Lou Diamond Phillips tenía solo 24 años cuando alcanzó una fama inesperada gracias al éxito de La Bamba (1987). Hasta entonces, este actor nacido en Filipinas y por cuyas venas corre sangre escocesa, irlandesa, Cherokee, hawaiana, japonesa, china y hasta española, se había forjado una incipiente carrera en el medio televisivo como invitado en series como Dallas o Corrupción en Miami.
Su aspecto exótico encajaba a la perfección en la piel de Ritchie Valens en el biopic que Luis Valdez escribió y dirigió sobre el célebre cantante mexicano-estadounidense fallecido a los 17 años en un accidente de avión en 1959 junto a Buddy Holly y The Big Hooper durante una gira por Estados Unidos. La película recreaba la corta vida del joven músico desde que empezara a trabajar en el campo hasta convertirse en una estrella del Rock and Roll con temas tan enérgicos como La Bamba y Come on, let’s go o melódicos como Donna, dedicado a su amor del instituto Donna Ludwig.
La Bamba era su tercera película y la primera como protagonista absoluto, una condición que le brindó los elogios de la crítica especializada y le abrió las puertas a nuevas producciones, pero ninguna tan destacada como la que logró como Valens, su papel más importante. Muchos creen que su participación en el filme fue algo parecido a una maldición, pero él siempre ha asegurado que se siente orgulloso de haber formado parte del equipo: “Sentí que era el hombre más afortunado del mundo cuando aterricé en La Bamba y todavía me siento de la misma manera”, dijo en una entrevista. “Me siento afortunado de trabajar en la industria del cine y de seguir en pie todavía. Hay un montón de gente que estaba conmigo cuando hice La Bamba que no son tan afortunados, y no es una cuestión de talento o de trabajar duro”.
Me siento afortunado de trabajar en la industria del cine y de seguir en pie todavía”
Trabajó al lado de Edward James Olmos en el drama escolar Lecciones inolvidables (1988) como un pandillero cuyo profesor le insta a desafiar su capacidad cognitiva para comprender los misterios del Cálculo Matemático. Su actuación le brindó el premio Independent Spirit en la categoría de actor de reparto y una nominación al Globo de Oro en el mismo apartado.
Después se enroló con Kiefer Sutherland, Dermot Mulroney, Charlie Sheen y su hermano Emilio Estévez en el western Arma joven, que contó con una continuación que llevaba por título Intrépidos forajidos y seguía las aventuras de Billy El Niño y sus compañeros. La secuela contaba con el mismo reparto excepto Sheen y Mulroney, que fueron reemplazados por la presencia de Christian Slater y un desconocido Viggo Mortensen. El tema principal, Blaze of Glory, fue compuesto por Jon Bon Jovi.
En la década de los noventa le vimos en thrillers como Corazón de amante, manos de asesino, que significó su primera incursión como director ; Ambición sin escrúpulos y Justicia extrema. Al lado de Meg Ryan y Denzel Washington compartieron cartel en el drama bélico En honor a la verdad, de Edward Zwick.
La entrada en el nuevo siglo no cambió mucho su rumbo en la industria y combinó trabajos en varios telefilmes y películas de serie B con escasa fortuna. En 2007 decidió probar suerte sobre las tablas con la obra Camelot a cargo de la compañía teatral de Lehrner and Lowe interpretando al Rey Arturo. Ese mismo año se unió al rodaje de Che, el ambicioso biopic del Ché Guevara dirigido por Steven Soderbergh y protagonizado por Benicio del Toro.
Posteriormente, uno de sus personajes más conocidos ha sido en la piel del agente del FBI Ian Edgerton en la serie televisiva Numb3rs, que estuvo en antena hasta 2010. Otro de sus papeles destacados en TV ha sido el del coronel Telford de Stargate: Stargate Universe.
También ha salido en algunos capítulos de 24, la serie protagonizada por su amigo Kiefer Sutherland. En la gran pantalla le hemos visto como uno de los mineros atrapados a 720 metros de profundidad en el drama basado en hechos reales Los 33, junto a Antonio Banderas y Mario Casas. El año pasado intervino en el western Big Kill, con Jason Patric, y tiene pendiente de estreno el thriller Adverse, en el que hace de un tipo llamado Dr. Cruz.
La vida sentimental de Phillips, de 56 años, ha sido muy agitada. Ha tenido tres parejas estables: Julie Cypher (1986-1990) Kelly Phillips (1994-2007) e Yvonne Boismier y es padre de tres hijas. Su nombre salió en la prensa sensacionalista tras ser arrestado en 2006 acusado de golpear a su novia durante una discusión. El actor salió en libertad tras pagar una fianza de 50.000 dólares y su portavoz declaró que “todo fue un malentendido”.
Diamond Phillips es muy activo en las redes sociales y es portavoz y abogado de HR 4574,8 un acta de igualdad hacia los veteranos de la Segunda Guerra Mundial de origen filipino.