La mente de una persona que tiene dudas sobre continuar con su relación o no es un “caos de pensamientos contradictorios y desordenados”, según la describe la sexóloga y terapeuta de parejas Núria Jorba. En estos casos es fundamental dedicarse un tiempo necesario para reflexionar y poner todas esas ideas en orden. Esto permitirá hacer un análisis acerca de las necesidades personales de la pareja, del tipo de vínculo del que se trata y de cuáles son los defectos o aquellas cosas que no resultan deseables sobre la relación. Una vez aclarados todos estos aspectos llega el momento de tomar una decisión. La especialista explica que existen tres posibles caminos.
El primero de ellos es el de la aceptación y, por tanto, implica continuar con la relación. El segundo es el de la ruptura de la pareja, debido a que la conclusión a la que se ha llegado es que existen motivos insalvables que hacen inviable seguir con ella. La tercera vía sería la de la resignación, es decir, mantener la relación, a pesar de que no sea lo que se desea, porque no se es capaz de romper por los motivos que sean, apunta Núria Jorba. Sin embargo, cuando se da el caso de tener clara la decisión de romper, otras dudas surgen, concretamente aquellas relacionadas con la forma en la que se tratará el tema con la pareja.
¿Cómo comunicarle a tu pareja que has decidido romper la relación?
Una vez que se tiene claro el querer terminar una relación de pareja hay que dar el paso de comunicárselo a la otra parte. Este es un momento delicado y emocional, por lo que es importante hacerlo con respeto, sinceridad y mediante un ejercicio de empatía. Siempre y cuando no haya habido maltrato de por medio, como especifica la psicóloga Alicia González. “Primero de todo, debes recordar que no es un debate”, explica, ya que el encuentro ha de consistir en comunicar a la otra persona la decisión que se ha tomado de no seguir con la pareja. “Una relación no puede continuar si uno de los miembros ya no desea estar en ella”, afirma tajante la especialista.
En estos casos se aconseja estar preparado a las posibles reacciones de la otra parte, debido a que cabe la posibilidad que responda por medio de la negación. Es decir, sin querer aceptar esas realidad. Una situación que puede provocar ansiedad y frustración, advierte Alicia González. Sin embargo, no hay que dejarse llevar por sentimientos como la desesperación por tratar que la otra persona lo entienda. “Esa persona fue importante en tu vida y merece ser tratada con respeto”.