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Coronavirus: Cómo gestionar la angustia que provoca

Bienestar

El miedo a contagiarse del coronavirus Covid-19 genera confusión y angustia a muchas personas

dpa / EP

Es normal sentirse triste, estresado, confundido, asustado o enfadado ante una situación de emergencia. Y la creada por el coronavirus lo es. De modo que es muy lógico, e incluso saludable, que muchas personas sientan en algún momento miedo debido a la expansión del brote de Covid-19, que nos enfrenta a una situación desconocida y amenazadora. Otra cosa es que ese miedo se instale en el estado de ánimo, nos angustie y acabe por convertirse en un fenómeno que interfiera en nuestra capacidad de gestionar la situación con eficacia o, peor aún, que se contagie y se extienda hasta suponer un problema añadido en la ya compleja situación sanitaria.

De ahí que tanto desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) como desde el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya se hagan recomendaciones para la gestión psicológica de la alerta por coronavirus, tanto en el caso de los adultos como de los niños.

Tomar más precauciones de las que aconsejan los expertos (por ejemplo usar mascarillas en la calle) no aumenta nuestra protección y sí alimenta el miedo y la angustia

PETER CZIBORRA / Reuters

1. Infórmate bien

La primera recomendación de los psicólogos es informarse bien. Puede parecer una recomendación tonta, absurda o trivial cuando no se habla de otra cosa y todo el día estamos recibiendo información sobre el coronavirus. Pero no lo es. La clave está en el informarse “bien”, porque una gran parte de los mensajes e información que se comparten por redes sociales e internet son falsos o, como mínimo, no está contrastada.

Por tanto, por precaución, uno debería resolver sus dudas sobre el coronavirus e informarse de las últimas noticias al respecto a través de canales oficiales o contrastados. Una buena opción para comenzar puede ser el portal que ha habilitado la OMS sobre el coronavirus. O la web del ministerio de Sanidad, que ofrece información actualizada tanto para ciudadanos como para profesionales. Otros canales oficiales donde consultar dudas son el portal de la Agència de Salut Pública de Barcelona o el Canal Salut de la Generalitat de Catalunya.

2. No te “infoxiques”

Informarse bien también significa no “infoxicarse”. Es decir, no caer en la sobre información. Estar todo el día conectado y pendiente de la información sobre el coronavirus “no hará que uno esté mejor informado ni le dará más protección ante el virus y, en cambio, aumentará la sensación de riesgo innecesariamente”, explican los psicólogos. Un ejemplo claro son los llamamientos a no darse besos ni abrazos, unas restricciones que los expertos consideran injustificadas.

En este sentido, para limitar la angustia y la preocupación sobre la epidemia la OMS aconseja limitar el tiempo que se pasa viendo o escuchando programas de televisión o radio sobre el coronavirus que nos provoquen malestar o negatividad, que recurran al sensacionalismo o al alarmismo.

La OMS ofrece a diario información actualizada sobre el coronavirus. En la imagen, su director general, Tedros Adhanom , en una rueda de prensa el pasado 24 de febrero

EP

Los expertos enfatizan la necesidad de mantener la perspectiva e interiorizar que el hecho de que haya una gran cobertura de noticias sobre este tema no significa necesariamente que sea una amenaza para nosotros y nuestra familia.

Y en línea con evitar la infoxicación, vale la pena poner en cuarentena la información que circula por watsaps y redes sociales y contrastarla antes de tomar alguna decisión relacionada con ella o compartirla. Del mismo modo, conviene tomar medidas para que todas las conversaciones triviales no giren sobre el mismo asunto.

3. Informa bien a los demás

Lo que vale para uno mismo vale para los demás. Por tanto, es fundamental no hablar permanentemente del tema y evitar difundir rumores o informaciones falsas. Para ello, lo mejor es compartir información que realmente sea relevante, nunca en caliente, y solo una vez verificado que es cierta.

También se ha de informar bien a los niños. Es fundamental estar atento a sus dudas y preocupaciones e ir respondiendo a sus preguntas a medida que aparecen, con explicaciones claras, sin mentirles pero sin abrumarles tampoco con mucha información. En este sentido, se les debe dar información clara sobre cómo reducir el riesgo de infectarse.

