“Quiero experimentar cambiar una vida mediocre por una extraordinaria”, dice en el primer vídeo de su canal de Youtube ‘Vida Extraordinaria’, Tony Espigares (43). Cuatro años después, y devenido en coach de bienestar emocional, acumula 148.000 suscriptores en su canal, supera el medio millón de oyentes mensuales en su podcast y ofrece suscripciones de meditación y retiros de pago en España y en algunos países latinoamericanos, como México o Colombia. Además -asegura-, consiguió aquello que había “manifestado” (entiende por manifestar el hecho de visualizar y poner la energía en aquello que se desea): una casa en Málaga, en la que vive con su esposa y sus dos hijos de ocho y cinco años.
Creados durante la pandemia, el despegue de sus canales en redes sociales coincidieron con el de muchas otras cuentas, apps y otras soluciones digitales creadas para abordar el estrés y la ansiedad, y fomentar el bienestar emocional y la salud mental. “Hubo un boom muy grande con este tema durante la pandemia. Con la cuarentena, los canales de meditación despegaron, porque los picos de estrés se dispararon y la gente tenía mucho tiempo. Hubo una crisis emocional a nivel global. Mucha gente comenzó a cuestionarse muchas cosas, se dio cuenta de que no quería seguir viviendo la misma vida”, asegura Espigares, en una entrevista con La Vanguardia.
La gran mayoría de mis seguidores son mujeres de 35-40 años para arriba, que están buscando algo más. Es más difícil que el hombre llegue a estos espacios...

Tony Espigares cambio su rumbo vital y profesional tras perder su empresa
¿Quiénes suelen acercarse a sus contenidos?
Según los datos de YouTube, la gran mayoría son mujeres de 35-40 años para arriba, que están buscando algo más. Llegan a un momento en la vida en el que se hacen determinadas preguntas y normalmente la meditación da muchas respuestas. Luego, en los retiros que hago, muchas veces me sorprendo, porque hay muchos hombres. Es más difícil que el hombre llegue a estos espacios. Muchas veces no se permite entrar en este estado de vulnerabilidad o de mirarse dentro. Luego, a nivel de países, además de España, en Latinoamérica hay una gran audiencia, sobre todo de México, Colombia, Argentina.
¿Qué suelen buscar en sus contenidos y los servicios que ofrece?
Hay gente que viene con depresiones crónicas, que lleva medicándose durante mucho tiempo. Otra que está atravesando un duelo o que tiene una enfermedad grave. Hay muchísimas características, pero muchas veces vienen por una situación difícil externa o por una crisis. Pero no hay que llegar ahí para empezar a meditar, que es lo que suele pasar.
En su caso, ¿cómo ha llegado hasta aquí?
Pues con una crisis. Yo tenía una agencia de marketing en el sur de España y lo perdí todo. En esa ruina, en la que tuve que dejar mi casa, mi prestigio, mi familia, en la que lo pierdo todo y se lo queda el banco, sólo supe irme a Brasil. Allí es donde pude aceptar la realidad y entender que había sido yo el responsable de todas mis decisiones, y que esas decisiones habían sido fruto de una forma de pensar, de sentir y de actuar. Entonces, me obsesiono por entender cómo cambiar mi sentir y cómo cultivar otra vibración para empezar a manifestar y traer cosas a mi vida totalmente diferentes. Me vuelco mucho con grandes autores americanos de la neurociencia, de la física cuántica, de la meditación, para empezar a aplicarlo en mi vida. Ahí fue cuando creé el canal de YouTube, que pensé que nadie iba a ver, en el que fui exponiendo cada uno de mis pasos. La gente conectó con mi voz y el canal se disparó.
La gente ya no puede ni ver una película sin el móvil al lado. Por eso tenemos estados de estrés prolongados, mucha frustración y rabia...
¿Tendemos a vivir demasiado rápido?
Ahora mismo los índices de depresión y ansiedad se han disparado. Según la Universidad de Oxford, lo que está pasando con esta tendencia a hacer scroll infinito, a mirar todo el rato el celular, es que estamos dándole tanta dopamina a nuestro cerebro que no es capaz de asimilarlo. Entonces, la atención media se nos va, por cada minuto, entre diez y cincuenta veces. La gente ya no puede ni ver una película sin tener el móvil al lado. Por eso nos encontramos con estados de estrés prolongados, mucha frustración y rabia. El cerebro no tiene capacidad para poder manejar todo ese ritmo.
