Te sientes irritable, parece que todo te molesta y te cuesta tener paciencia con los demás, continuamente estás cansado e incluso experimentas sensaciones como la frustración y una constante tensión. Es decir, estás de mal humor. Esto es algo totalmente natural y con lo que la mayoría de personas deben lidiar en ciertas ocasiones, debido a toda una serie de circunstancias y condicionantes. Sin embargo, aquellos casos en los que este estado perdura en el tiempo, más allá de unas horas o unos días, deben ser analizados con más atención. Uno de los motivos frecuentes por los que las personas se ven atrapadas en un estado de ánimo negativo tiene que ver con la falta de tiempo para ellas mismas.
En el día a día siempre se debe intentar alcanzar un balance entre las obligaciones y responsabilidades y el tiempo que se dedica a los demás con respecto al individual. Esto es fundamental para mantener en buenas condiciones la salud física y emocional, es decir, para el bienestar. También influirá a la hora de permanecer activo y con energía, y, por supuesto, ser capaz de tener relaciones interpersonales de forma saludable. Por tanto, en estos casos, si se quiere estar de buen humor, hay que dedicarse tiempo a uno mismo.
¿Cómo evitar estar siempre de mal humor?
La psicóloga Virginia Thomas destaca la importancia de pasar tiempo a solas, ya que esto está directamente relacionado con una vida “feliz y equilibrada”. Durante esos ratos de privacidad, las personas tienen la oportunidad de reflexionar, gestionar sus emociones de una manera más eficiente, llevar a cabo aquellas tareas o actividades en las que no quieren ser interrumpidas o incluso liberarse mentalmente tras un día estresante o repleto de tensiones.
En cambio, pasar demasiado tiempo sin dedicarse ciertos momentos en soledad puede traer consigo diversas consecuencias. Una de ellas tiene que ver con el sentimiento de frustración, al que irán unidos unos niveles más altos de estrés e incluso de “síntomas depresivos”, según advierte la psicóloga. De todo ello surgirá el característico mal humor, que influirá negativamente en las relaciones sociales, tanto en lo que se refiere a la pareja, amigos y familiares como incluso en el ámbito laboral.
Además, la especialista resaltó el papel de la pareja en este aspecto, dado que las personas que se encuentran en una relación podrían presentar mayores dificultades para dar con este tiempo en soledad. ¿El resultado? Sentimientos de ira, nerviosismo, irritabilidad y agotamiento, que no pueden ser regulados al no tener la oportunidad de dedicarse ciertos momentos del día en solitario. Virginia Thomas recomienda no infravalorar la importancia de estar solos, para el bien de la propia persona y del entorno que la rodea.