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Aprendí a ser feliz con técnicas miserables

Miserable felicidad

Buscar la felicidad saltándote las reglas

Ada Ramos Martín

“Soy una persona inactiva, no hago ejercicio, me alimento de comida basura y además soy estéticamente inferior a todas las personas de mi entorno y ¡vaya! soy tremendamente feliz”. Así es, la desdicha es la nueva felicidad.

Este es uno de los testimonios recogidos por Randy J. Paterson, psicólogo y director del Changeways Hospital de Vancouver, cuando se topó con un grupo de personas que sufría depresión. Todos ellos habían sido hospitalizados en algún punto de su enfermedad y les acompañaba un pesimismo imposible de detener.

La desdicha es la nueva felicidad

Los pacientes, según Paterson, tenían un escepticismo aplastante, “creían que no había nada que pudiéramos hacer para que se sintieran mejor”. Entonces llegó la luz: había que darle al planteamiento un giro de 360 grados.

Alrededor de una mesa y en otra de tantas reuniones el psicólogo planteó:“¿Y si quisieran sentirse peor? ¿Qué harían?”. De esta manera se abrieron todas las compuertas; cada paciente, uno tras otro, trajo todo tipo de respuestas: “Yo, en mi caso, estaría más horas en la cama. Yo, por otro lado, no abriría las persianas en todo el día. Pues yo cortaría todo tipo de comunicación, adiós móvil, adiós Facebook”… Estaba claro: había que enfocar la atención en lo malo.

Ada Ramos Martín

Resulta curioso pero buscar la felicidad aburre, dice. Estamos nadando contra la corriente. Podríamos llegar a decir que se trata de un tema completamente antinatural. “Esta búsqueda trae consigo siempre un choque entre largas decepciones y cortas alegrías”.

¿Cuál es el planteamiento de Paterson? Pues muy sencillo, si una persona puede reconocer todo aquello que le haría estar peor, puede -recorriendo el camino inverso- identificar todas las cosas que harán que se sienta mejor.

Ponerte manos a la obra es lo más complicado de este proceso pero cuando reconoces exactamente cuál es tu inercia negativa puedes elegir -muy poco a poco- la contraria y construirla ladrillo a ladrillo.

Ada Ramos Martín

Paterson comenta que a menudo se piensa, de forma errónea, que la depresión consiste en tener pocas ganas o en no estar realmente motivado. Y lo que sucede es lo contrario, estas personas están muy motivadas, pero sus planes a corto plazo siempre comprenden grandes esfuerzos. El camino es ir de menos a más, bajando el nivel de ambición y entendiendo que el recorrido está generando de por sí un cambio en la persona.

Las personas con depresión están muy motivadas, pero deben bajar el nivel de ambición”

Esta experiencia única dio paso al irónico libro de Paterson: How To Be Miserable: 40 Strategies You Already Use (cómo ser miserable: 40 estrategias que ya estás usando).

Ada Ramos Martín