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Un asteroide pasará junto a la Tierra el 13 de abril de 2029 y se podrá ver desde España

Espacio

Mide 375 metros y pasará a tan solo 32.000 km de distancia (diez veces más cerca que la Luna). La ESA acaba de anunciar que desarrollará una misión en tiempo récord para ir a estudiar el asteroide.

El 13 de abril de 2029 Apophis se acercará a la Tierra a menos de 32.000 km de distancia

Getty

El viernes 13 de abril de 2029, un gran asteroide llamado Apophis, de 375 metros de tamaño, pasará extraordinariamente cerca de nuestro planeta, a menos de 32.000 kilómetros de altura, es decir, por debajo de las órbitas geoestacionarias en las que se sitúan los satélites meteorológicos o de telecomunicaciones.

Se trata de un acontecimiento único que la Agencia Espacial Europea (ESA) no quiere desaprovechar. Por ello, diseñará una misión, que ha recibido el nombre de RAMSES (un acrónimo que, en inglés, se deriva de Misión Rápida a Apophis para la Seguridad Espacial), que estudiará el asteroide de cerca mientras circule rozando la Tierra.

Aunque la aprobación final de la misión se deberá obtener en la reunión ministerial de estados miembros de la ESA del próximo año, los responsables de la agencia espacial han decidido iniciar las tareas previas de diseño ya que el calendario deja muy poco margen de maniobra: para que RAMSES pueda alcanzar Apophis, su lanzamiento deberá tener lugar en 2028.

Potencialmente peligroso

El asteroide Apophis fue descubierto el 2004, y las estimaciones iniciales sobre su trayectoria mostraron un 2,7% de probabilidad de impacto contra la Tierra en su paso del 13 de abril de 2029. Posteriormente, los astrónomos han podido refinar los cálculos y descartar totalmente la eventualidad de un choque, al menos durante los próximos 100 años. También se ha eliminado la posibilidad que Apophis pueda colisionar con otro objeto que le desvíe y le dirija contra nuestro planeta.

Imágenes de radar de Apophis, tomadas el año 2012, que muestran la forma y la rotación del asteroide

NASA/JPL-CalTech

Sin embargo, desde que la humanidad posee instrumentos para saberlo, nunca antes habrá circulado un objeto tan grande y tan cerca. De hecho, se cree que el paso de un cuerpo de estas dimensiones tiene lugar una vez cada 5.000 a 10.000 años.

En la fecha de máxima proximidad, Apophis nos visitará moviéndose en una trayectoria muy baja, que le llevará a pasar a sólo 31.200 km de altura, por debajo de los satélites que se encuentran en órbita geoestacionaria. Si la meteorología lo permite, la ESA estima que el acontecimiento podrá ser contemplado en el firmamento nocturno, como el desplazamiento de un pequeño punto luminoso, por parte de unos 2.000 millones de personas desde Europa, África y parte de Asia.

A causa de este acercamiento, se prevé que Apophis sufra alteraciones importantes debido a la gravedad de la Tierra, como por ejemplo deformaciones en su estructura, terremotos o avalanchas en su superficie. Es por ello que, desde el punto de vista científico, resulta muy interesante estudiar el comportamiento del objeto durante la fase de máxima proximidad.

RAMSES

La misión de la ESA espera situar una nave al lado de Apophis en febrero de 2029, dos meses antes de su paso, lo cual requiere que la misión parta de la Tierra en abril de 2028. De esta forma, se podrá estudiar el asteroide antes, durante y después de su mayor acercamiento.

La misión RAMSES de la ESA acompañará a Apophis en su paso cercano por la Tierra el 13 de abril de 2029

ESA

Para poder cumplir con los plazos requeridos, los responsables de la ESA han autorizado el inicio de las tareas de diseño y preparación utilizando, de momento, los recursos disponibles en espera de la aprobación definitiva que se deberá obtener en la cumbre de estados miembros que se celebrará en noviembre de 2025.

Con los instrumentos a bordo de RAMSES, los científicos quieren analizar en detalle los cambios en la forma, superficie, órbita y rotación de Apophis cuando se vea afectado por la intensa gravedad terrestre. Ello permitirá derivar datos sobre su masa y composición, así como el grado de cohesión de sus materiales, unos conocimientos que son fundamentales para poder disponer de mecanismos de protección en el caso de una eventual detección de un asteroide en vía de colisión contra la Tierra.

Además, los asteroides como Apophis se consideran reliquias de la formación del sistema solar y, por tanto, su estudio resulta esencial para completar el puzle de información sobre aquellas primeras etapas.

Defensa planetaria

La estrategia de protección ante posibles impactos se basa en dos pilares principales. En primer lugar, se trata de catalogar el máximo número de objetos potencialmente peligrosos que orbitan cerca de la Tierra y mantener una vigilancia constante de sus trayectorias.

El segundo componente de esta estrategia es disponer de mecanismos para desviar, con suficiente tiempo de antelación, un cuerpo que se dirija hacia nuestro planeta.

En este sentido, la humanidad realizó la primera prueba de la historia en septiembre de 2022, cuando la nave de la NASA DART impactó contra un asteroide para modificar levemente su órbita. Aunque el test fue un todo un éxito, se debe tener presente que se realizó con un objeto de tamaño medio (160 metros) y que no representaba ninguna amenaza de colisión. Ello significa que se deberán perfeccionar y practicar estos procedimientos para poder actuar contra agresores mayores en caso necesario.

Ilustración de la misión DART, que impactó contra un asteroide, en 2022, para desviarlo

NASA

Consecuentemente, el acercamiento de Apophis se considera una oportunidad única para avanzar en el conocimiento de las propiedades de este tipo de objetos y poder reaccionar rápidamente ante una potencial amenaza.

En esta línea, Richard Moissl, director de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, ha señalado que RAMSES “demostrará que la humanidad puede desplegar una misión de reconocimiento para encontrarse con un asteroide en pocos años”, una capacidad que permitirá, en un futuro, estudiar de cerca un eventual objeto peligroso y decidir la mejor manera de actuar.

La NASA, también

Por su parte, la NASA también aprovechará la ocasión del paso cercano de Apophis para estudiarlo. Lo hará con la misión OSIRIS-APEX, que actualmente se encuentra en el espacio y en una trayectoria que le conducirá hasta el asteroide aproximadamente un mes después que se produzca el máximo acercamiento a la Tierra.

La nave de la NASA es la misma que, en 2020, recogió muestras de la superficie del asteroide Bennu. El material recolectado por la misión, que entonces recibía el nombre de OSIRIS-REx, descendió a la Tierra dentro de una cápsula en 2023 mientras que la nave modificó su órbita para seguir el viaje y dirigirse hacia su encuentro con Apophis en 2029.