¿Y qué cosas nos puede aportar el hecho de vivir con más pausa y tranquilidad?
Nos han vendido un concepto de felicidad y de éxito totalmente erróneo. Nos hemos creído que el éxito está en tener el mejor trabajo, la pareja, la familia, la casa más grande, el coche. Nuestra mente siempre quiere más. Pero no se trata de lo que tienes sino de disfrutarlo. La felicidad y la plenitud vienen de un sentimiento interno, no de un reconocimiento externo. Cuando cultivas la presencia, la plenitud, la dicha, estás trabajando y te conectas con una fuente de amor universal, con una supra conciencia, con algo mayor que le da vida a todo y todos. Esto ya es algo más místico y espiritual.
A las personas que no se consideran ni religiosas ni espirituales, ¿la meditación también les puede servir?
Yo soy ateo. Mucha gente asocia la meditación con la espiritualidad, pero eso es un mito. No tiene nada que ver. A nivel científico, puedes ver los beneficios que tiene. Incluso puedes comprobarlo en ti mismo, ver qué impacto tiene en ti el hecho de pasar simplemente ocho semanas cultivando emociones de gratitud en tu corazón y parando entre 15 a 30 minutos al día en una meditación. Verás que comienzas a reaccionar desde otro lugar, de resiliencia y de calma. Empezarás a apreciar cosas que antes no apreciabas. Yo creo que es algo que debería ser obligatorio para todo el mundo. Todos podríamos dedicar 15 o 20 minutos, y ya con eso notaríamos el impacto.
Todos podemos dedicar 10' a meditar. Depende de ti implementarlo como un hábito en tu vida, como el deporte. Todo el mundo sabe que le hace bien
¿Qué nos puede ofrecer la meditación, a nivel de salud mental y física?
Los estudios científicos nos dicen que la meditación supone un cambio importante a nivel cerebral. La masa gris del cerebro se expande. Si tú comparas a un adolescente de diecisiete años que está todo el día con el teléfono con una mujer de 55 años que medita todos los días, verás que ella tiene más masa gris que él. La meditación hace que se activen una serie de conexiones cerebrales, que permiten que el hipocampo, que es la parte que te conecta con las emociones, no entre en estados alterados o elevados de estrés. Eso ayuda a vivir desde un lugar más sereno, más resiliente y más presente. Normalmente, en ocho semanas la persona puede ver cambios significativos. Luego, a nivel químico y hormonal, lo que la ciencia ha descubierto es que es el corazón el que se comunica de forma directa con el cerebro, y no al revés. Entonces, cuando el corazón se expande con emociones como la gratitud, la dicha, la compasión, la bondad, la felicidad, la ilusión, le dice al cerebro: “No corras, estamos bien”. Lo ayuda a entrar en armonía, en orden, en un homeostasis más completo. Entonces, podríamos decir que la meditación es una de las herramientas para vivir con más serenidad.
Las prácticas ligadas al wellness o bienestar, se suelen pensar como un lujo que no todo el mundo puede darse
Todos podemos dedicar diez minutos o media hora antes de ir a la cama para conectar con algo mayor. Depende de ti implementarlo como un hábito en tu vida. Esto es como el deporte. Todo el mundo sabe que le hace bien. De igual manera, todos sabemos que en nuestro subconsciente hay mucho ruido. La meditación es una llave que nos ayuda a acceder a él y ordenarlo.
Además de asociarla a la espiritualidad, ¿Qué otros mitos hay en torno a la meditación?
Hay muchos. Otro gran mito es el de que tienes que dejar la mente en blanco. Esto es mentira. En estado normal, la mente de una persona oscila entre 70.000 y 90.000 pensamientos. Tú no puedes dejar tu mente en blanco. Lo que puedes hacer es trascender de tus pensamientos, experimentando una respiración, el espacio que te rodea, llevando la atención a tu corazón. Puedes entrar en un estado de fluir en la meditación, puedes pasarte una hora y que hayan parecido diez minutos.
En el mundo del wellness y sobre todo en redes sociales, puede ser muy difícil saber en quién confiar. ¿Cómo podemos saber qué cosas pueden ayudar y cuáles son una estafa?
Tiene mucha razón, hay mucho “vendehumo”. No sólo en el wellness, en todos sitios. Yo creo que es importante que la persona que te guíe, sea una persona auténtica y que pueda demostrar lo que dice con su propia experiencia.