Un equipo de astrónomos ha obtenido las imágenes más nítidas y detalladas de Kleopatra, un asteroide con forma de hueso de perro o de mancuerna. Las observaciones sobre este peculiar asteroide y las dos lunas que lo orbitan han permitido acotar la densidad de este cuerpo celeste, mucho más baja de lo que se creía. Esto da pistas sobre cómo se ha formado.
"Kleopatra es un cuerpo realmente único en nuestro Sistema Solar", afirma Franck Marchis, el astrónomo que ha dirigido el estudio, en una nota de prensa sobre los resultados, publicados en la revista Astronomy & Astrophysics. Este asteroide que orbita alrededor del Sol, está en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, y a unos 200 millones de kilómetros de la Tierra.
Kleopatra es uno de los cuarenta asteroides de más de 100 kilómetros de diámetro que empezaron a estudiarse en 2017, dentro del programa del Observatorio Europeo del Sur (ESO). Hasta la fecha, se habían detallado cinco asteroides previamente: Kalliope, Daphne, Eugenia, Sylvia y Elektra.
Los astrónomos lo han llamado "asteroide hueso de perro" desde que las observaciones por radar realizadas hace unos 20 años revelaron que tiene dos lóbulos conectados por un grueso "cuello". En 2008, descubrieron dos lunas que orbitan a Kleopatra, llamadas AlexHelios y CleoSelene, en honor a los hijos de la reina egipcia.
Para averiguar más sobre Kleopatra, los investigadores utilizaron imágenes del asteroide entre 2017 y 2019. Como estaba girando, pudieron verlo desde diferentes ángulos y crear los modelos 3D más precisos hasta la fecha sobre su forma. Comprobaron su volumen, que uno de los lóbulos es mayor que el otro, y que mide unos 270 kilómetros de largo.
Algo sorprendente durante el estudio es que en investigaciones anteriores se habían predicho las órbitas de las lunas que circundan a Kleopatra. Al sacar nuevas fotos, se vio que las lunas no estaban donde se había calculado. Emprendieron nuevas observaciones y modelado, y descubrieron cómo la gravedad de Kleopatra influye en los movimientos de sus dos satélites.
Lo más sorprendente es que al calcular la masa del asteroide, resultó ser un 35% inferior de lo que se creía, sugiriendo un interior poroso. Esto ha llevado a los investigadores a pensar que posiblemente se trate de un cúmulo de escombros, formado tras un impacto gigante, que se ha unido de forma compacta.
Kleopatra puede haber dado a luz a sus dos lunas
La estructura de pila de escombros de Kleopatra y la forma en que gira también dan indicios de cómo podrían haberse formado sus dos lunas. "El asteroide gira casi a una velocidad crítica" afirman los autores en la nota, refiriéndose a una velocidad por encima de la cual empezaría a desmoronarse, e incluso pequeños impactos podrían levantar guijarros de su superficie.
Los investigadores creen que esos guijarros podrían haber formado posteriormente a AlexHelios y CleoSelene, lo que significa que Kleopatra ha dado realmente a luz a sus propias lunas.