Diez errores que apagan la libido de cualquiera
Consultorio de sexo
Determinados comentarios o actitudes pueden arruinar la excitación y el encuentro sexual
Acabo de conocer a una chica que me gusta mucho. Nos conocimos a través de una app y me sorprendió desde el primer momento. El problema surge cuando llegamos a la cama; allí no fluye nada. Ella es muy parada, todo le molesta, siempre quiere la luz apagada y se mete debajo de la sábana desde el minuto uno. Estoy perdido, no sé qué hacer. Gracias.
A todos nos ha pasado alguna vez que, justo en el momento en que la excitación está al máximo nivel, donde nuestros sentidos ya están desorientados y en el que lo único en que pensamos es en tener un gran momento sexual, pasa lo inesperado... Él o ella recibe una llamada, tú piensas que no contestará, ¡pero no! Decide coger el teléfono esfumando de golpe toda tu libido y la pasión del momento.
Este es solo un ejemplo de las circunstancias o pretextos que pueden arruinar ciertos momentos de excitación sexual con la pareja. Pero existen muchos otros que se repiten con frecuencia.
1. Ropa interior poco cuidada
Todos sabemos que el momento de “despojar” a la pareja de su ropa es un momento de alto nivel sensual y erótico. Pero si de golpe, al sacar la ropa, nos encontramos con unas bragas de la abuela o con unos calzoncillos horribles, eso provocará que la sensualidad se vaya a la papelera. Al igual que los malditos calcetines. ¡Prohibidísimo dejárselos puestos!, aunque hay un estudio que afirma que llevar los calcetines durante el acto sexual facilita alcanzar el clímax.
2. Comentarios fuera de lugar
Durante la excitación sexual tampoco es el momento de hacer ciertos comentarios del tipo “espera que tengo que poner una lavadora”, o “vigila que la cama se manchará”, o “espera que apago la luz”, o “un momento que voy al baño”. Todo esto hace que la espontaneidad desaparezca, lo que elimina cualquier posible ambiente romántico o excitante.
3. Una cama que chirría
Otro enemigo de la libido puede ser la cama. Esto suele ocurrir cuando vamos de viaje o nos quedamos fuera de casa a dormir o a pasar el fin de semana. Cuando una cama hace ruido rompe cualquier espacio de intimidad, ya que estás más pendiente de no hacer movimientos bruscos para que no haga ruido que no de lo que te está haciendo o haces a tu pareja. Por tanto, aquí recomiendo que cuando esto ocurra lo mejor es tener sexo de pie, o irse a la ducha. O también existe la posibilidad de poner las mantas en el suelo y tener un encuentro diferente.
4. Intentar ser estrella de Hollywood
Muchas veces vemos escenas en las películas o en la pornografía que nos llaman la atención e intentamos trasladarlas a nuestra sexualidad. Hay que vigilar mucho con ello, porque si intentamos hacer acrobacias empeoraremos el momento en lugar de añadir erotismo.
5. Aclarar sentimientos
El momento de sexo no es el idóneo para resolver conflictos de pareja que han tenido lugar antes. Si intentamos pedir perdón o solucionar un problema, acabaremos por crear otro. Por lo tanto, lo mejor es esperar, disfrutar de ese momento de intimidad y sexualidad, y después, una vez hayamos terminado y haya pasado un tiempo, podremos hablar con calma.
6. Criticar el propio físico o el del otro
Por mi experiencia, esta conducta de comentar los defectos físicos acostumbra a ser más frecuente entre mujeres. Algunas empiezan a decir todo lo que no le gusta de su cuerpo: “Ay, así no, que se ve mi culo y es horrible”. Tampoco es apropiado decir cosas como “¡ostras! ¿has engordado no?”. Es inevitable pensarlo, pero no siempre se tiene que compartir todo, y conviene evitar el “sincericidio”.
7. Tener el televisor encendido
A veces podemos iniciar un encuentro sexual mientras estamos mirando una película o algún programa de televisión. Recomiendo que en ese caso se apague el televisor desde un inicio para que no nos pueda distraer. Porque podemos llegar al punto de estar teniendo sexo y estar siguiendo el final de la película. Y esto puede causar a la otra persona un gran enfado, y con razón.
8. Eliminar toda sutileza
Algo que anula toda sensualidad y excitación de golpe, en un segundo, es cuando se pregunta “¿vamos a tener sexo?”. Esto nunca debe preguntarse, está prohibido, porque hace que la libido desaparezca en un instante. Hay muchas veces que no hace falta verbalizar las cosas; las podemos insinuar con un acercamiento. Otro ejemplo de falta de sutileza que acaba con la libido es cuando con rapidez uno mismo se desnuda y se va a la cama corriendo. Esto anula la excitación y el deseo, ya que una de las mejores partes del encuentro sexual son los besos, las caricias e ir descubriendo el cuerpo del otro.
9. Exagerar la excitación
La exageración es más frecuente cuando se acaba de conocer a alguien, en el primer encuentro, para impresionar. Pero como digo siempre, los excesos nunca son buenos. Y si el otro se da cuenta de que se exagera, provoca que el encuentro acabe siento un teatro. Por tanto, lo mejor es la naturalidad.
10. Olores desagradables
Este último punto es de pura lógica y quizá no lo tendría ni que nombrar. Pero, por si acaso, conviene subrayar la importancia de tener una buena higiene personal para disfrutar del sexo. Es importante cuidar el aliento y presentar un buen olor corporal, porque si esto no lo tenemos, ya no es necesario que iniciemos ningún proceso de excitación porque el desastre está asegurado.