Sexo y género, las dos variables que la ciencia ignora
Avanzar en la investigación
Expertos afirman que ambos factores pueden mejorar los experimentos, reducir sesgos y fomentar la igualdad social
Tener en cuenta el sexo y el género puede ayudar a los científicos a mejorar sus investigaciones. Así lo afirma un nuevo artículo publicado hoy en la revista Nature . En él se asegura que estos factores a menudo son ignorados en la ciencia.
“Es sorprendente hasta qué punto se pasan p
or alto”, dice en un comunicado de la Universidad de Exeter el biólogo marino Robert Ellis, coautor del estudio. “Necesitamos incluirlos en todos los niveles de investigación o, en caso de no hacerlo, proveer justificaciones basadas en evidencia experimental sobre por qué no son importantes”.
Según afirma el artículo, titulado “Sex and gender analysis improves science and engineering”, incorporar ambos factores supone ante todo fomentar la igualdad social al asegurar que los hallazgos de las investigaciones son aplicables a toda la población. A su vez puede mejorar los experimentos, reducir sesgos y promover nuevas oportunidades para los descubrimientos y la innovación.
Mejoras
Incorporar ambos factores supone ante todo fomentar la igualdad social al asegurar que los hallazgos de las investigaciones son aplicables a toda la población
Ignorar el sexo (atributos biológicos que distinguen entre mujeres, hombres o intersexuales/hermafroditas) y el género (construcción social que afecta a cómo un individuo se identifica en el entorno) conlleva el riesgo de malinterpretar los datos y, posiblemente, alcanzar resultados perjudiciales. Ese fue el caso de los maniquíes empleados para pruebas de choque.
“Los maniquíes originales estaban basados en el físico masculino. Sin embargo, un estudio encontró que, como resultado, las mujeres conductoras estadounidenses tenían un 47% más de probabilidades que los hombres de sufrir lesiones graves en un accidente de coche similar”, afirma Ellis en el comunicado.
Donde sí se tienen especialmente en cuenta ambos factores es en el campo de la biomedicina. Aquí se han realizado los mayores avances en la comprensión de las diferencias sexuales, por ejemplo, en relación con las bases genéticas y el sistema inmune.
“Sabemos que las células inmunes funcionan de forma diferente dependiendo de si tienen el complemento cromosómico XX o XY o si están expuestas a diferentes concentraciones de hormonas sexuales en el cuerpo. Hay implicaciones interesantes de tratamientos con anticuerpos y nuevas inmunoterapias para el cáncer”, afirma en el comunicado Cara Tannenbaum de los Institutos Canadienses de Investigación de la Salud, también coautora del estudio.
Como solución
Los autores proponen guías para formular mejor las preguntas en las investigaciones, diseñar metodologías e interpretar datos
Fuera de este campo se pasan por alto en gran medida. Por ello en el artículo se llama a los investigadores, organismos de financiación, revistas científicas y universidades a coordinar esfuerzos para implementar métodos robustos de análisis de sexo y género.
“Los pasos más inmediatos que deben tomar los investigadores son informar del sexo de los organismos de su estudio e incluirlo como un factor experimental. Ambos ayudarán a generar un cuerpo de evidencia de la importancia del sexo en la investigación o destacar los casos en los que el sexo no necesite ser considerado”, dice Ellis.
Entre sus propuestas se incluyen consideraciones estratégicas para establecer prioridades en los estudios o guías para formular mejor las preguntas en las investigaciones, diseñar metodologías e interpretar datos. De esta forma se podrá alcanzar la excelencia y la responsabilidad en ciencia e ingeniería, concluyen.