineasta griego, ha logrado arrebatar el Oscar a la veterana Glenn Close, que partía como gran favorita por su trabajo de mujer a la sombra de un marido que gana el premio Nobel de literatura en La buena esposa. La actriz estadounidense no ha podido romper la racha de mala suerte en los Oscars tras siete nominaciones infructuosas.
Bohemian Rhapsody, el exitoso biopic sobre la banda británica Queen a mayor gloria de Freddie Mercury, ha sido otra de las sorpresas inesperadas al llevarse cuatro premios de los cinco a los que aspiraba: mejor montaje, edición de sonido, mezcla de sonido y mejor actor protagonista para Rami Malek. “Gracias a Queen por permitirme ser una parte minúscula de vuestro eterno legado”, ha exclamado nervioso y emocionado el actor de 37 años. Malek, de origen egipcio estaba nominado por primera vez, y ha destacado que la suya, igual que la del carismático cantante al que da vida, es la historia de un inmigrante que intenta abrirse camino en el mundo del arte. El actor ha definido el momento que estaba viviendo como ‘monumental’ y ha declarado su amor en público a su pareja Lucy Boynton, a la que conoció durante el rodaje del filme.
Rami Malek, Olivia Colman, Regina King y Mahershala Ali con sus premios Oscar
La gala, sin presentador oficial por primera vez en 30 años, se ha desarrollado de forma ágil y en un ambiente claramente festivo, pero bastante sosa y sin grandes momentos para el recuerdo en sus escasas tres horas y media de duración. Eso sí, la banda británica Queen, con Adam Lambert como vocalista, se ha encargado de abrir el show por todo lo alto con algunas canciones emblemáticas del grupo como We will rock you o We are the champions que ha entusiasmado al público del teatro Dolby.
Ha sido una ceremonia que ha deparado muchas sorpresas entre los ganadores y de claro sabor afroamericano, con las cuatro victorias de Black Panther, la primera producción de superhéroes que aspiraba a mejor película, y con el Oscar al mejor guión adaptado para Spike Lee, que ya tenía uno honorífico en 2015.
Una enorme imagen de Freddie Mercury se proyecta en el escenario mientras Adam Lambert toca junto a Queen
Un reivindicativo Lee ha sido uno de los protagonistas de la alfombra roja al rendir homenaje con su vestuario a su película Haz lo que debas (1989) y al desaparecido músico Prince. El cineasta se ha emocionado cuando Barbra Streisand ha presentado su filme sobre el caso real del detective negro Ron Stallworth y su misión como infiltrado en las filas del Ku Klux Klan a principios de la década de los 70.
Lee ha recogido el premio tras abrazarse efusivamente con Samuel L. Jackson, uno de sus actores fetiche. “Las elecciones presidenciales de 2020 están a la vuelta de la esquina. Estemos en el lado correcto de la historia. Hagamos la elección moral de amor contra odio”, ha dicho sin mencionar explícitamente a Donald Trump. “’¡Hagamos lo correcto!’”, ha finalizado el director de Malcolm X no sin antes recordar a su familia, en concreto a su abuela, que era hija de una esclava y que estuvo ahorrando durante años para permitir que su nieto fuera a la universidad.
Spike Lee sostiene su Oscar al mejor guión adaptado mientras estrecha la mano del actor
Otra emocionada Regina King ha sostenido con fuerza su premio a la mejor actriz secundaria por su rol de madre entregada en el drama El blues de Beale Street. Era la primera nominación de esta portentosa intérprete de 48 años que ha acudido a la gala con su madre.
Y para emoción la que ha vivido Lady Gaga cuando ha ganado el Oscar -más que cantado- por su tema Shallow de Ha nacido una estrella, que ha interpretado con mucha química en el escenario junto a Bradley Cooper, actor y director de esta cuarta versión del clásico de William A. Wellman. La película, que contaba con ocho menciones, se ha tenido que conformar con la de mejor canción para Gaga. Con ocho candidaturas partía también El vicio del poder, de Adam McKay. El retrato vibrante y original de cómo Dick Cheney logró hacerse con el poder político como vicepresidente de EE.UU. bajo el mandato de George W. Bush, solo ha ganado el Oscar al mejor maquillaje y peluquería.
Lady Gaga estaba muy emocionada con su Oscar a la mejor canción por ‘Shallow’
Pese a no ganar el Oscar en la categoría reina, Roma sí ha logrado el hito de convertirse en la primera obra mexicana que se alza con la estatuilla dorada a la mejor película de habla no inglesa. Los encargados de entregar el premio han sido la pareja formada por Angela Bassett y un eufórico Javier Bardem, que ha realizado su discurso completamente en español. “No hay fronteras ni muros que frenen el ingenio y el talento”, ha clamado.
Además, Cuarón se ha llevado a casa a título propio las estatuillas a la mejor dirección y a la mejor fotografía. Es la quinta estatuilla a mejor realización que va para México en los últimos seis años: Cuarón ganó en 2014 por Gravity; Iñárritu hizo lo propio en 2015 y 2016 por Birdman y El renacido, y Del Toro triunfó en 2018 con La forma del agua.
Alfonso Cuarón se hizo con el Oscar a mejor directo
Como en cada edición, el apartado In Memoriam se ha encargado de recordar a los profesionales del cine que fallecieron en el último año. De la mano del director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel y la Filarmónica de Los Ángeles han aparecido proyectados en el escenario los rostros de artistas como Milos Forman, Penny Marshall, Margott kidder, Bernardo Bertolucci, Neil Simon, Burt Reynolds, Stan Lee, Bruno Ganz o Albert Finney.
El premio a la mejor película de animación ha ido a parar a la favorita Spider-Man: Un nuevo universo, una de las sorpresas de la temporada que ha encandilado tanto a crítica como público. El español Rodrigo Sorogoyen, que competía en el apartado de mejor cortometraje de ficción con Madre se ha ido de vacío, ya que el triunfo ha correspondido para la estadounidense Skin, de Guy Nattiv.