4. Confía en la ciencia

Es importante seguir las recomendaciones y medidas de prevención que determinen las autoridades sanitarias para protegerse de un posible contagio de Covid-19. Pero sólo esas. Tomar más precauciones de las que los médicos consideran justificadas por la evidencia científica no nos dará mayor protección frente al virus y, en cambio, alimenta el miedo y la angustia, “tanto en uno mismo como en las personas del entorno”, advierten los psicólogos.

De ahí que se aconseje, tanto en el caso de los adultos como especialmente en el de los niños, mantener las rutinas y agendas cotidianas en la medida de lo posible. “El miedo se controla mucho mejor a través de nuestros comportamientos saludables que a través de los razonamientos autoinducidos o de las precauciones innecesarias”, aseguran los expertos.

5. Cuídate

Si se tiene fiebre, tos y dificultad para respirar o dudas sobre la posibilidad de haberse contagiado, es importante contactar con las autoridades sanitarias y seguir sus instrucciones para recibir atención médica.

Pero cuidarse no significa sobreprotegerse y hacer consultas médicas superfluas a los servicios de atención médica, que ya van bastante colapsados.

Practicar ejercicio y una alimentación saludable siempre ayuda a la salud física y mental

PhotoAlto/Alix Minde / Getty

Por otra parte, como ocurre ante cualquier otra enfermedad infecciosa, una buena manera de protegerse es extremar los hábitos de vida saludables para mantener lo mejor posible nuestro sistema inmunitario y nuestra salud en general.

La OMS subraya que mantener estos hábitos es especialmente importante si uno ha de quedarse en casa por haber estado en contacto con algún infectado. “Si debes permanecer recluido en casa, debes cuidar la dieta y las horas de sueño, pero también practicar ejercicio y mantener el contacto por teléfono o mensajes con amigos y familiares, porque la vida social es importante”, indican.

6. Acepta tus sentimientos

Los psicólogos explican que el miedo es una respuesta adaptativa que nos ayuda a mantenernos alerta y a tomar las medidas necesarias pra minimizar riesgos, ya sea por la vía de evitar el peligro o de buscar la manera de afrontarlo. Por eso instan a no rechazarlo ni taparlo. “Reconoce tus sentimientos y acéptalos; y si hace falta, compártelos con las personas más próximas”, aconsejan desde el Col·legi Oficial de Psicologia de Catalunya.

Desde la OMS subrayan que esto vale para el miedo pero también para la tristeza, la angustia, confusión, el enfado y cualquier otra emoción que pueda surgir ante la amenaza del coronavirus. Y coinciden en la recomendación de hablarlo con amigos o familiares y, si la angustia persiste, buscar ayuda de profesionales sanitarios. Al mismo tiempo, desaconsejan recurrir al alcohol, fármacos o cualquier tipo de droga para esconder o lidiar con estas emociones.

7. Usa el humor

Otra de las recomendaciones de los psicólogos frente al brote del coronavirus es usar el sentido del humor. “El humor es una emoción que te ayudará a mantener el miedo (que es otra emoción) a raya”, aseguran.

En este sentido, las redes sociales sí que pueden resultar de gran ayuda. En Twitter, por ejemplo, circulan gran cantidad de memes, parodias y mensajes divertidos sobre el tema.

Incluso “el coronavirus” tiene cuenta propia de Twitter (@CoronaVid19) donde pueden leerse mensajes como “Estoy cerrando la gira mundial con mi representante”, “Nadie está haciendo por el teletrabajo tanto como yo”, o el que se reproduce bajo estas líneas.

8. Tira de experiencia

Junto al humor, otra herramienta útil para gestionar la angustia y la incertidumbre que provoca la expansión del broto de Covid-19 es la propia experiencia. “Repasa las habilidades que ya has aplicado en el pasado para afrontar y manejar otras circunstancias adversas que se te han presentado en la vida; utilizar esas habilidades te ayudará a controlar también tus emociones ante este desafío”, indican desde la OMS.

Vale la pena repasar qué habilidades nos sirvieron para superar otras situaciones adversas en el pasado