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Los VTC agravan la congestión de tráfico

Experimento en San Francisco

Lejos de mejorar la movilidad urbana, un estudio revela que Uber y Lyft provocaron atascos y retrasos en la ciudad californiana

Un atasco de tráfico en una ciudad

Ziviani / Getty Images/iStockphoto

Los VTC, vehículos de transporte con conductor, como Uber, Cabify o Lyft, han agravado la congestión de tráfico en la ciudad de San Francisco entre 2010 y 2016. Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Kentucky y la Autoridad del Transporte del Condado de San Francisco, ambas en California (EE.UU.), concluye que este tipo de servicios son el principal factor de empeoramiento de la circulación de la ciudad: no solo aumentan la cantidad de tiempo ‘perdido’ en el coche por atascos y congestión, sobre todo en horas punta, sino que además ralentizan la velocidad de circulación.

Desde que aparecieron, estas compañías se han hecho muy populares y han revolucionado el transporte urbano. En algunas ciudades, como en San Francisco, ya generan 12 veces más carreras que los taxis. Y en otras, como en Nueva York, ‘reino’ del taxi amarillo, ya han igualado la cantidad de trayectos que realizan.

Una imagen de la aplp de Uber.

Andrew Harrer / Bloomberg

Las empresas de VTC suelen presentarse como una solución al problema de los atascos en áreas urbanas; como promotores del uso del transporte público, puesto que en teoría resuelven el llamado último kilómetro que conecta al usuario desde el transporte público a casa o al trabajo; y como una opción para reducir el número de coches privados. Sin embargo, los estudios que se han ido realizando desde 2015 han llegado a conclusiones contradictorias sobre los supuestos beneficios de estas empresas.

Para averiguar qué papel desempeña esta opción de transporte en la circulación viaria, Gregory Erhardt, investigador del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Kentucky, realizó un estudio, que recoge esta semana Science Advances, en colaboración con los servicios de transporte públicos metropolitanos de San Francisco. Usan analíticas de tráfico proporcionadas por la consultoría de movilidad Inrix -nutridas con una cantidad ingente de datos, lo que es uno de los puntos fuertes de este trabajo- y diseñan un modelo de simulación que les ayuda a establecer los posibles escenarios que se hubieran dado en la ciudad si no hubieran aparecido los VTC.

Tras analizar todos los datos, concluyen que en lugar de reducir la congestión de tráfico en una ciudad con tanta densidad de vehículos y de población como San Francisco (es la cuarta más poblada de California y la 13ª de Estados Unidos), son de hecho el principal factor que contribuye a aumentar los atascos.

En concreto, vieron que son responsables del 62% del tiempo extra que los conductores pasan en el vehículo a diario debido a lentitud en la circulación y de un descenso del 13% de la velocidad media. Además, cuando más congestión provocaban era en las horas punta, cuando la ciudad ya de por sí está bastante congestionada.

Un coche de Uber circulando cerca de la Sagrada Familia.

Mané Espinosa

Sin los VTC, el tiempo perdido en el coche ‘solo’ hubiera aumentado un 22% y los conductores en San Francisco apenas hubieran ido un 4% más lentos de media, según el modelo de simulación que desarrollaron.

Los autores apuntan algunos motivos por los que los VTC acaban agravando el problema de tráfico de las grandes ciudades. Para empezar, dicen, muchos conductores se desplazan desde fuera a la ciudad para trabajar y se pasan mucho rato conduciendo por sus calles sin nadie en el asiento de atrás. Cuando recogen a un cliente o lo dejan en un destino, alteran el fluir del tráfico, como también ocurre en las ciudades que usan mucho el taxi.

Además, convienen, como también apuntan algunos estudios previos, que hasta el 60% de los trayectos que realizan estas empresas han reemplazado recorridos que antes se hubieran hecho a pie, en autobús o metro, o en bici, tres opciones que no añaden vehículos a las carreteras.

“Es necesario regular este tipo de servicios de forma que supongan una mejora en la movilidad sostenible de la ciudad en su conjunto y no que vayan en detrimento, como ha ocurrido en San Francisco”, advierte Sergi Saurí, director del Centre d’Innovació del Transport (CENIT) de la Universitat Politècnica de Catalunya.

El experimento de San Francisco de demuestra que un sistema aparentemente ventajoso puede acabar perjudicando a la ciudad si no se regula bien”

“Se trata de optimizar el servicio para reducir el ratio de vehículos-km. Por ejemplo, mientras que no tengan clientes, que estén esperando en un lugar, para así evitar vehículos circulando vacíos por la ciudad y problemas adicionales de congestión”, puntualiza.

Al transporte de personas se suma que recientemente estas empresas ofrecen también otros servicios, como el reparto de comida a domicilio (Uber eats) o de productos comprados a través de la web (Amazon prime). En este sentido, uno de los mayores retos de las ciudades, apunta Paco Gasparín, investigador del CENIT, es el aumento de vehículos como furgonetas debido al comercio electrónico, que cada vez irá más en aumento.

Uber aterriza en Asturias con su aplicación de comida a domicilio Uber Eats

Uber / EP

“La única forma de encarar el problema es con medidas tales como las microplataformas de distribución urbanas, el uso de vehículos eléctricos, con el objetivo de no aumentar el número de vehículos por km en la ciudad”, considera Saurí, que apostilla que “no podemos dejar la movilidad de la ciudad en manos del mercado. El experimento de San Francisco de demuestra que un sistema aparentemente ventajoso puede acabar perjudicando a la ciudad si no se regula bien”.