El miedo a mostrarse vulnerable frente a otros es algo que acompaña a buena parte de personas. A pesar de que se trata de un factor clave a la hora de establecer y desarrollar relaciones sociales. Esto es algo que Schopenhauer, filósofo alemán considerado como el gran representante del “pesimismo filosófico”, ejemplificó en su parábola conocida como el dilema del erizo. En ella, estos animales suponen la contradicción entre la necesidad de arrimarse los unos a los otros para darse calor, y sobrevivir así al invierno, con la imposibilidad de aproximarse demasiado, ya que podrían pincharse con sus púas. Schopenhauer extrapoló esta idea a las relaciones sociales de las personas.
Aunque se trata de una forma esencial para que se genere un vínculo entre dos individuos, no todo el mundo está dispuesto a exponerse y correr los riesgos que supone el expresar las emociones y sentimientos con libertad. Puesto que esto sitúa a la persona en una posición de vulnerabilidad, lo que podría acabar por hacer que terminarse herida por alguien más. A pesar de que, en ocasiones, se ignore la posibilidad de recibir un beneficio mayor.
¿Cómo se supera el miedo a mostrarse vulnerable ante los demás?
El dilema del erizo de Schopenhauer invita a reflexionar acerca de las dificultades a las que han de hacer frente las personas en el terreno de su vida social, con el objetivo de satisfacer necesidades pero sin resultar lastimado. Así lo explica la psicóloga Alicia Garcia Aguiar, quien incide en que esta analogía profundiza en la condición humana de las personas y en los dilemas y conflictos interpersonales.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, ¿es posible superar el miedo a mostrarse vulnerable? La respuesta es un rotundo sí, solo que será necesario tener en cuenta diversos aspectos. Uno de los más determinantes tiene que ver con la autoestima, ya que esta cuenta con un papel esencial a la hora de que una persona se sienta segura con sus puntos positivos y negativos. Por medio de esa aceptación de uno mismo, las opiniones y la perspectiva de otros no supondrán un limitante.
Las personas que suelen tener miedo a mostrarse vulnerables también sienten ansiedad o nerviosismo a la posibilidad de asumir riesgos. O lo que es lo mismo, salir de la zona de confort. Por tanto, tenderán a establecer barreras y límites que impidan a las relaciones interpersonales avanzar hacia un terreno en el que puedan sentirse expuestos mostrando una intimidad o vulnerabilidad más profunda.
De modo que lo principal para no tener miedo a mostrarse vulnerable será trabajar la autoestima y compartir emociones y pensamientos de manera progresiva, a un ritmo que se adecúe a cada persona. Sin reparo a pedir ayuda si se necesita o a aprender nuevas cosas.