Una mujer de 46 años de Alemania que había sufrido un infarto es la primera persona del mundo que ha sobrevivido con un tratamiento basado en células madre para regenerar el corazón, según han informado los autores de la investigación, que presentan hoy el caso en la revista Nature.
Tras el éxito de este primer caso, otros catorce pacientes con insuficiencia cardiaca avanzada han recibido el tratamiento en el marco de un ensayo clínico. Los datos obtenidos hasta ahora indican que las nuevas células se implantan bien en el corazón, que la musculatura cardiaca se refuerza, que la capacidad de bombear sangre mejora y que los beneficios se mantienen a largo plazo. Todo ello sin que se produzcan arritmias ni otros efectos secundarios indeseados.
Los resultados “demuestran por primera vez que es posible reparar el miocardio en personas haciendo que recupere la musculatura”, declara Wolfram-Hubertus Zimmermann, investigador del hospital Universitario de Gotinga y director del proyecto.
Los primeros datos indican que el músculo cardiaco se regenera y la capacidad de bombear sangre se recupera
El avance ofrece una expectativa de tratamiento para personas con insuficiencia cardiaca avanzada, una enfermedad en que se reduce la capacidad del corazón de bombear sangre y de satisfacer las necesidades de oxígeno del organismo. La insuficiencia cardiaca afecta a unos 60 millones de personas en el mundo, de los que un 10% tienen enfermedad avanzada, según datos aportados por Zimmermann.
En casos de enfermedad avanzada, “los pacientes tienen una esperanza de vida muy corta; la mejor opción de tratamiento es el trasplante, pero hay muy pocos órganos disponibles”, y la mayoría de afectados mueren llegar al trasplante, explicó ayer en rueda de prensa el cirujano cardiaco Ingo Kutschka, que ha operado a los pacientes del ensayo clínico.
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Preparación del implante de células cardiacas que recibirá un paciente
La primera paciente sufrió un infarto de miocardio en 2016. El corazón le quedó gravemente mermado, con una insuficiencia cardiaca que empeoró en los años siguientes, hasta el punto que entró en lista de espera para recibir un trasplante.
Al no saber si lo recibiría a tiempo, aceptó participar en el ensayo clínico liderado por Zimmermann, que ha trabajado treinta años en el campo de la regeneración cardiaca y había perfeccionado el tratamiento en animales antes de ofrecerlo a personas.
Quince personas han recibido ya la terapia experimental en el marco de un ensayo clínico
El tratamiento del ensayo clínico consiste en cultivar células cardíacas en laboratorio e implantarlas en el corazón de los pacientes.
Las células cardíacas se producen a partir de células madre iPS (o células madre pluripotentes inducidas), que tienen características equivalentes a las de las células embrionarias y por lo tanto la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula del organismo. Para este proyecto, las células madre iPS se obtuvieron a partir de células sanguíneas de donante.
Los investigadores indujeron a las células madre a convertirse en células del corazón. Produjeron millones de células y las dispusieron sobre una superficie que llaman ‘parche cardiaco’. Las células “tienen las características de un corazón joven, de entre 4 y 8 años de edad; implantamos músculo joven en pacientes con insuficiencia cardiaca”, explicó Zimmermann en la rueda de prensa.
Pensamos que aumenta la capacidad de contracción del conjunto del corazón, no solo del implante”
La intervención quirúrgica para implantarlos es “menos invasiva que un trasplante y bastante rápida”, explicó el cirujano Ingo Kutschka. Consiste en hacer una incisión de diez centímetros en el lado izquierdo del tórax, en acceder al corazón entre las costillas y en aplicar los parches sobre la zona dañada del corazón, que en ningún momento deja de latir.
Cada paciente recibe varios parches, con 200 millones de células cada uno. Tras la intervención, hacen falta entre tres y seis meses para evaluar los beneficios. Es el tiempo necesario para que las células se implanten en el corazón, para que les crezcan vasos sanguíneos, para que los implantes crezcan y para que el grosor del músculo cardiaco aumente. Además, “pensamos que el implante aumenta la capacidad de contracción del conjunto del corazón, no solo del implante”, declaró Zimmermann.
El avance ofrece una expectativa de tratamiento a personas que están esperando un trasplante
Dado que las células implantadas se han obtenido a partir de células de donante, los pacientes deben tomar fármacos inmunosupresores para evitar el rechazo.
Los investigadores prevén presentar resultados más maduros del ensayo clínico a finales de año, cuando esperan haber llegado a la cifra de 19 pacientes tratados. Por ahora, los datos preliminares indican que los implantes mantienen su eficacia en pacientes que los han llevado casi cuatro años, informa Zimmermann.
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Preparación de implantes de células cardiacas para un paciente en el quirófano
No es el caso de la primera paciente, que recibió un trasplante de corazón tres meses después del implante de células cardiacas y que “actualmente está bien”, explicó Kutschka.
Aún no hay experiencia suficiente para saber si, con los implantes derivados de células madre, dejarán de ser necesarios los trasplantes de corazón. “Los trasplantes son una terapia excelente”, declaró Zimmermann y por ahora los parches no han demostrado ser mejores. Pero “el 99% de los afectados por insuficiencia cardiaca nunca recibirán un trasplante; nuestro objetivo no es el 1% de pacientes que reciben trasplantes sino el 99% que no los reciben”.